Los festejos de Pirro – Horacio Verbitsky en El Cohete a la Luna

Los festejos de Pirro – Horacio Verbitsky en El Cohete a la Luna

El gobierno de los Hermanos Milei obtuvo la semana que termina lo que parecieron dos victorias resonantes. Pero pocas horas después padeció dos derrotas no menos categóricas. Esta noche, en el prime time y en cadena nacional, festejará su omnipotencia, con el pretexto de defender su presupuesto de déficit cero, pero quienes asistan, que no serán todos, lo verán con un ojo político afabiolado. Desde hace 24 siglos la cultura occidental denomina pírrícos a esos triunfos. Otra así y estamos liquidados, fue la frase del rey griego Pirro después de batir a los romanos en Asculum, luego de una batalla en la que perdió 3.500 soldados.

Empecemos por las victorias.

  • En la Cámara de Diputados consiguió alcanzar el tercio de los votos presentes, para confirmar su veto total a la ley jubilatoria.
  • En Washington, el Fondo Monetario Internacional corrió de las negociaciones con el país al responsable de Subamérica, el ex ministro chileno de Economía Rodrigo Valdés, a quien el Presidente había acusado de actuar con mala intención porque no quiere que a la Argentina le vaya bien. Cristina lo celebró en su conferencia en Merlo y dijo que ojalá otros hubieran tenido la misma insistencia. Mensaje para Tigre y Puerto Madero.

Pero en el Senado

  • un entendimiento entre radicales y peronistas superó con amplitud los 2/3 en favor de la ley de financiamiento de las universidades públicas, que pondrán en duda el anuncio oficial de que también vetará esta ley, y
  • una coalición aún más amplia derogó el DNU que otorgó 100 millones de dólares al cambio oficial a la nueva SIDE, con el pretexto de combatir el terrorismo.

El secreto que el gobierno tendió sobre la adquisición de la parafernalia de seguridad e inteligencia que trafican Israel y su gestor local, Mario Montoto, no se justifica por el sospechoso estallido de un petardo en la Sociedad Rural, sin aptitud para otra cosa que un susto. Luego de un anuncio triunfal sobre la identificación y arresto del que todos llamaban terrorista, el juez federal Daniel Rafecas lo dejó en libertad cuando comprobó que se trataba de otro fake. El rabino Axel Wahnish, que Milei designó como embajador en Israel, más parece representante de ese país ante la Argentina. Ya atiende sus asuntos en Jerusalén, pese a que la embajada sigue ubicada en Tel Aviv. Esas provocaciones son el origen del peligro a la seguridad que corre la Argentina, cuyas autoridades tienen el insulto fácil contra Brasil, China e Irán, mientras las Fuerzas Armadas brasileñas participan en Goiás del ejercicio conjunto Formosa, con munición real, junto con tropas de Estados Unidos y China.

El traficante de parafernalia bélica Mario Montoto con el embajador Wahnish en Jerusalén.

Para despejar los obstáculos al veto, que le ahorró al fisco 17.000 pesos mensuales por dos de cada tres jubilados que perciben la retribución mínima, el Presidente Javier Milei se reunió con un grupo de diputados radicales que habían votado el proyecto de su partido, al que luego adhirieron otros bloques. Fue persuasivo, porque cinco radicales respaldaron el veto, borocoteada que también siguieron tres tucumanos que responden al gobernador Jaldo, y los tres de Innovación Federal que escuchan las directivas de los gobernadores de Salta, Río Negro y Misiones. En un pase de magia, Milei transformó a 87 ratas en otros tantos héroes y ahora anuncia que los invitará a comer un asado en RPO, la sede de los plenarios de la casta, desde el gobierno de Alfonsín hasta el que presidió el Doctor Fernández.

Saturno devora a su hijo, de Giulia Lama (s.XVIII), intervenido por Narvaja.

La catarata de memes compite con los pedidos de expulsión del partido, muy flexible en el tránsito ida y vuelta de herejes, como Julio Cleto Cobos. En ambos casos, los movimientos fueron consecuencia de una traición, cuando aceptó la candidatura a la vicepresidencia de CFK y cuando desempató en su contra por la resolución 125 sobre retenciones móviles.

Milei también logró que se generalizara la degradación de las relaciones políticas, y siguiendo sus mismas palabras. En eso consiste un falso aviso de la cámara de especialidades medicinales, que desde ahora utilizará diputados radicales en vez de ratones para sus ensayos clínicos, por razones que explican así:

Este desenlace también confirma el sinsentido de las especulaciones acerca de un eventual juicio político al Presidente, que la ministra de seguridad Patio Bullrich y los papagayos mediáticos que adulan a Milei viven atribuyéndole al kirchnerismo, cuando nadie afirmó con mayor precisión que Cristina, que ello no es ni posible ni deseable. Lo que nadie puede calibrar con exactitud por ahora son las consecuencias políticas que el veto tendrá sobre los 5,7 millones de jubilados y pensionados heridos por la decisión. Ni sobre sus hijos y nietos, que deben ayudarlos a terminar cada mes y entre quienes crece la población de desencantados.

El corte de las fuerzas de inseguridad

El gobierno también celebra la languidez de las manifestaciones de rechazo, gracias a su protocolo inconstitucional contra las protestas. El grueso de los manifestantes, que no eran tantos ni tan pocos, se conformaba con poner pies sobre la plaza y dejaba que la interrupción del tránsito vehicular quedara a cargo de las fuerzas de inseguridad. Muy sobre el final, cuando el destino de la votación ya era irreversible, sólo unos pocos jubilados se encararon de frente con las tortugas blindadas. Los uniformados usaron sus gases, porque esa es su diversión preferida, pero les bastaba con empujarlos con sus escudos para que cayeran al suelo o retrocedieran. Como siempre se superan, esta vez gasearon en la cara a una nena de 10 años, que transitaba por el lugar con su madre. El gobierno negó el hecho y la viceministra de Seguridad importada de Córdoba, Alejandra Monteoliva, informó que luego de cotejar distintos videos concluyeron que no había policías en torno de la criatura y que quien la agredió fue otro manifestante, vestido con un traje naranja. Pero otras señales de noticias mostraron dos videos en los que no hay dudas de que fue un jefe policial el agresor, que bajó el brazo para apuntar al rostro de la nena, que estaba en el suelo, pese a los avisos sobre su presencia. Así lo describió el matutino gráfico La Nación: “Uno de los uniformados, de pie junto a la madre y la hija sentadas en el asfalto, decide apuntar hacia abajo y, a escasos centímetros, lanza una descarga continua sobre las cabezas de las mujeres. No solo eso, mueve el aerosol de arriba a abajo, varias veces, con lo cual la descarga impregna rostros, sienes y nucas de la madre y la hija. Luego, vuelve a apuntar hacia arriba el aerosol, para dirigir el spray hacia los manifestantes. Los potentes lanzadores de gas pimienta que utiliza la policía están desaconsejados para ser disparados a corta distancia, por el daño que pueden generar, a diferencia de los sprays de defensa personal, de tamaño mucho más pequeño y menos potentes”.

¿Patadas?

El columnista de La Nación Eduardo Feinmann estalló de indignación y reveló que el video falso había sido enviado al medio a las 18.15 por el jefe de la policía federal, comisario Alejandro Rollé. Pidió el despido del funcionario, de la viceministra Monteoliva y de la propia ministra Bullrich. “A las patadas”, dijo. En una escena surrealista, Bullrich siguió negando los hechos a la vista del video categórico, en una clara disposición de proteger al delincuente. “Usted dice que le tiró gas a la nena. ¿Por qué lo haría, es un mal policía, es un mal papá?”, fue su inaudito argumento ante Feinmann, que seguía denunciando haber sido engañado. Monteoliva fue la ministra de Seguridad de Córdoba en 2013, despedida por el gobernador Juan De la Sota por su actuación ante el acuartelamiento de las fuerzas de seguridad.

Pero todo volvió a su quicio. Nadie fue despedido, ni siquiera Feinmann. Las patadas solo se reservan para los manifestantes y apenas 24 horas después, el indignado se disculpó al aire con Bullrich y recitó el credo del aporreo a los terroristas enemigos de la patria. La prelación de las jerarquías quedó restablecida. El zapato de Milei apunta a los fundillos de Feinmann antes que a los blancos trousers de la Ministra Pum Pum, como la llama Rinconet.

Los artículos discutidos

El artículo más conocido de la ley jubilatoria es el que compensaba con un incremento retroactivo del 8,1% la inflación del inicio del actual gobierno, consecuencia de la devaluación dispuesta al asumir y luego actualizaba los haberes según el IPC del mes.

El jefe de gabinete Guillermo Francos negociaba con la oposición que el veto fuera sólo parcial, que respetara ese empalme de la inflación perdida y se concentrara en los artículos 2,4 y 10, de mayor costo fiscal.

Son los que establecían que

  • la mínima no fuera inferior a la canasta de supervivencia (o indigencia según la jerga),
  • cada año además de compensar la inflación hubiera un aumento real si la economía crecía, y
  • la cancelación de las deudas con jubilados y con las cajas de más de la mitad de las provincias.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la ley vetada hubiera implicado un incremento del gasto del 0,44% del PIB. Milei, en cambio, dijo que la nueva norma, “demagógica e irresponsable”, votada por los “degenerados fiscales”, implicaría “subir la deuda 24 puntos del PBI”, incrementándola en “370.000 millones de dólares”. Jorge Fontevecchia lo llamó a él “degenerado matemático”.

Con apoyo en ese cálculo estrambótico, el triángulo de hierro, que Milei integra con la Zarina y con el asesor sin cartera Santiago Caputo, anunció el veto total. Ofendió con eso a Francos, cuya estabilidad ya no es la que era. El jefe de gabinete también había considerado la posibilidad de retroceder con el decreto que penaliza a los periodistas curiosos y también en ese caso el juvenile del equipo lo desmintió. Sobre todo, Milei hizo una demostración política de voluntad de poder. Cantó falta envido y retruco con dos cuatros y una sota y acudiendo a los mecanismos clásicos de la casta que dice detestar. “Compró cinco radicales”, sintetizó Cristina en Merlo.

Los 100 millones

No es el único contratiempo generado por el veto. Golpeada por la deserción de sus cinco tránsfugas (y sobre todo por el entusiasmo libertario del tucumano Mariano Campero), el jueves la UCR volteó en el Senado el decreto que más le importaba al gobierno: el que concedía 100 millones de dólares al cambio oficial a la SIDE, sin otra explicación que un par de generalidades sobre aparatología antiterrorista, y ratificó la ley de financiamiento educativo.

No fue el gobierno argentino, sino el estadounidense, el que informó que el gobierno de los Hermanos Milei será uno de los que participarán con tropas (aun no se sabe si militares o policiales) en una nueva misión en Haití, esta vez encabezada por Kenia, tan frustrante como las de 1994 y 2004.

Al mismo tiempo, la Argentina insiste en su solicitud de ingreso como socio global de la OTAN, que aumentaría la vulnerabilidad y los riesgos para el país, provenientes de un contexto global en el que no hay intereses argentinos relevantes. Peor aún, implicaría la asociación con los principales aliados de Gran Bretaña en el arrebato de la porción sur del territorio atlántico argentino. Si lo consigue, no implicaría que los demás asociados acudirían en su defensa en caso de ataque, algo que sólo ocurre con los miembros plenos, Estados Unidos, Canadá, Turquía y Europa. Mientras, se ha intensificado el intercambio de misiones entre las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y de la Argentina. A la visita del secretario de Marina, siguió la del jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac, a la sede del Comando Sur. Los respectivos comunicados son siempre genéricos, elogian la cooperación y no exponen en qué consiste, cosa que debe deducirse. Por ejemplo, la OTAN aportó 40 millones de dólares para que la Argentina adquiriera los viejos aviones daneses que ni le hacen cosquillas a Gran Bretaña en el Atlántico Sur, en vez de los indios o chinos que se ofrecían con amplio financiamiento. Además, la Argentina está enviando helicópteros a Ucrania, lo cual la involucra de lleno en el principal frente de guerra de la actualidad, en el que varias partes hablan de una tercera guerra mundial. Otro tanto ocurre con el irrestricto apoyo de los Hermanos Milei a Israel en su campaña genocida en Gaza.

Campero fue electo en la lista que llevó como candidata a la presidencia a Patio Bullrich, quien se jactó de haber operado para obtener esta eficaz muestra de transformismo. A los gritos, el tucumano acusó de desestabilizadores a quienes votaron como él hace tres meses y, cuando no, al kirchnerismo.

Pero cada vez resulta más difícil invocar ese espantajo. Esta vez no sirvió la cita que Milei, junto con Bullrich y Francos, mantuvo el miércoles con los jefes de los bloques amistosos, entre ellos el radical. Esta vez el kirchnerismo junto con los radicales, cuyo presidente aún es Martín Lousteau, impusieron el tratamiento el jueves en el Senado de los dos temas que el gobierno quería evitar, además de la boleta única para las próximas elecciones. La nueva boleta interesa al gobierno, pero no es seguro que sea aprobada en revisión en Diputados a tiempo para que se aplique en los próximos comicios.

En cambio, la ley universitaria y el decreto de la inteligencia secreta fueron inapelables. La transversal movilización de la comunidad universitaria maniata al gobierno. Milei anunció que también en ese caso acudiría al veto (aunque esta vez la Oficina de Presupuesto del Congreso estima apenas un 0,14% de incremento sobre el PIB), pero en ese caso la masividad de la respuesta de los afectados haría más difícil alcanzar el tercio de bloqueo.

Si el veto a los jubilados es una estafa al pasado, el ayuno de las universidades afecta al futuro. Alguien muy parecido a Milei en sus modos experimentó el impacto que tiene esa cronología, durante el debate de la semana pasada con Kamala Harris. Luego de escuchar varias chicanas, la Vicepresidenta dijo con su mejor sonrisa: basta de hablar del pasado. Hay una nueva generación que se asoma a la conducción de la cosa pública. Hablemos del futuro.

Tanto en Estados Unidos como en la Argentina, encuestas de muy distinto origen indican una merma en la aprobación que cosechan tanto la persona como la política de Trump y de Milei, cosa que sus rimbombantes autoelogios pueden retrasar pero no impedir. En una de las entrevistas complacientes que concede, Milei se proclamó “uno de los dos políticos más relevantes del planeta Tierra”. También se autopercibió como “el máximo exponente y defensor de las ideas de la libertad en el mundo”. Sus adversarios, en cambio, le parecen “ratas invisibles, en comparación conmigo, que me reúno con los empresarios más importantes del mundo” y se preguntó: “¿Qué visión puede tener una rata respecto a un gigante?”. Afirmó que el juez “Lijo es el único que conoce perfectamente cómo funciona el sistema judicial, sería el primero que llega a la Corte Suprema con esa característica”.

Más insólita que esta defensa del candidato es la que practicaron Lilia Lemoine y Fernando Cerimedo, con una burla feroz al candidato de su Presidente.

Por su parte, Trump proclamó que se había impuesto en el debate según dos encuestas que no identificó, con el 88% y el 73% de opiniones favorables cada una, cuando la medición técnica de CNN arrojó un nítido 63% a 37% para Harris, exactamente al revés de lo que sucedió cuando Trump enfrentó a Biden. Trump se aferró a un par de afirmaciones tan insostenibles, que terminó discutiendo con los moderadores mientras Harris observaba con una sonrisa. De hecho, ella usó siete minutos menos que su rival. Lo bueno, si breve… Según Trump:

  • Los inmigrantes haitianos en Springfield se están comiendo los perros y los gatos de los residentes.
  • La criminalidad aumenta en Estados Unidos mientras disminuye en todos los países que envían allí a sus inmigrantes.
El meme de la fuga.

Los presentadores respondieron que habían chequeado esos datos con las autoridades respectivas y que no eran ciertos.

Un notable efecto del debate es que Trump rehusó repetirlo. Ya tuvo bastante. Un duro golpe que le propinó Harris fueron los videos en que Milley y Esper lo consideraron inapto para presidir el país.

Esto dijo el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Mark Milley: que los militares no defienden a un individuo sino a la Constitución. Y el ministro de Defensa, Mark Esper, contó su oposición a la orden de Trump de retirar tropas de Alemania para llevarlas a Nueva York contra el movimiento Black Lives Matter.

“Los eché por ineptos”, fue la respuesta de Trump, tan parecida a las de Milei aquí.

Con la misma impavidez que Trump, Milei sostuvo que el valor de las jubilaciones “vuela” y que en dólares “su poder adquisitivo creció”. Ni llega a ser un sofisma: poder adquisitivo es aquello que el ingreso permite comprar. Medirlo en dólares, cuando los jubilados consumen en la verdulería de la esquina o el súper de la otra cuadra es un disparate, que sólo tendría sentido si los precios no crecieran cada semana. Para salvar aproximadamente estos obstáculos The Economist inventó el índice BigMac, que mide el poder adquisitivo del salario en todos los países por el precio de la hamburguesa, cuyos componentes son los mismos en todos lados. En la medición de este mes la Argentina ocupa el cuarto lugar entre los países más caros en dólares:

  1. Suiza: u$s8,17
  2. Noruega: u$s7,14
  3. Uruguay: u$s7,04
  4. Argentina: u$s6,30 (a dólar oficial)
  5. Suecia: u$s5,87
  6. Costa Rica: u$s5,71
  7. Dinamarca: u$s5,69
  8. EEUU: u$s5,69
  9. Sri Lanka: u$s5,69
  10. Canadá: u$s5,59.

Un vocero mediático de Milei atribuyó a influencia del gobierno saliente de Joe Biden, el desplazamiento del chileno Valdés, con la intención de ayudar al gobierno libertario, pese a su identificación con el candidato republicano. No es imposible ni muy probable. En su diatriba contra Valdés, Milei sugirió que su mala voluntad se debe a su ideología de izquierda. Quien ahora quedará al frente de las negociaciones será su segundo, el venezolano Luis Cubeddu, que ya era funcionario del FMI cuando Hugo Chávez llegó al gobierno en Caracas. Lo asistirá el representante en la Argentina, el tailandés Ashvin Ahuja.

Si ya era insólito suponerle a Valdés una tendencia a cualquier forma de socialismo, por haber sido ministro de Michelle Bachelet, no hay forma de ajar los pergaminos ortodoxos de Cubeddu, quien participó en el equipo que negoció con la Argentina durante el mandato interino al frente del Poder Ejecutivo del senador Eduardo Duhalde. Con esposa e hijos argentinos, durante la gestión de Néstor Kirchner intervino en la negociación de la deuda en default y encabezó la misión del organismo cuando Alberto Fernández reemplazó a Maurizio Macrì y Kristalina Georgieva a Christine Lagarde.

En estas materias es riesgoso hacer vaticinios. Tal vez, como exulta Milei, el desplazamiento de Valdés preanuncia una negociación exitosa del nuevo acuerdo que la Argentina debe alcanzar con el FMI. Pero como los problemas estructurales no se han modificado, el riesgo crediticio del país sigue siendo sideral, las reservas han desaparecido, la inflación ha vuelto a trepar pese a la recesión y no ingresan los dólares necesarios. El venezolano podría ser tan o más exigente que Valdés, pero ya sin la acusación de parcialidad que Milei colgó al cuello del chileno. Dos antecesores de Valdés y Cubeddu adelantaron opinión. El argenmex Alejandro Werner, que bajo Christine Lagarde negoció el préstamo al gobierno de Maurizio Macrì, opinó que “la comunidad internacional” (no dijo el FMI) cometería un “error garrafal” si no le extendiera a Milei un nuevo cheque por 20.000 millones de dólares. Pero cuestionó la política fetiche de Milei: para Werner sería mejor ir más lentamente con la desinflación, y en cambio acumular más reservas, punto en el que parece coincidir con CFK. En cambio el mendocino Claudio Loser, que ocupó el mismo cargo durante la crisis final de la convertibilidad, cuestionó el monto del préstamo que Werner le concedió a Macrì.

Sobre todo, advirtió que las exigencias a Milei serán las mismas que con Valdés, porque el FMI es “una organización vertical”, que “trabaja en equipo”. De modo que Cubeddu y el Fondo “no van a ser más blandos, ni van a pedir cosas diferentes”. Insistirán, por ejemplo, en que no enviarán nuevos fondos si la Argentina no devalúa nuevamente el peso y se corrige la brecha cambiaria. Más tacaño que Werner en sus estimaciones, Loser opina que los Hermanos Milei no pueden esperar más que 5 ó 7.000 millones de dólares, y con duras condiciones.

Opine quien opine, es clarísimo que la única meta del gobierno libertario es aumentar el endeudamiento del país, exactamente lo contrario de lo que hicieron los Kirchner, tanto en la reestructuración de la deuda privada como en el pago total de lo que reclamaba el FMI. Y esos fueron los años de mayor crecimiento y mejor distribución desde la muerte de Perón.

Werner y Loser. ¿Qué será, será?

Los libertarios tienden a confesarse ante auditorios patronales. El vicejefe de gabinete, José Rolandi, dijo la semana pasada que consiguieron reformas trascendentales, pero que si las empresas no invierten y se quedan esperando a ver si Milei es reelecto en 2027, “si el sector privado no da el segundo paso e invierte, esto se cae”.

Damas y caballeros

La denuncia por violencia de género contra el camarista de Casación Gustavo Hornos generó un sorprendente 8 a 1 en ese tribunal a favor de remitir el caso a la comisión de acusación y disciplina del Consejo de la Magistratura. Sólo se opuso el viajero a Lago Escondido Carlos Mahiques. Tampoco le va bien al ex Presidente Alberto Fernández. Tanto la esteticista de su exposa como el segundo médico que la atendió confirmaron que la vieron con el ojo en compota, atribuido a un golpe involuntario del Doctor Fernández. Y el juez Luis Alberto Schlegel confimó a la fiscal Mónica Cuñarro al frente de la investigación de la que intentaba apartarla la escort Melody Jacqueline Rakauskas, denunciante del alcalde matancero Fernando Espinoza.

Hornos es uno de los jueces que deben decidir sobre la apelación del fiscal Diego Luciani, quien pidió el doble de la pena contra CFK en la causa de Vialidad. El más insólito cuestionamiento a este proceso provino del Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien antes de asumir decía a voz en cuello que no hay pruebas contra la ex Presidenta.

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