Macri-tour: las andanzas por el mundo del jefe de gobierno offshore

Macri-tour: las andanzas por el mundo del jefe de gobierno offshore

El alcalde neoporteño dedicó sus primeros tres meses de mandato a viajar. Los destinos VIP del primo Jorge. La excusa “coolhunter”: “Es sumamente enriquecedor conocer de primera mano hacia donde van las ciudades europeas”.

Por Roberto Romero

Si para hablar de los primeros 100 días de una gestión suele usarse la figura de la luna de miel, para muchos Jorge Macri se lo tomó literalmente. Su arranque como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires será más recordado por sus caminatas en las playas de Punta del Este y su visita a Roma junto a su esposa que por su presencia en los focos de conflicto que en este tiempo estallaron en el distrito más rico de la Argentina.
El exintendente de Vicente López, verdadero Marco Polo autóctono, parece haber desarrollado un método que es el sueño de cualquier trabajador: sale a recorrer el mundo en busca de soluciones. No sería entonces turismo ni placer, sino la tarea propia de un coolhunter, un cazador de tendencias.

Por caso, si los vecinos de Caballito se quedan sin luz y la basura se acumula en las esquinas, el alcalde viaja a las costas uruguayas, tratando de recuperar un poco del glamour esteño. Y si hay un brote de dengue y los hospitales no dan abasto, vuela a la Santa Sede, confiando quizás en que la providencia aporte las certezas que no surgen de la planificación.

A quienes lo cuestionan, desde el entorno del alcalde les contestan citando a Javier Milei: “No la ven”. Pero las vecinas y los vecinos responden que al que no lo ven es a él. Sucede que las escapadas del primo de Mauricio Macri coincidieron con inundaciones, una plaga de mosquitos, accidentes en construcciones, suciedad en las calles y el colapso del sistema de salud.

Todo comenzó a solo 20 días de haber asumido el cargo. En un vuelo privado –trascendió una cifra: cerca de U$S35.000–, Jorge Macri viajó a Punta del Este a pasar año nuevo junto a su esposa, la periodista María Belén Ludueña. Aunque el grueso de los medios trató de evitar el asunto, en las redes no tardaron en circular fotos del arribo del flamante mandatario al destino turístico más caro de Uruguay. Mientras, de este lado del charco, se seguían reclamando tareas de reparación y limpieza por los destrozos que había causado la fuerte tormenta del 17 de diciembre, y los gremios advertían sobre el comienzo de despidos masivos en el sector público.

Entre la catarata de críticas que recibió, hubo quienes transformaron la bronca en creatividad:

Hasta hubo una petición en la plataforma Change.org “para que Jorge Macri deje la reposera y agarre la pala”. Los firmantes solicitaron “que el jefe de gobierno porteño empiece a trabajar por sus vecinos y deje de vacacionar por el mundo”.

Un Macri paseando por Roma

A pesar de los reproches y los problemas que no paraban de sucederse en el distrito, el 9 de febrero el alcalde voló hasta el Vaticano para asistir a la canonización de Mama Antula por parte del papa Francisco. Además de su esposa, lo acompañaron el secretario General y de Relaciones Internacionales, Fulvio Pompeo; y la secretaria de Bienestar Integral, Victoria Morales Gorleri. Para Macri y Ludueña fue un viaje soñado –así lo expresaron en sus redes–, pero la Ciudad experimentaba un Vía Crucis. La comitiva porteña que, con sigilo, se despidió rumbo a Italia dejó atrás el saldo de las lluvias que habían castigado el Área Metropolitana: inundaciones y destrozos en calles, viviendas, escuelas y hospitales, y hasta la suspensión de un servicio de subterráneos que quedó bajo el agua.

Las fotos de la pareja en Roma, emocionados, con devoción religiosa y a los abrazos con Milei y el resto de la troupe presidencial, contrastaron con los cacerolazos por la interrupción del suministro eléctrico, caído desde que el sábado 10 de febrero estallara una central de Edesur y dejara a oscuras a 60 mil usuarios. Para el 12 de febrero, bajo la lluvia, vecinos de Caballito convocaron a un corte en avenida Directorio, a la altura de la calle Viel. Ocurría que al menos 3.700 clientes de Edesur seguían sin electricidad en ese barrio.

En un intento por mostrarse activo, el alcalde subió una foto desde las instalaciones de ATAC, “la empresa de transporte público más grande de Italia y una de las más importantes de Europa”. ¿Su explicación?: “Es sumamente enriquecedor conocer de primera mano hacia donde van las ciudades europeas en materia de accesibilidad y movilidad urbana”. El argumento no fue bien recibido en las redes ni en las casas sin luz.

Pero la pareja Macri-Ludueña se mantuvo tan imperturbable como radiante, miembros de esa clase política que practica el desenfado y que gusta de ventilar digitalmente una intimidad premeditada. Como en pandemia, cuando compartían recetas y el futuro alcalde porteño se disfrazaba de chef.

En su paso por el Vaticano, Ludueña mostró un look total black que, según los medios especializados, “deslumbró a todos” durante una ceremonia donde se canonizó a una religiosa que peregrinaba descalza y pedía limosnas. Como Jorge, ella también sigue las tendencias del mundo: desde su cuenta de Instagram, donde tiene más de 370 mil seguidores, comenzó el 2024 sorteando cuatro vestidos. “De esta manera lo que hacemos es visibilizar la moda circular en estos momentos de austeridad”, explicó.

A la vuelta de Roma, Macri retomó la actividad pública el 15 de febrero y el 16 difundió un video anunciando que reforzaba “los sistemas de limpieza en zonas críticas” porque “mucha gente que duerme en situación de calle revuelve mal la basura” y “desordena”, lo que perjudica a quienes “quieren simplemente disfrutar y transitar por el espacio público”. Para llevar tranquilidad, agregó que de esa forma “el olor, el aroma, cambia mucho”.

Un día antes de su reaparición, en ese lapso entre que armaba y desarmaba las valijas, el Boletín Oficial porteño informó un nuevo tarifazo para los viajaros locales, con el objetivo de que en abril el subte pase de $125 a $574, que en mayo trepe hasta $667 y que en junio llegue a $757. En total, una suba del 505%, siempre que se tenga la tarjeta SUBE registrada. En cuanto al peaje, se fijó un aumento del 150% en abril y del 35% en junio.

Otra postal de los primeros 100 días llegó el 29 de febrero, cuando una rata de buen porte hizo su aparición mientras Macri le explicaba a la prensa el operativo de desalojo de una feria en el Barrio 31, de Retiro. En medio del pánico desatado y luego de que uno de los presentes le acertara una patada, el roedor terminó siendo la comida de dos perros. Black Mirror.

Un día después, el 1 de marzo, en su discurso de apertura de sesiones, el mandatario offshore prometió: “La senda de la austeridad es para nosotros innegociable y es también un indicador de nuestra decisión de frenar la inercia del gasto político”. Sin embargo, tanto escaló el affaire de los viajes que acabó por desbordar el dique de contención de la prensa amiga.

El 18 de marzo, en el Momento Whisky, el tramo más corrosivo de Odisea Argentina, el programa de Carlos Pagni en LN+, se leyeron las páginas de un libro conjetural donde un supuesto Jorge Macri sostenía: “Como dijo el presidente Milei, muchos no la ven. Por ejemplo, en nuestro caso creen que con María Belén vivimos de vacaciones. Todavía no entendieron que se trata de nuestro método: resolver muchos problemas de la ciudad recurriendo a experiencias del exterior”. De fondo, una foto de la pareja en góndola, sonrientes. En el estudio, también sonriendo, recordaban: “Están trabajando”.

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