Un no rotundo a la baja de la edad de punibilidad
- ALERTA!Columnas
- 15 de agosto de 2024
- 271
Referentes de la justicia, la Iglesia y organismos de los derechos de las infancias se reunieron en la sede del COPAJU para rechazar el proyecto de ley.
“Hay una demagogia punitiva que quiere poner a los chicos y a las chicas como enemigos sociales. Pareciera que si ponemos a los chicos presos vamos a encontrar mayor seguridad. Pero la verdadera inseguridad no son los adolescentes, es el narcotráfico, la trata, la venta de armas”, sentenció el asesor tutelar de Cámara y secretario del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (COPAJU), Gustavo Daniel Moreno, durante el encuentro realizado este miércoles en rechazo del proyecto de ley que busca bajar la edad de punibilidad en Argentina.
La actividad titulada “Más derechos sociales, menos cárcel para los pibes”, organizada por el COPAJU y el Instituto Fray Bartolomé de las Casas (IFBC), se llevó a cabo durante la tarde del 14 de agosto en la sede de COPAJU y contó con la participación de referentes de la justicia, la Iglesia Católica y organismos públicos vinculados a la defensa de los derechos de las infancias, que se manifestaron rotundamente en contra de la normativa enviada por el Poder Ejecutivo.
En dicho encuentro, que contó con la presentación del presidente de COPAJU, el juez Roberto Andrés Gallardo, participaron como expositores Gustavo Daniel Moreno, asesor tutelar de Cámara y secretario de COPAJU; Stella Maris Martínez, defensora general de la Nación; Marisa Graham, defensora nacional de Niños, Niñas y Adolescentes; Monseñor Gustavo Oscar Carrara, vicario general del Arzobispado de Buenos Aires; Eugenio Raúl Zaffaroni, director del IFBC; y Federico Samudio, acompañante par del Hogar de Cristo.
Además de realizarse forma presencial en el espacio de COPAJU, la convocatoria abierta al público y a la prensa fue transmitida en vivo a través del canal de YouTube del Comité, en donde quedó alojada. Entre los presentes, se destacaron autoridades locales, personalidades académicas y delegaciones de movimientos sociales, organizaciones sindicales, culturales y religiosas.
Una ley con bases perversas
Tal como destacó Gallardo, el proyecto de ley presentado por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, en conjunto con el Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich está construido en el marco de un contexto nacional con extrema pobreza, que no hace más que generar un futuro incierto para los chicos y chicas del país: “Un enorme conjunto de nuestra población está en un cono de sombra, donde no hay horizontes, no hay esperanzas, no hay perspectivas. Y ese cono de sombra es un cono de violencia, una violencia estructural que hoy le estamos imprimiendo al 60, 70% de la población y a 7 de cada 10 menores. Es la violencia que vuelve y que va a seguir volviendo día tras día”, afirmó el magistrado.
Durante el encuentro realizado este miércoles, los distintos expositores y expositoras concordaron en la responsabilidad del Estado argentino para revertir la situación de las y los jóvenes, una herramienta que no parece estar contemplada en la normativa de Cúneo Libarona y Bullrich, que encuentra sus bases en el punitivismo absoluto.
“Es muy difícil legislar sobre un sujeto que no conocen. No saben quiénes son nuestros pibes, qué hacen, dónde están, qué necesitan. Todos los proyectos son punitivistas. El del Poder Ejecutivo es el peor, los otros son más prolijitos, pero todos están pensando en lo mismo y todos son perversos. Los índices de criminalidad no se bajan así, va a haber más reincidencia y eso va a generar mayor inseguridad”, sostuvo la defensora de Niñas, Niños y Adolescentes, Marisa Graham.
Asimismo, se hizo hincapié en los datos utilizados para la creación del proyecto de ley para bajar la edad de punibilidad en el país. Según la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, las estadísticas en las que se basa la normativa son falsas y contemplaron únicamente datos enviados por los juzgados nacionales de la Ciudad de Buenos Aires. “Son cifras construidas de manera perversa y sobre esa base quieren hacer una ley de reforma penal juvenil”, insistió.
En la misma línea, el director del IFBC, Eugenio Raúl Zaffaroni calificó a las cifras utilizadas en la propuesta oficial como “una grosera mentira” y destacó que el proyecto es resultado de “un punitivismo bochornoso y lamentable”.
El odio a los pobres versus el sufrimiento silencioso
Por el lado de la Iglesia Católica, en el encuentro “Más derechos sociales, menos cárcel para los pibes” se abordó el nexo entre el desprecio hacia los que menos tienen y las historias de vida de cada una de las personas, menores y mayores de edad, que se encuentran en situación de vulnerabilidad. “Trabajar por los derechos sociales es trabajar para que los niños, niñas y adolescentes sean felices, pero también para evitar mucho sufrimiento silencioso que, aunque no lo escuchemos, existe”, afirmó el padre Carrara.
Asimismo, el vicario general del Arzobispado de Buenos Aires propuso enfocar la mirada no solo en los chicos y chicas, sino también en el rol de las personas adultas en sus decisiones de vida: “Estos proyectos de ley plantean qué hacer con los menores, pero la gran pregunta es qué hacer con nosotros, los adultos. Tenemos la tendencia de buscar algún chivo expiatorio para que cargue nuestros males, nuestras culpas. En este caso, por ahí queremos cargar todas las culpas sobre los más chicos”, sentenció.
En concordancia con Carrara, el acompañante par del Hogar de Cristo, Federico Samudio relató su historia de vida, marcada por la pobreza, el consumo de drogas, la inserción en la delincuencia juvenil tras frecuentar a adultos asociados al delito y un camino alternativo que le permitió salvarse a sí mismo para poder salvar a otros: “Hoy acompaño a los chicos que están privados de su libertad, los voy a visitar a la cárcel de Devoto, y eso me hace bien al corazón, ayudar al otro, devolver un poco de lo que hicieron conmigo”, finalizó Samudio.