«No se puede hablar de reforma laboral cuando hay 7 millones de trabajadores en negro»

El secretario general de APSEE, Carlos Minucci, advirtió en Caballero de día que el avance del Gobierno sobre subsidios, tarifas y derechos laborales profundiza la crisis social y acelera la fragmentación del movimiento obrero.

El secretario general de APSEE, Carlos Minucci, alertó que la política oficial de quita de subsidios provocará aumentos “sustanciales” en las tarifas eléctricas, afectará la recaudación de las empresas y deteriorará aún más la relación entre ingresos y costos de los hogares. “El Gobierno no cierra la caja y traslada todo al usuario. Eso empuja a una crisis muy profunda en el área energética”, señaló.

Minucci explicó que entre 8.000 y 9.000 usuarios enfrentarán incrementos importantes por la reducción del apoyo estatal. “Dicen que aún falta aplicar un 75% de subsidios. Si siguen por ese camino, la situación será peor de lo previsto”, sostuvo. También pidió que la CGT tome el tema “como parte central de la discusión salarial y de la vida cotidiana de los argentinos”.

Sobre la situación interna de la central obrera, fue crítico: “Hoy no veo una reacción de la CGT. ¿Cómo puede ser que un representante vaya al consejo del salario y salga diciendo que le ofrecieron 4.000 pesos? Ya ni respeto tienen por las entidades”. En ese sentido, reclamó una convocatoria amplia a los secretarios generales “para hacer un análisis profundo” y enfrentar un deterioro que —dijo— abarca industria, comercio, energía y gas. “Todo lo que el Estado debería asumir se le está volcando al ciudadano.”

Consultado por el avance de la reforma laboral, Minucci fue tajante: “No se puede hablar de reforma laboral cuando hay 7 millones de trabajadores en negro y 5 millones dentro de convenio. Vienen por los sindicatos, por su capacidad de intervenir en política. Y eso pone en riesgo al peronismo y al movimiento obrero.”

El dirigente advirtió que el Gobierno “ha fragmentado partidos, Congreso y CGT”, debilitando la respuesta colectiva. Criticó la falta de unidad y recordó la importancia histórica de la conducción en el peronismo: “Aprendí que la verticalidad era fundamental. Hoy no se respetan los liderazgos. Cristina es la líder, pero muchos en la CGT no la quieren. Cada uno mira su ombligo mientras el país se desarma.”

Minucci también cuestionó que algunos dirigentes busquen acuerdos con la embajada de Estados Unidos. “Llama la atención. Somos de otra estructura sindical, de la que enfocaba los problemas del movimiento obrero en su conjunto.” Consideró que la sociedad tampoco reacciona porque “tanto la política como el sindicalismo siguen en disputas personales, no en debates estratégicos”.

Frente al avance del Ejecutivo, reclamó definiciones firmes: “Si la CGT no se pone al frente, el trabajador queda solo frente a una aplanadora. El Gobierno maneja la agenda: la reforma laboral, las indemnizaciones, el miedo al desempleo. Y el trabajador siempre va hacia donde ve poder. Hoy lo tiene el Gobierno porque la CGT no aparece.”

Al finalizar, agradeció la entrevista y envió un saludo al conductor del programa: “Abrazo grande y mucha suerte con el libro”.