“La privatización de ENARSA implicaría un aumento de los costos de abastecimiento”

El exsubsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, dialogó con Caballero de Día, donde advirtió sobre los efectos negativos que tendría la privatización de ENARSA.

Al inicio de la entrevista, Basualdo afirmó que la privatización de la empresa energética “no solo encarecería los costos de abastecimiento, sino que también afectaría gravemente la estructura económica del sector energético”.

En ese sentido, el economista criticó el actual rumbo económico y señaló: “El gobierno viene anunciando que quiere destruir el Estado; no sorprende que quiera privatizar ENARSA”.

Para Basualdo, “ENARSA es una herramienta fundamental de regulación” que permite al Estado mantener cierto control sobre el sector energético, ofreciendo un amortiguador ante las variaciones y especulaciones de mercado que las empresas privadas podrían imponer.

El exfuncionario advirtió que la privatización de ENARSA traería como consecuencia “una escalada en los costos del abastecimiento de energía, los cuales, inevitablemente, se trasladarían a los consumidores finales”.

Basualdo subrayó además que esta medida desbarataría “las ecuaciones económicas del sector y de la economía” en general, afectando directamente tanto la estabilidad de los precios como la previsibilidad en la planificación energética nacional. “No solamente se pierden empresas estratégicas sino que también habrá un desbarajuste de las ecuaciones económicas del sector y de la economía”, puntualizó.

Luego, Basualdo denunció la política de devaluación sostenida “con la que el gobierno ajusta mensualmente en un 3% los precios de la energía”, la cual genera “incrementos en cascada que afectan tanto a la industria como a los hogares”. Según el exsubsecretario, este esquema de ajustes y privatizaciones responde a una tendencia que prioriza el beneficio de las grandes empresas a expensas de la regulación estatal y del acceso equitativo a la energía.

Al cierre de la entrevista, Basualdo sostuvo: “La privatización de ENARSA representa un riesgo para la seguridad energética del país y para los bolsillos de los argentinos, en un contexto donde el Estado pierde control sobre sectores estratégicos en favor del mercado”.