
Francisco no era Camilo Torres, pero…
- ALERTA!Caballero de DíaColumnas
- 21 de abril de 2025
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Editorial de Roberto Caballero
Este lunes, Roberto Caballero presentó su editorial en Caballero de Día (AM 530, Somos Radio), titulado «Francisco no era Camilo Torres, pero…». En su intervención, Caballero reflexionó sobre la figura de Francisco, el Papa argentino, y su trascendental papel en el contexto político y social tanto de la Argentina como del mundo.
Caballero comenzó rememorando una homilía de Francisco que marcó un antes y un después en su relación con la política argentina. La homilía posterior a la muerte de Néstor Kirchner, para Caballero, representó un quiebre. Hasta ese momento, Francisco había sido visto con cierta desconfianza por su papel en la iglesia, especialmente por parte del pueblo argentino que vivió las heridas del neoliberalismo y la dictadura. Sin embargo, esa homilía reflejó un cambio: Francisco interpretó lo que estaba sucediendo en la Argentina, un país que, bajo el liderazgo de Néstor Kirchner, había comenzado a recuperar la esperanza, la fe y la lucha por la justicia social.
Más adelante, Caballero resaltó que, a pesar de la diferencia de contextos, Francisco no era Camilo Torres, el sacerdote revolucionario colombiano que luchó abiertamente en la guerrilla. Sin embargo, subrayó que Francisco también llegó a un mundo marcado por profundas desigualdades y problemas dentro de la iglesia misma, que enfrentaba crisis como la pedofilia y el abandono de fieles. En este sentido, el Papa argentino no dejó sus convicciones en la puerta de la iglesia. En su lugar, trabajó incansablemente para enderezar lo que estaba torcido y acercar la institución a los pueblos.
Un momento clave del editorial fue cuando Caballero compartió una reflexión personal sobre una conversación con su hija, quien, siendo profundamente católica, defendió la perspectiva de género como parte de la misión de la iglesia. Este comentario, según Caballero, refleja cómo Francisco ha logrado acercar a los jóvenes a la iglesia, estableciendo un vínculo de cercanía y apertura.
A lo largo de la editorial, Caballero destacó las cualidades políticas de Francisco. La capacidad de este Papa para tender puentes, su profunda formación política y su estrategia de no confrontación directa le permitieron lograr un liderazgo global excepcional. A pesar de ser resistido por el clero local, Francisco logró consolidar una figura de paz y justicia, defendiendo los derechos de los pobres y combatiendo las injusticias de la globalización.
Caballero concluyó su intervención con una reflexión sobre la ausencia de Francisco en su tierra natal, la Argentina. A pesar de haber alcanzado la cumbre del liderazgo mundial, el Papa argentino nunca volvió a caminar por su barrio de Flores. Para Caballero, la razón de esa ausencia no es simplemente su rol global, sino el desencuentro que se ha generado en el país, donde la derecha ha ganado terreno y el Papa ha sido objeto de críticas y ataques, especialmente desde ciertos sectores mediáticos.
«El mayor castigo que puede tener Argentina es ser un territorio de hombres y mujeres sin fe», sentenció Caballero, apelando a la necesidad de recuperar la fe en los valores fundamentales de justicia y paz, especialmente en tiempos de crisis como los que enfrenta el país.