
De lo profano a lo sagrado
- Caballero de Día
- 21 de mayo de 2025
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Editorial de Roberto Caballero
En su editorial de este miércoles, el periodista Roberto Caballero sostuvo que nuestro país atraviesa un tiempo de profanación social, política y espiritual, y advirtió que “golpear a los jubilados cada miércoles frente al Congreso” representa una ruptura grave con los valores históricos de la comunidad nacional.
Caballero centró su análisis en una reciente declaración de los obispos Juan José Chaparro y Oscar Miñarro, de las diócesis de Merlo y Moreno, quienes denunciaron la represión contra adultos mayores en el contexto de protestas previsionales. “Ese ‘no’ que dicen los obispos es muy importante, porque una comunidad no solo se define por lo que quiere, sino también por lo que no quiere para sus miembros”, afirmó.
“Estamos rompiendo algo que durante mucho tiempo fue un valor en esta sociedad: escuchar la voz de la experiencia, darle un lugar a los mayores en la mesa. De no escucharlos, hemos pasado a golpearlos”, señaló el periodista, y recordó escenas recientes de violencia policial contra manifestantes de la tercera edad, entre ellos sacerdotes como el padre Paco.
Caballero reflexionó también sobre la precarización económica que afecta a los jubilados: “Jubilaciones de 300 mil pesos son una profanación. Es un asesinato en proceso. En un país con litio, petróleo, minerales, es indigno pagarle eso a quienes trabajaron toda la vida”.
Apelando a la Constitución de 1949 y al legado cristiano, sostuvo que “la peor profanación es la de la vida”, y elogió la actitud de sectores de la Iglesia que toman distancia del gobierno de Javier Milei. “No están bendiciendo ni picanas ni gas pimienta. Están tomando distancia de esta profanación.”
“El dólar barato es la droga de algunos. La represión, la droga de otros”, dijo Caballero, y criticó la “moderación” como estrategia política. “La ultraderecha triunfó con la moderación. Entonces, hay que oponerse. Porque la moderación no es otra cosa que un maquillaje de esta realidad horrenda”, remarcó.
Cerró su editorial con una advertencia ética: “Cuando una comunidad deja de cuidar a sus miembros más débiles, entra en el reino de lo profano. Esto es Sodoma. Esto es Gomorra. Y no es que vamos a mejorar: vamos a estar cada vez peor… Pero si queremos otra cosa, hagámosla.”