Cuando el río suena – Horacio Verbitsky en El Cohete a la Luna

En la conmemoración del Día de la Soberanía, el gobernador bonaerense Axel Kicillof pronunció uno de los mejores discursos de su carrera política. Con pocas reiteraciones trazó un llamativo paralelo entre los unitarios del siglo XIX y las políticas del actual gobierno de los Hermanos Milei. En ambos casos, con el pretexto de defender la libertad.

Lo hizo desde San Pedro, en la bella escenografía realizada con cadenas como las que el general Lucio Norberto Mansilla y sus tropas gauchas tendieron en 1845 entre las dos orillas del Río Paraná, para obstruir el paso de la flota invasora anglo-francesa. Junto a ese semicírculo luce la silueta del entonces gobernador Juan Manuel de Rosas, realizada con chatarra de hierro por el escultor Alejandro Marmo, en rojo punzó.

Kicillof leyó el célebre testamento en que San Martín lega a Rosas su sable de las guerras por la independencia. También el fragmento de la carta del Libertador a su general Tomás Guido, cuando asigna a la confrontación con las potencias europeas, la misma trascendencia que a la emancipación de España. La evocación histórica incluyó un escrito poco conocido de Juan Bautista Alberdi, el ídolo de Milei.

Alberdi estaba en Chile y se enorgullece al ver los colores argentinos, “más ufanos y dignos que nunca” al repeler el intento de los grandes imperios de forzar “la libre navegación de los ríos”. Dice que Rosas es más conocido en el mundo que Simón Bolívar y George Washington y siente “orgullo por la defensa de la soberanía nacional”.

Kicillof agregó que “pocas veces se despreció tanto la soberanía nacional” como ahora, y que el Paraná es el mejor lugar para hablar de la “llamada licitación que vienen amenazando en lanzar para la Vía Navegable Troncal”. Como el artículo 124 de la Constitución asigna a las provincias “el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”, Milei no puede privatizar “nuestro río”.

Acá podés leer el texto completo de la disertación del gobernador, luego de que Lidia Borda, con Daniel Godfrid en el teclado y Sebastián Espósito en la guitarra, ofrecieran la versión más hermosa que he escuchado del Himno Nacional, que alude a una forma de libertad muy distinta a la de Milei y por la cual diez generaciones sucesivas juraron que, de ser necesario, morirían con gloria en su defensa.

Kicillof agregó que el dragado del canal Magdalena (que Uruguay aceptó ya en 2016) es otra gran causa de la soberanía nacional. Una ley lo declarará de interés provincial para dejar en claro que si el g0bierno naci0nal lo desdeña, “lo va a hacer la provincia de Buenos Aires”. Se comprende, porque esa provincia genera el 30% de toda la producción argentina y el 45% de sus exportaciones. Un buque que carga petróleo en La Plata para ir hacia Mar del Plata tiene que pasar por Montevideo, lo que implica 22.000 litros de combustible de más, ejemplificó.

En este “país fracturado” no sólo quienes creen en la causa de la soberanía deberían entender que “en materia de flete, en materia de logística, pagan mucho más por el simple hecho de que tenemos nuestros puertos de río separados de nuestros puertos de mar”. Por eso, construir el Canal Magdalena “es construir eficiencia, competitividad, más producción, más trabajo”.

El mayor desafío que tiene por delante el pueblo argentino es cómo realizar la obra del Canal Magdalena e impedir que los Hermanos Milei cumplan su proyecto de entregar a empresas privadas el dragado y la operación de la Vía Navegable Troncal. Esto, entre otros intereses, afectaría los del Uruguay, donde hoy se realizará la segunda vuelta electoral entre el candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, y el del partido Blanco, con el apoyo de los Colorados, Álvaro Delgado. Su resultado puede aliviar la soledad política de Milei en la región si se impone Delgado y todo lo contrario ante una victoria de Orsi.

Algodón y Cocó

El operador actual del puerto de Montevideo es la belga Katoen Natie, que en holandés significa Nación del Algodón. No por casualidad también opera el puerto belga de Amberes, que hoy no recibe algodón sino la cocaína sudamericana, financiada con capitales de la ‘Ndrangheta calabresa y operada por el Primer Comando de la Capital paulista. Los orígenes de la República Oriental del Uruguay y del Reino de Bélgica son idénticos. Fueron creados en función de sus puertos y como secesión inducida por Gran Bretaña contra vecinos poderosos. Hasta el operador fue el mismo.

En 1825 el cónsul inglés en Montevideo Thomas Hood se alarmó porque Artigas procuraba “la total independencia de todos los otros países, la destrucción o división de rango y propiedad, y la igualdad basada en hacer a todos iguales pobres”. Iniciada la guerra de las Provincias Unidas del Río de la Plata con el imperio de Brasil, el ministro plenipotenciario de Gran Bretaña, vizconde John Ponsonby, actuó como mediador. En 1828 propuso la independencia de la Banda Oriental, lo que se llamó “un estado tapón”, que permitiría a los comerciantes británicos manejar el comercio y las finanzas en la Cuenca del Plata, sin rendirle cuentas a una autoridad naval y comercial única. Dos años después, Ponsonby repitió la jugada en Europa, al idear la creación del Reino de Bélgica, como salida al conflicto entre lo que hoy son los Países Bajos y Francia, que entonces eran Flandes y Valonia. Que Katoen Natie lo tenga en su gloria.

En marzo de 2023, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) sostuvo que Uruguay tiene un lugar significativo en el tráfico, y que las cargas se trasvasan a barcos oceánicos en el puerto de Montevideo. La Aduana uruguaya no tiene medios ni recursos para controlarlo, aun si se lo propusiera.

Katoen Natie compró la concesión del puerto belga de Amberes en 1986. Le llevó quince años más el ingreso al negocio portuario en Uruguay, con un contrato por 30 años, firmado durante el gobierno del Presidente liberal Jorge Batlle. El actual gobierno de Luis Lacalle Pou le concedió 50 años más, hasta 2081. Milei pretende concesionar la Vía Navegable Troncal por 60 años. Ocho décadas en un caso, seis en el otro: coincidencia propia de situaciones que se imponen desde muy lejos del Río de la Plata.

Por la Vía Fluvial Troncal y con todos sus puertos privatizados, llega al mar además de la cocaína la producción agropecuaria de la Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia. El canal Magdalena acortaría a casi la mitad el trayecto de 120 km de los buques que conducen más del 80% de las exportaciones argentinas por los ríos interiores hasta el Atlántico. Revertiría además una situación estratégica diseñada hace dos siglos por Gran Bretaña, y que hoy usufructúa Estados Unidos.

Milei paralizó la obra pública, pero dio su autorización para que Uruguay profundice y extienda a 14 metros de calado el canal del acceso al puerto de Montevideo, una vieja aspiración oriental que la Argentina siempre objetó. Uruguay presentó la solicitud el 25 de enero de este año, y seis días después el gobierno de los Hermanos Milei respondió que no tenía objeciones. ¿Quién dijo que la Cancillería argentina es lenta y burocrática?

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La autorización en marzo para que el cuerpo de ingenieros del Ejército de Estados Unidos participe en el combate contra actividades ilícitas en las vías navegales, como antes había hecho Paraguay, es un antecedente del pliego de la licitación nacional e internacional para reemplazar a la empresa Hidrovía, cuya concesión está vencida. Es un pliego de obra pública por peaje, a riesgo empresario y sin aval del Estado. Pero el DNU 699 dispuso que las actividades de dragado, señalización y control hidrológico pasaron a ser “servicio público” en lugar de obra pública. Esas incoherencias no son lo peor.

El ingeniero Hernán Orduna (ex delegado argentino en la Comisión Administradora del Río Uruguay y ex titular de la Unidad Ejecutora del Canal Magdalena) considera inconcebible encarar la obra de la Vía Navegable Troncal sin el previo estudio de impacto ambiental, pese a que el modelo de contrato dice que el concedente debe contar con todos los permisos ambientales.

En su primera lectura del pliego, Orduna detectó que se incluye una consulta con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que elabora las listas de control de activos extranjeros que serían excluidos de la licitación, pero ninguna con las provincias titulares del suelo y el subsuelo de los ríos Paraná y De la Plata. Tampoco figuran los brazos secundarios de la Vía Navegable Troncal, como el Riacho Barranqueras. Fuentes de la gobernación bonaerense dijeron que están elaborando una presentación administrativa por la Vía Navegable Troncal y el Canal Magdalena ante el Poder Ejecutivo, de cuyo resultado dependerá que recurra a la Corte Suprema de Justicia que, sin embargo, tiene cajoneadas cinco causas de Kicillof.

Simetrías

En el acto de San Pedro, Kicillof ni cuestionó ni aduló a CFK, como forma de poner en pausa un conflicto peligroso para sus ambiciones. El ex Presidente Alberto Fernández, quien la próxima semana será indagado por su enemigo judicial Julián Ercolini, se declaraba nestorista, en primera persona del plural, mientras subestimaba a Cristina, la intrusa. Kicillof es más inteligente. Perón, Evita, Néstor y Cristina están en su corazón, como las grandes figuras del pasado.

En San Pedro, el gobernador se dio un fortísimo abrazo con Jorge Ferraresi, sentado junto al valido provincial, Carli Bianco. El intendente de Avellaneda acababa de irritar al kirchnerismo, al visitar dos barrios de Quilmes, señalando sus carencias ambientales. Esto motivó una fuerte respuesta de la intendenta Mayra Mendoza, quien reprochó a Kicillof la falta de recursos para continuar las obras que el municipio realizó en esos barrios.

Durante la caminata de Ferraresi por el barro (“como notero de La Nación+”, según Mendoza) lo acompañó el concejal Ariel Burtoli, que después anunció su separación del bloque de concejales patriotas de Quilmes, como ya lo había hecho otra militante de Ferraresi en Lanús. Ferraresi y Mendoza podrían encabezar listas opuestas en las próximas elecciones, lo cual favorecería la aspiración del oficialismo de penetrar en el bastión kirchnerista del Conurbano bonaerense.

Pero no es tan fácil, porque una disputa similar fue desatada esta semana por Javier Milei contra su Vicepresidenta, Victoria Villarruel. El Presidente dijo que Villarruel decidió hace tiempo no asistir a las reuniones de gabinete, ya que no acuerda con las políticas del gobierno porque está cerca del Círculo Rojo, “lo que ella llama alta política y para nosotros es la casta”. Agregó que se limitan al contacto institucional imprescindible.

Con un audaz desafío al ridículo, el jefe de gabinete Guillermo Francos interpretó que Villarruel está cerca de la casta porque su función la obliga a tratar con los jefes de bloques del Senado. El vocero Manuel Adormi intentó una pirueta apenas menos arriesgada, y le preguntó si estaba loco a un periodista que quiso saber si consideraban requerir la renuncia de Villarruel.

Al mismo tiempo, la legisladora más próxima a Milei, Lilia Lemoine, sostuvo que si la Vice se enoja y renuncia, hay reemplazo. Agregó que Cristina es más leal que su sucesora en la vicepresidencia y que sólo la necesitan para tocar la campanita y en caso de desempatar una votación. “Para recorrer fiestas provinciales no se le paga”. Esa última frase desnuda el fondo de la cuestión: Villarruel, junto con el Senador Francisco Paoltroni, está organizando un nuevo partido político con el que el año próximo podría enfrentar a los libertarios. Con mejor imagen pública que el Presidente, Villarruel cree que eso puede tener traducción electoral.

Entre la boca y el culo

No es el único frente de conflicto abierto por Milei. Cuando no queda ni una semana para la conclusión de las sesiones ordinarias del Congreso, firmó un proyecto de ley denominado de “Reforma para el fortalecimiento electoral”. En primer lugar, suprime las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Esto desatiende el reclamo del ex Presidente Maurizio Macrì, que aspiraba a su mantenimiento.

Los procaces se proponían ir a las primarias aliados con los libertarios, con un acuerdo sobre la distribución de cargos. Sin PASO, deberán jugarse a suerte y verdad ante el bando celestial, seguro de que ya ha absorbido a todos los votantes del macrismo.

Además, el proyecto modifica la ley orgánica de los partidos políticos, disminuye el aporte público para las campañas electorales, permite su financiamiento por capitales privados, suprime los espacios que están obligados a ceder los medios de comunicación e incrementa los requisitos para constituir un partido.

Este sería el único proyecto que se incluiría en la convocatoria a sesiones extraordinarias, cuando sólo el Poder Ejecutivo puede dirigir la agenda. Esto implicaría una segunda prórroga del presupuesto de 2023, lo cual le daría una amplia discrecionalidad para la distribución de partidas.

La proscripción de CFK mediante la ley denominada de ficha limpia, que pasa por alto la presunción de inocencia antes de una sentencia definitiva, no pudo tratarse por falta de quórum. Sin embargo, los restos del radicalismo quieren insistir esta semana con una nueva sesión especial. El diario francés Libération narró lo que puede ocurrir en su país con una disposición similar: la promovió hace una década Marine Le-Pen, y ahora puede aplicársele a ella, por un escándalo que la roza. Tal vez por eso es tan clara la contradicción entre la boca de muchos diputados argentinos de distintas fuerzas que claman por esa sanción, y sus culos, que no se aposentan en sus bancas a la hora de legislarla.

Con todo esto, en los comicios de 2025 se impondrá la fuerza que se haya inferido menos auto-lesiones.

En la mesa chica

Otro conflicto cuyo desarrollo merece atención es el latente en la mesa chica presidencial, entre la hermana y el asesor Santiago Caputo. La presentación de los tuiteros presidenciales que maneja Caputo, como Daniel Parisini, quienes aspiran a abrirse espacio en las listas electorales, incomodó a Karina. Llamaron la atención con su anacrónica estética retro-fascista, en el momento en que Milei gozaba de su exposición internacional junto a Musk y Trump.

En realidad, la escenografía del acto tiene más reminiscencias a The Wall, la película de Pink Floyd.

Otro de los activistas del click, Fernando Cerimedo, fue imputado por la Policía Federal de Brasil, como parte del complot para impedir que Lula asumiera la presidencia, asesinándolo igual que a su Vice, Geraldo Alckmin, y al juez de la Corte Suprema Alexander de Moraes. Según el mayor portal de Internet en Brasil, Universo on Line, o UOL, de los 37 imputados 25 usan uniforme, entre ellos siete generales y un almirante.

Brasil nunca fue inmunizado como la Argentina contra esas tentaciones, porque allí no fueron juzgados los crímenes de la dictadura. Por eso las diversiones del Gordo Dan y sus para-gramscianos no implican aquí el mismo peligro que en Brasil. La derecha revolucionaria concebida por Steve Bannon tiene menos arraigo posible aquí.

El rol de Cerimedo habría sido la difusión de noticias falsas, como la del presunto fraude que habría impedido el triunfo de Jair Bolsonaro, y la exhortación a manifestar frente a los cuarteles. Entre los imputados figuran el propio ex Presidente y los generales clave en su gobierno, Heleno Ribeiro Pereira y Walter Braga Neto.

El Cohete fue el único medio argentino que informó sobre los primeros pasos de la conspiración, que comenzó al promediar la presidencia de Bolsonaro. Entonces, Braga Neto fue designado en forma clandestina Presidente Operacional, durante la pandemia.

Acá los militares se entretienen con amantes y pequeños curros, como el que le costó la carrera al brigadier Fernando Mengo.

l enésimo anuncio

Por enésima vez, el ministro de Economía Luis Caputo anunció que avanzan las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, que implicarían un incremento de la deuda argentina. Fondos frescos, eufemiza. De ahí la insistencia de la oposición en derogar el DNU que permitiría renegociar la deuda pública, aunque no se alargaran sus plazos, ni se disminuyera su monto y sus intereses. Hasta ahora no han logrado sesionar para hacerlo. Volverán a intentarlo pasado mañana. Como de costumbre, los funcionarios del FMI se deshicieron en elogios a las decisiones de Milei, más que nunca desde que Donald Trump lo consagró como su hispano predilecto, tanto que contempla desembarcar en Buenos Aires antes de asumir la presidencia. No obstante, hasta ahora no hay inversiones extranjeras que aprovechen el RIGI ni empresas que hayan optado por la nueva fórmula de cese de una relación laboral. Como si les bastara que los trabajadores bajaran la cabeza. La renuncia de Pablo Moyano a la conducción de la CGT y el realineamiento en ciernes con Mario Manrique, Ricardo Pignagelli, Abel Furlán, Sergio Palazzo, Hugo Yasky, con todo lo que cada uno representa, sugiere que igual que en 1845, “los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que el de abrir la boca”, según la insuperable metáfora de San Martín.

En cambio, las inversiones financieras vuelan en naves espaciales como las de Elon Musk, lo cual coincide con las alabanzas que los Hermanos Milei cosechan en los medios afines. Con la baja del riesgo de default del país, se atisba la posibilidad del regreso de la Argentina al mercado voluntario de crédito, es decir a refinanciar las deudas, incrementándolas. Hace tres décadas, el ideólogo francés del liberalismo, Guy Sorman, para quien Menem era un Reagan latinoamericano, escribía que junto con Cavallo contuvieron la inflación “como consecuencia del monetarismo más que del liberalismo”, en forma provisional y con métodos transitorios, ya que el equilibrio fiscal entre gastos y recursos es “simulado por operaciones de crédito o los beneficios de la privatización”, de modo que la bomba de tiempo de la hiperinflación “no ha sido desactivada”.

Sorman declaró no compartir la euforia de la clase dirigente, que ha pasado sin demora “de un pesimismo excesivo a un excesivo optimismo”. A más largo plazo advirtió contra la bipolarización de la sociedad, que amenaza devorar a la clase media, “garantía de la democracia”, y se inquietó por el aumento de trabajadores arrojados al mercado negro, donde las remuneraciones son menores y la inseguridad más grande. La brecha entre la enseñanza pública y la enseñanza privada se ahonda, de modo que “esta bipolarización económica, social y educativa puede, con el tiempo, desestabilizar la vida política”. ¡Cuánta razón tenía!

Las privatizaciones y el endeudamiento a altas tasas semejaban la actitud de quien arroja los muebles a la chimenea para protegerse del frío. Si de ese modo evita congelarse hasta que llegue la primavera, la actitud será desesperada pero racional. Pero el fuego se extinguió en medio del invierno cuando no quedaba nada por quemar, y en ese momento se echaron de menos algunos utensilios que hubieran resultado útiles para intentar otro tipo de solución. Por ejemplo, las áreas centrales de YPF que se vendieron sin ton ni son y con una alocada cesión de renta petrolera, algo que no hizo México, y tampoco Chile con su cobre. La ausencia de otras inversiones que no fueran la adquisición con papeles de las empresas del Estado, permitían avizorar qué pasaría cuando no quedaran más muebles para alimentar la chimenea. Historia antigua, de absoluta actualidad. La principal diferencia está en Vaca Muerta y la recuperación de YPF, llevada a cabo por Cristina y Kicillof, cuando ella conducía y él ejecutaba.

El invierno nuclear

Milei cuestionó la decisión del Tribunal Penal Internacional (TPI), que ordenó la detención por crímenes de guerra en Gaza del Primer Ministro israelí Beniamin Netanyahu. El Presidente sostuvo que Israel tiene derecho a defenderse de la agresión de Hamas. Pero no es eso lo que está en discusión, sino la limpieza étnica y las decenas de miles de muertos en bombardeos de precisión sobre lugares civiles. Ya en el final de su presidencia, Joe Biden impulsó el rechazo de un proyecto de ley del senador Bernie Sanders que hubiera restringido la transferencia de ciertas armas antipersonales a Israel. Y además, entregó a Ucrania misiles balísticos de largo alcance que fueron utilizados contra Rusia. La respuesta de Vladimir Putin fue lanzar un cohete hipersónico, indetectable por cualquier defensa, y autorizar el uso de armas nucleares incluso contra un ataque con armas convencionales. Nunca el mundo ha estado tan cerca de una catástrofe irreparable.

La académica argentina María Esther Burgos es autora de un trabajo sobre la teoría del Invierno Nuclear, que fue desarrollada en la década de 1980 y adquiere hoy estremecedora actualidad. Dice Burgos que la explosión de una bomba y los consecuentes incendios eyectan a la estratósfera toneladas de polvo y hollín. Si se detonara parte del arsenal existente, el planeta quedaría parcialmente privado de la luz solar.

En el crudo y prolongado Invierno Nuclear “se interrumpiría la fotosíntesis y se congelarían los ríos, lo que acabaría con la vida de muchas plantas y animales”. Según su intensidad, hasta “podría eliminar la totalidad de la vida en la Tierra”. En consecuencia, una guerra nuclear no tendría ganadores, con decenas de millones de muertes inmediatas en la zona de guerra y centenares de millones en todo el planeta por radiación, deshidratación, enfriamiento, inanición, y el colapso de la organización social. Ojalá Trump pueda evitar ese desastre al que empuja el temblequeante Biden.