“Nos oponemos a la privatización de Atucha”

“Nos oponemos a la privatización de Atucha”

En diálogo con Daniel Tognetti y equipo de Siempre es Hoy por AM 530, el secretario adjunto del Sindicato de Luz y Fuerza de Zárate, Damián Straschenco, advirtió sobre los riesgos que implica la intención del gobierno de privatizar las centrales nucleares. “Venimos en un plan de lucha hace tiempo. Este miércoles haremos una asamblea abierta con todos los trabajadores de Atucha, sin distinción sindical, para discutir la situación que atravesamos”, explicó. Según detalló, el reclamo no se limita al rechazo de la privatización, sino también a la pérdida salarial acumulada que supera el 60% desde el inicio del gobierno de Milei.

Más adelante, Straschenco describió las condiciones de trabajo dentro de la central nuclear: “Hoy un técnico arranca con 700 u 800 mil pesos en mano y el operador más calificado no supera los tres millones. Estamos hablando de una central que abastece buena parte de la energía del AMBA”. En ese sentido, señaló que el convenio colectivo se encuentra “incumplido hace tiempo” y que las paritarias “vienen cerrándose a la baja”. “Somos tres sindicatos dentro de la planta, pero el gobierno negocia con uno solo. Por suerte, ahora logramos una unidad más amplia entre todos los gremios de la zona para enfrentar estas políticas que buscan dividirnos y empeorar las condiciones laborales”, afirmó.

Con respecto a las consecuencias sociales de la posible privatización, el dirigente fue claro: “Atucha, Yacyretá y las grandes generadoras estatales producen al costo. No tienen ganancias ni plusvalía, sólo cubren los gastos de operatividad y mantenimiento. Quien venga a comprar no lo va a hacer a pérdida: va a buscar rentabilidad, y eso va a derivar en tarifas mucho más altas para todos los usuarios”. Straschenco recordó que el Estado ya desreguló el mercado mayorista eléctrico, lo que “anticipa una escalada tarifaria”. “Hoy a Atucha se le paga el mega a 63 dólares, mientras que el país está importando energía a 116. Privatizar implicaría llevar ese costo a más de 100, y lo vamos a pagar los usuarios”, subrayó.

En la entrevista, el sindicalista repasó además los antecedentes históricos: “Ya en los 90, durante Menem, se intentó privatizar Atucha. En ese momento la obra de Atucha II estaba paralizada y recién pudo reactivarse durante las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner”. Straschenco destacó el papel del Estado en la finalización de esa obra y en la creación del reactor CAREM, un desarrollo tecnológico argentino de proyección internacional que hoy está completamente detenido. “El CAREM es un reactor de diseño y fabricación nacional, un proyecto único en el mundo, moderno y modular. Podría garantizar soberanía energética total, pero hoy está abandonado”, lamentó.

El dirigente explicó que Argentina es uno de los pocos países del G20 que domina todo el ciclo nuclear, desde la minería del uranio hasta la ingeniería metalmecánica. “Eso nos permitiría ser totalmente independientes de cualquier país o tecnología extranjera. Si se concreta la privatización de Nucleoeléctrica Argentina, como dice el presidente, se va a poner el último clavo al cajón del proyecto nuclear argentino que tiene más de 70 años”, alertó.

Finalmente, Straschenco advirtió que la falta de inversión estatal y la cesión del control energético a manos privadas significarían una pérdida de soberanía y un retroceso estructural. “Si dejamos de producir, vamos a tener que importar lo que antes hacíamos nosotros, pagando más caro y perdiendo independencia. Lo que está en juego no es sólo el salario o una empresa: es el futuro energético del país”, concluyó.

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