Horacio Verbitsky: ¿Se come, se cura, se educa? – El Cohete a la Luna

Horacio Verbitsky: ¿Se come, se cura, se educa? – El Cohete a la Luna

Hace cinco años, el diario Clarín recordó la frase de Raúl Alfonsín en su discurso inaugural, el 10 de diciembre de 1983: “Con la democracia no sólo se vota, sino que también se come, se educa y se cura”. El columnista revisó el desempeño de la democracia argentina y afirmó que entre 1982 y 2016 cayó la tasa de mortalidad infantil, subió la esperanza de vida al nacer, creció el porcentaje de jóvenes que cursaban el secundario y el de inscriptos en la universidad, mientras bajaron tanto la pobreza como la indigencia. La conclusión fue que el discurso de Alfonsín “no estaba errado; con la democracia se come, se educa y se cura”. El autor fue Martín Tetaz, un economista que tres años después sería elegido diputado nacional en la boleta de Juntos por el Cambio.

Su manejo de las cifras toma periodos que cubren diversos gobiernos y no discrimina qué ocurrió con cada uno, con lo cual empareja a quienes mejoraron los indicadores con quienes los maltrataron. Es una distracción muy conveniente para el representante de la alianza entre la UCR y el PRO, ya que los números fueron muy negativos durante las presidencias de sus figuras principales, Fernando De la Rúa y Maurizio Macrì.

El sitio Chequeado, que financian empresas multinacionales y los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña, subsanó la omisión con este gráfico, referido a la pobreza. Allí se observa en forma nítida la mejoría durante los gobiernos de Néstor Kirchner y CFK y el deterioro con De la Rúa y Maurizio Macrì, que se prolongó bajo la actual administración del Doctor Fernández.

Ni por milagro

Ya en 1992, Alfonsín corrigió su frase: “Con la democracia, se come, se cura y se educa, pero no se hacen milagros”.  El mayor milagro hubiera sido que el Ministro de Economía Sergio Tomás Massa se impusiera en las elecciones presidenciales, con una tasa de inflación anualizada del 140%. Y sobre todo, con el consiguiente deterioro del poder adquisitivo de los salarios.

Durante la campaña, Massa intentó atenuar ese impacto: bonos para jubilados, mejora de asignaciones, devolución del IVA para trabajadores de ingresos bajos y medios, eliminación del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría, créditos a tasa subsidiada. Eso explica que se haya impuesto en la primera vuelta de la elección presidencial, pero no le alcanzó para prevalecer en la segunda.

En la elección del 22 de octubre estuvo a tres puntos de alcanzar la presidencia, y hoy se reprocha no haber redoblado los esfuerzos para llegar a 40 puntos, dado que Milei no alcanzó los 30. En la segunda, la transfusión del voto antiperonista del PRO liquidó la discusión. Las consecuencias de cada aspecto se sienten ahora: las provincias reclaman ser compensadas por la detracción de ingresos coparticipables a raíz de la eliminación de ganancias, y Milei cincha con las distintas fracciones del PRO para asegurarse los votos imprescindibles, que le permitan aprobar sus proyectos de ley en el Congreso.

Este cuadro muestra la hecatombe sufrida en sus ingresos por las diferentes categorías de trabajadores, este año y durante todo el gobierno del Doctor Fernández. Desde que asumió la presidencia, no hay categoría que no haya perdido ingresos. La más castigada fue la de los trabajadores no registrados, pero no se salvó nadie de la guadaña, pese a los reclamos insistentes, tanto públicos como privados, de la Vicepresidenta CFK.

A pocos días de mudar sus guitarras de la residencia de Olivos, el Presidente padeció un nuevo ataque de locuacidad. Luego de reiterar que no se siente responsable de nada y de atribuir todos los problemas a la pandemia, a la guerra, a la sequía y a la Vicepresidenta, opinó sobre la futura conducción del Partido Justicialista. Créase o no, sugirió para esa responsabilidad a su amiga Derrota Dolosa.

Indefinición y contramarchas

Para conocer en detalle quiénes integrarán el gabinete de Milei, cuáles serán las autoridades de las dos cámaras del Congreso y qué medidas adoptará al iniciar su gestión, no queda más remedio que aguardar su asunción y su primer discurso presidencial. Nunca antes hubo mayor indefinición y contramarchas en la conformación de un nuevo gobierno. Es fácil atribuirlo a la exuberante personalidad de quien dentro de una semana se calzará la banda y empuñará el bastón simbólicos. Pero más significativo que ese aspecto psicológico es la debilidad legislativa de La Libertad Avanza, sin precedentes en la democracia argentina y con pocos parangones en el mundo. Una comparación aproximada sería con el gobierno del ex Primer Ministro italiano Bettino Craxi, pero en un sistema parlamentario. En 1983, el socialista Craxi, que sólo había obtenido el 11,4% de los votos,  celebró una alianza con la mayoritaria Democracia Cristiana, que de ese modo les cerró el paso a los eurocomunistas de Enrico Berlinguer.

Milei no tiene asegurado el apoyo de los diputados y senadores de la UCR, quienes por ahora afirman que fueron elegidos como oposición, aunque puede haber excepciones. Si todo cuadrara de la mejor manera, a sus 37 diputados podría sumar medio centenar del PRO. Quedaría muy lejos del quórum para sesionar (129) y tal vez también del tercio necesario para poner al Presidente a salvo de la insistencia del Congreso contra eventuales vetos y del juicio político. Su debilidad es aún mayor en el Senado, donde sólo tiene 7 bancas propias, apenas el 10% del cuerpo. La eventual ministra Diana Mondino declaró que en vez de leyes, Milei podría dictar decretos. Pero la alianza Pro-libertaria tampoco tiene los votos para impedir que esos decretos sean derogados en el Congreso. A una semana de la asunción de Milei, incluso está en duda la existencia de esa alianza en el Congreso, dado que ni el candidato de Macrì a presidir la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, ni el de Milei, Florencio Randazzo, fueron aceptados, ni por el otro socio ni por las pequeñas bancadas de LLA. El viernes Milei reveló que se inclinaba por Martín Menem, uno de los primeros peronistas que adhirieron a la LLA.  Como presidente provisional se inclinó por otro libertario, el productor agropecuario de Formosa Francisco Paoltroni. Los gobernadores de JxC piensan negociar ley por ley con el nuevo gobierno.

La felicitación de Macrì a Bullrich y Caputo y su deseo de éxito está envenenada: el ex Presidente afirma que se trató de decisiones personales, es decir sin su apoyo. Al desear el éxito del nuevo gobierno, reiteró la inquietante expresión que usa Milei: es lo que deseamos “todos los argentinos de bien”.  Fuera de esa categoría sagrada están los feos, malos y sucios, los orcos de quienes se encargará Bullrich, a quien María Eugenia Talerico le aconsejó ir preparando los lugares de detención.

Los perdedores

Luis Novaresio sentenció que “siempre se supo que aunque haya minoría, las presidencias de las cámaras del Congreso son del partido gobernante porque ahí está la línea de sucesión. O sea que Fernández Sagasti o Wado de Pedro, que son los representantes de los perdedores en las elecciones por 12 puntos, van a hacer caso omiso a la tradición y a los votos”. Entusiasta militante del club ¿”La información? Bien, gracias”, Novaresio ignoraba la posición de la Vicepresidenta CFK, quien planteó ceder ambas posiciones a los libertarios. Sobre todo, no parece consciente de que la disputa se libra en otro terreno, el de la designación de las secretarías administrativa y parlamentaria de cada cámara y la presidencia de las principales comisiones. Con apenas siete senadores, los libertarios no tienen el número para llegar a la mayoría de nueve en ninguna comisión. Acerca de la presidencia provisional del Senado y la presidencia de Diputados, el bloque mayoritario discutía dos posiciones:

  • la que adoptó Cristina, sostenida por Fernández Sagasti y Juliana Di Tullio, o
  • su ocupación por la mayoría peronista, como postulaba José Mayans.

Pero acerca de las secretarías y las comisiones no hay discusión alguna, y las tradiciones dicen que se integran en forma proporcional al tamaño de cada bancada. Así lo decidió el pueblo, y “los representantes de los perdedores” (es decir LLA y JxC) no tienen nada que objetar.

La tentación del decreto

En ese contexto, el trascendido oficial sobre la elaboración por Federico Sturzenegger de una ley ómnibus, que modifique decenas o incluso centenares de leyes, para favorecer el ajuste, la desregulación, los despidos y las privatizaciones, podría ser una ensoñación irrealizable en la vigilia.

Por cierto, la decena de gobernadores cambiantes está bien dispuesta a la clásica dación de gobernabilidad a cambio de efectividades conducentes, como propicia el negociador libertario Guillermo Francos. Pero el propio Milei repite ante cada reclamo: “No hay plata”. Mucho menos para pagar la complacencia a un ajuste que los libertarios insisten en llamar más duro del que reclama el Fondo Monetario Internacional.

Carlos Rodríguez, uno de los íconos del liberalismo neo con sede en el CEMA, profundizó su ruptura con Milei y, en especial, con la designación de Luis Caputo como conductor de la economía. Más allá de las coincidencias ideológicas, Rodríguez es un académico capaz de quemarse las pestañas sobre libros y documentos, que ve a Caputo como un tiro al aire, un timbero irresponsable capaz de cualquier desastre. No es extraño, porque lo mismo pensaba Milei sobre el desempeño de Caputo como ministro y presidente del Banco Central bajo la presidencia de Macrì.

Rodríguez, inspirador en 1978 del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (que ahora se denomina Universidad del CEMA), llegó a reclamar la realización de un plebiscito no vinculante antes de decidir la toma de más deuda externa para pagar las Leliqs y los pases, a lo que se opone, porque “será una medida compulsiva sobre el pueblo que tendrá que ajustar sus gastos por años para pagarla”. Eso no parece incomodar a Milei, quien proclamó suelto de cuerpo que vienen hasta dos años de estanflación, es decir caída del producto y alta inflación, el peor de los mundos.

Quienes acusaron al gobierno saliente de acudir a una campaña del miedo, no parecen impresionados por la exhortación de Mondino a los empresarios en la Unión Industrial para que compren generadores, porque no habrá energía para todos, ni por su confirmación de que el país no ingresará a los BRICS. También es cierto que el FMI dijo ver para creer, y que cualquier nuevo aporte será con el cuentagotas del módico Fondo de Resiliencia, y sólo después de que se realice el ajuste.  Es decir, poco y con duras condiciones.

Hava Nagila

Antes de viajar a Estados Unidos, Milei participó en una ceremonia religiosa, en la que fue bendecido por el rabino David Pinto Shlita, director de la Asociación Civil de Enseñanza Religiosa Hevrat Pinto. “Celebro a este hermoso país, Argentina, y pido a Dios que proteja a la Nación para que vuelva a ser lo que fue antes [no dijo antes de qué]. Estoy seguro de que, con la ayuda de Dios, liderarás a la Nación hacia el éxito junto con el pueblo argentino”, invocó el rabino.

El Presidente de la asociación Hevrat Pinto es David Bassul. Su nombre trascendió el 20 de mayo de 2020, por la imponente fiesta de casamiento de su hijo, con un centenar de invitados a pesar del aislamiento obligatorio que regía por la pandemia. Quien se interese por los detalles de la francachela puede consultar la cobertura que en su momento le dedicó Infoemba. Los vecinos contaron que la policía porteña colaboró cuidando las entradas del edificio de Pueyrredón 954, en el barrio de Once, donde se realizó la fiesta, con la música a todo dar. Casi como una norma en todo lo que se relaciona con Milei, otras entidades de la ortodoxia judía repudiaron lo sucedido. Nadie es perfecto.

El cinto del comisario

El viernes, junto con la confirmación de Patio Bullrich como ministra de Seguridad, Milei anunció el nombramiento como Procurador del Tesoro de la Nación de Rodolfo Barra, muy al estilo del gobierno de Israel, donde los judíos ortodoxos comparten tareas con reaccionarios de ultraderecha. Hijo del comisario inspector Antonio Barra, el nuevo Procurador fue educado a latigazos con el cinto del uniforme. Antonio Barra presidía el Centro de Oficiales Retirados de la Policía Federal. Según el acta de la sesión Nº 209, el 5 de mayo de 1974 presentó a la comisión directiva un proyecto de nota dirigido al jefe de Policía, en el que se solicitaba el ascenso de José López Rega de sargento a comisario general. El decreto 1.350/74 que dispuso el ascenso fue firmado el 3 de mayo, dos días antes. Sólo El Brujo conseguía tales milagros.

En la porción de los archivos de Rodolfo J. Walsh que escapó al saqueo de su casa hay una ficha con la foto de un hombre calvo, de cejas muy gruesas, y esta caracterización, escrita a máquina: “Miembro del Centro de Oficiales Retirados PF. Posible vinculación con AAA. Album fotográfico: aparece junto al ministro López Rega y el comisario Morales”. La letra manuscrita de Walsh consigna que se trataba del “Crio I. Antonio BARRA. Presidente C. Directiva Ctro of. Retirados”. El comisario Juan Ramón Morales, el tercer hombre de la foto, fue jefe de la custodia de López Rega y uno de los creadores de la Triple A. Walsh no tuvo tiempo de verificar la presunción que contenía la ficha porque fue asesinado al resistirse al secuestro el 25 de marzo de 1977.

No sólo López Rega trepó a la cúspide del escalafón. También Barra se benefició con un ascenso de tres grados, que le permitió convertirse, como su ídolo, en comisario general. La Policía Federal no olvidó el agravio y, luego de la caída en desgracia de López Rega, sumarió al comisario Barra y dispuso la “privación temporaria del uso del uniforme, insignias y títulos, por el término de dos años”.

La Patria Contratista

El hijo Rodolfo fue asesor legal de SADE, la constructora del Grupo Pérez Companc.  Carlos Menem lo designó secretario de Obras Públicas, y luego lo trasladó en comisión a la Corte Suprema de Justicia para defender allí las privatizaciones que había conducido desde el gobierno, junto con Roberto Dromi. Cuando Menem negoció la reforma constitucional, una de las condiciones de Alfonsín fue un mayor equilibrio en la Corte Suprema. Barra renunció sin chistar, y Menem lo nombró ministro de Justicia. En junio de 1996 la revista Noticias reprodujo en su tapa una foto del joven Barra en una movilización de Tacuara, haciendo el saludo nazi. En julio revelé en Página/12 que Barra había estado detenido por arrojar bombas de alquitrán contra una sinagoga y ser propietario de un hotel alojamiento frente al cementerio de Recoleta, negocio que no veía contradictorio con su participación en el Opus Dei. Su vocera, Gabriela Hadad, entregó una escueta declaración del ministro: “Si fui nazi, me arrepiento”. Menem, que debía viajar a Estados Unidos, le pidió la renuncia. Quien lo contrató entonces fue Eduardo Eurnekian, el propietario del invernadero en el que cuida las flores de su gobierno el Presidente Milei.

Barra ha sido el intelectual orgánico de la Patria Contratista, virtuoso en la teoría y la práctica del juicio contra el Estado. El arte reside en conseguir que el pliego de la licitación omita algún paso esencial para la conclusión de la obra. Cuando al promediar el trabajo esto se descubre, el contratista solicita su pago como adicional. El Estado se niega. El contratista pide prórroga y mientras se discute, paraliza la obra. En ese momento agrega al reclamo el mayor costo por los gastos improductivos que le crea la permanencia del personal y el equipo más allá del plazo previsto, porque de otro modo perdería el juicio, gracias a la doctrina de la intangibilidad de la retribución del co-contratante particular de la que fue autor Barra: como el contratista privado al llevar a cabo una obra pública lo hace en vista al interés general, el Estado, que representa a ese interés general, debe soportar las consecuencias de todas las vicisitudes económicas susceptibles de alterar la fórmula económico-financiera. Con este método, el Estado termina dándole la razón al contratista y pagando aparte el paso omitido en forma mañosa en el pliego.  Su designación como Procurador del Tesoro es una curiosa manera de afirmar el discurso antiestatista.

Justo ahora

Los tribunales están produciendo fallos a medida en los últimos días de la transición:

  • La jueza federal Cecilia Gilardi Madariaga de Negre accedió al reclamo de Telecom, del Grupo Clarín, y declaró inconstitucional el decreto que consideraba a las telecomunicaciones y la telefonía celular servicio público, porque entendió que hubiera requerido una ley.
  • La Cámara Federal revocó el sobreseimiento de Cristina en la causa por supuesto lavado de dinero conocida caprichosamente como “ruta del dinero K” y le devolvió el expediente al juez Sebastián Casanello. Cuando ya no quedaban instancias, de la noche a la mañana apareció la ONG macrista “Bases Republicanas”, que la Cámara aceptó como querellante y pidió la revocatoria del sobreseimiento. Su vicepresidente es Pablo Nocetti, el delegado de Patricia Bullrich en la guerra contra las comunidades aborígenes.
  • La Cámara Federal de Casación Penal rechazó un recurso extraordinario de la defensa de la Vicepresidenta contra la elevación a juicio de la causa  de los Cuadernos Fénix.
  • También confirmó el sobreseimiento de Macrì y de sus mandaderos en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) por espionaje ilegal a los familiares de los marinos muertos en el submarino San Juan. Para el juez Guillermo Yacobucci (un ex columnista del mensuario ultraderechista prodictatorial Cabildo), a quien acompañó el ex tenista en Olivos Mariano Borinski, las tareas de inteligencia no fueron ilegales porque estaba en juego la seguridad presidencial. Disintió Ángela Ledesma, para quien no hay ningún indicio de que los dolientes pensaran atentar contra el orden constitucional.
  • La jueza civil porteña Alejandra Abrevaya, suspendió a pedido de Macrì las elecciones que debían realizarse hoy en Boca Juniors, donde el ex Presidente enfrenta a Juan Román Riquelme. Abrevaya es hermana del legislador cambiante Sergio Abrevaya.
  • El juez federal Julián Escondido Ercolini allanó el domicilio de Jorge Abello, el asesor del Frente de Todos que dijo haber escuchado dos días antes del atentado contra Cristina a Gerardo Milman afirmar en un bar frente al Congreso: “Cuando la maten, yo voy a estar camino a la costa”. Milman lo denunció por falso testimonio, pese a que se comprobó que había estado esa tarde y a esa hora en el lugar señalado.

Estas decisiones no son gratuitas, como muestra el Índice de Confianza en la Justicia que realizan la Universidad Di Tella y Fores.  En la medición de noviembre de 2023, en forma abrumadora es considerada injusta, deshonesta, incapaz e ineficiente.

Memoria y Balance

Esta semana, la editorial Perfil premió a instituciones y personas que contribuyeron a afirmar la democracia en estas cuatro décadas. Al recibir su distinción, el periodista José Ignacio López, quien en plena dictadura se animó a interrogar en conferencia de prensa a Videla sobre el destino de los detenidos-desaparecidos, dijo que “ahora nos toca la tarea de ampliar ese consenso, no sólo defenderlo. Lo que tenemos que hacer es asumir las deudas de la democracia y llevarlas adelante”. Jorge Fontevecchia le respondió que está muy preocupado, que haber tenido la peor dictadura de la región no nos da una inmunidad permanente, que las vacunas sociales también tienen una duración, por lo cual es imprescindible correr riesgos para proteger la democracia en peligro.

Terminada la ceremonia, subieron al escenario medio centenar de chicas y adolescentes de la orquesta de la villa 1.11.24, que tocaron tangos, chacareras y rocks. Fue una conmovedora imagen de la resiliencia de la sociedad argentina, que no permitirá una regresión sobre los crímenes de la última dictadura. Villarruel, que lo desearía, es inteligente como para saber que es imposible, y a lo sumo se ilusiona con incrementar su peso legislativo dentro de dos años.

Incluso dentro de las propias filas libertarias, no hay consenso al respecto. Hace pocos días Alberto Benegas Lynch (h) le contó a Astrid Pikielny en La Nación que en 1976 criticó la política económica mientras “daba por sentado, con una ingenuidad colosal, que los militares iban a hacer su tarea como corresponde, con las limitaciones del caso, los juicios, las defensas, etcétera. Cuando un señor Scilingo contó que tiraban prisioneros al mar, fui al baño a vomitar. Me sentí pésimo. Y a partir de ahí escribí muchísimo, fue un espanto toda esta cuestión. Esa es mi experiencia con el tema de las botas”. En una entrevista con el diario holandés De Volksrant en 2001, dijo que para él fue una revelación abrumadora. “Antes hubo otras cosas, pero Scilingo fue un shock, fue como caer en el vacío sin tener puntos de sostén, de dónde tomarse. Si mintieron sobre eso, quizás todo fue mentira. Fue nauseabundo”. Bajo ese impacto, en 1996 publicó el libro El juicio crítico como progreso, en el que describe a los militares como criminales, y en 1999, Las oligarquías reinantes, discurso sobre el doble discurso, una crítica durísima de la Junta. “Se portaron como criminales, usaron los mismos métodos de la guerrilla, el robo de bebés”, dijo.

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