
Caso Alexia: Marta Dillon y Daniel Llermanos denunciaron que Milei persigue a la oposición
- Noticias 2
- 30 de junio de 2025
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Este lunes, durante una conferencia de prensa en la Ciudad de Buenos Aires, se renovó el pedido por la liberación de Alesia Abaigar, activista detenida tras un escrache frente a la casa del diputado José Luis Espert. Con la presencia de referentes del campo jurídico y del movimiento transfeminista, las voces apuntaron a la arbitrariedad de la detención y a la criminalización de la protesta como forma de disciplinamiento político.
“Estamos en unas condiciones políticas a las que no nos enfrentábamos desde la dictadura”, denunció Marta Dillon, periodista y activista transfeminista. “Nos vienen marcando como enemigos a los feminismos, a la población LGBTIQ+, y no es porque sí: es porque nuestros movimientos son transversales, estamos en todos los partidos políticos, estamos en todos los tipos de trabajo”, explicó. Dillon también remarcó que el encarcelamiento de Abaigar “no es en vano”, ya que “la represión contra el movimiento feminista y transfeminista cuando ha sido masivo es una constante”.
Por su parte, el abogado defensor de Alesia, Daniel Llermanos, cuestionó el proceso judicial y la falta de pruebas. “Esto es un compromiso republicano, estar preocupados por alguien que, por un acto político que por más criticable que pueda ser, está muy injustamente privada de su libertad”, señaló. “En derecho las cosas se afirman cuando están probadas. En el caso de Alesia no está probado que ella haya participado”, sostuvo.
Llermanos también hizo referencia al contexto político que rodeó la detención: “Esto ocurre exactamente un día después del insulto del diputado Espert a la hija de Cristina Fernández de Kirchner. Sin ánimo de justificar nada, pero sí de entender las cosas”. Y denunció que, a una semana de iniciada la causa, la defensa aún no pudo acceder al expediente. “Defender a ciegas no es algo fácil, ni tampoco es algo tolerable en un hecho de esta naturaleza, que se le ha dado una magnitud que realmente no tiene”, subrayó.
Tanto Dillon como Llermanos coincidieron en que lo que está en juego no es solo la libertad de una activista, sino el derecho a manifestarse y disentir sin temor a represalias. “No sabemos de qué se está acusando a Alesia. No veo delito, lo que estoy viendo es represión a la protesta social”, concluyó Dillon, marcando el tono de una conferencia que dejó al descubierto el uso del aparato judicial como herramienta de disciplinamiento político.