«Los aviones F-16 que compró el gobierno no eran la mejor opción»

El especialista en seguridad internacional, Juan López Chorne, habló con Un buen comienzo acerca de la adquisición de los aviones F-16 por parte del Gobierno, cuestionó la decisión desde un punto de vista técnico y advirtió que se trata de un sistema obsoleto que no mejora la capacidad estratégica de la Argentina.

López Chorne celebró que el tema haya generado un debate público “más profundo de lo que suele verse en este tipo de anuncios”, aunque aclaró que su postura crítica no tiene una motivación política sino estrictamente técnica. “Argentina necesita Fuerzas Armadas, es un país extenso, con enormes recursos naturales y una posición geopolítica clave. Eso no está en discusión. El problema es si estos F-16 eran realmente la mejor opción”, señaló.

Recordó que tras la desprogramación del sistema Mirage en 2015 se perdió una capacidad clave de defensa aérea y que desde entonces distintos gobiernos buscaron alternativas para recomponerla. Sin embargo, remarcó que los cazas adquiridos “tienen más de 40 años de antigüedad” y que “no se trata del F-16 como concepto, sino de estos F-16 puntualmente, que ya están muy lejos del estándar tecnológico actual”.

El analista explicó que disponer de un sistema aéreo moderno no implica una vocación bélica, sino una herramienta de disuasión. “La idea no es ir a la guerra, la guerra es algo espantoso. Lo vivimos en 1982. Pero no es lo mismo no tener nada que contar con un sistema con capacidad real de combate en el Atlántico Sur”, sostuvo.

En ese sentido, afirmó que el Reino Unido planifica seriamente su despliegue militar en la región y mantiene superioridad aérea permanente sobre Malvinas. “Si vos incorporás un sistema con verdadera capacidad, obligás a los británicos a gastar más para sostener esa superioridad. Todo lo que encarece la ecuación política y económica del Reino Unido los acerca a una mesa de negociación. Con estos F-16 no estamos yendo en esa dirección”, advirtió.

Finalmente, López Chorne subrayó que ningún avance diplomático es posible sin una base material de defensa acorde. “Nadie va a venir a regalarnos la soberanía por simpatía. La capacidad tecnológica y militar también forma parte de la negociación. Y con esta compra, lamentablemente, seguimos quedando cortos”, concluyó.