«Nosotras somos hijas de las Madres de Plaza de Mayo y sabemos lo que es la resistencia»

Este miércoles en La Tarde con Carlos Polimeni, Carlos Polimeni y su equipo recibieron a Barbarita Palacios, cantante y compositora, y a Javier Casalla, violinista de larga trayectoria. La entrevista se convirtió en un viaje íntimo a la historia personal y artística de Palacios, atravesada por una herencia familiar poderosa. Hija menor de una familia numerosa y diversa, Barbarita relató que su apodo nació en un entorno afectivo marcado por la música, el arte y la libertad: «Soy la más chica de varios hijos de diferentes madres… me quedó Barbarita porque era la más chiquita siempre».

Durante la charla, Palacios evocó los inicios de su carrera junto a su madre, la icónica Alejandra Martín, quien brilló en el teatro de revista, el cine y también en la composición musical, aunque nunca dejó de soñar con cantar. «Ella quería cantar… y fue una gran compositora. Tenemos una obra de ella inédita y extensa», señaló. La figura de Martín emergió como una artista completa, admirada incluso por Ernesto Sábato, que fue padrino de una de sus hijas, y cercana a nombres como Vinicius de Moraes y Astor Piazzolla, quien escribió para ella la célebre opereta María de Buenos Aires, aunque finalmente no pudo interpretarla.

Polimeni destacó esa herencia cultural y simbólica que atravesaba la casa de los Palacios, donde la música era una forma de vida: «En esa casa o bailabas, tocabas los tambores o cantabas…». Barbarita rememoró una infancia llena de ritmo y aprendizaje, moldeada por la búsqueda artística y política de su madre, profundamente involucrada en la investigación y difusión de los ritmos afroargentinos. “Ella se dedicó gran parte de su vida, por lo menos de la mía, a eso”, explicó, marcando la influencia decisiva de esa militancia cultural.

La entrevista dejó ver también el peso de las distintas generaciones en una misma historia familiar. “Mi hermana me lleva 11 años… su historia es muy distinta a la mía. Pero si hay algo que hicieron fue vivir”, dijo Barbarita con humor y orgullo. En diálogo con Polimeni, surgió una reflexión sobre el legado, la memoria y el arte como forma de continuidad vital. Una conversación donde lo personal y lo colectivo, lo íntimo y lo artístico, se entrelazaron en una trama de voces, sonidos y luchas.»Nosotras somos hijas de las Madres de Plaza de Mayo y sabemos lo que es la resistencia»