“Lograron convencer a muchos inquilinos que conquistar derechos era malo”
- Caballero de Día
- 26 de diciembre de 2025
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En Caballero de Día, Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, analizó el impacto de la derogación de la Ley de Alquileres y advirtió sobre el escenario crítico que atravesaron millones de familias en todo el país. En un contexto marcado por el DNU 70/2023, Muñoz señaló que el miedo a no poder sostener un techo se volvió cotidiano y remarcó que, desde entonces, “los alquileres aumentaron un 600%, mientras la inflación acumuló un 250%”, según datos del INDEC retomados por Inquilinos Agrupados.
En el mismo tono, el referente explicó que la eliminación de la regulación dejó a los inquilinos a merced del mercado, con contratos cada vez más cortos, aumentos arbitrarios y sin índices obligatorios de actualización. “Cuando no hay Estado regulando condiciones desiguales, el mercado intenta ganar lo máximo posible”, sostuvo, y agregó que hoy se ven subas fijas trimestrales o semestrales sin relación alguna con la inflación. Además, alertó que el 73% de los hogares inquilinos se encontraba endeudado, principalmente para comprar alimentos, pagar servicios de salud mental y afrontar el alquiler.
Más adelante, Muñoz puso el foco en una idea que, según afirmó, fue instalada con éxito en el debate público: “Lograron convencer a un sector muy grande de que conquistar derechos es peor para el que los conquista”. En esa línea, trazó un paralelismo con la actual discusión sobre la reforma laboral y recordó que el mismo argumento se utilizó para deslegitimar la Ley de Alquileres. “Nos dijeron que tres años de contrato era peor para el inquilino, que no pagar impuestos era peor para el inquilino, y hoy vemos el resultado”, subrayó, al tiempo que denunció el crecimiento de un negocio financiero alrededor de la necesidad básica de la vivienda.
Finalmente, el presidente de la Federación de Inquilinos Nacional advirtió sobre las consecuencias sociales y emocionales de este modelo, marcado por la angustia y la desesperanza. “Hoy lo que recibimos es muchísima angustia y problemas de salud mental”, afirmó, y remarcó que la tarea central pasó a ser volver a explicar que existen otras formas de vivir y de acceder a una vivienda digna. Con un cierre crítico, sostuvo que mientras en Argentina sobran viviendas, el problema central sigue sin discutirse: quiénes son los dueños y quiénes deciden las condiciones de acceso al derecho básico de un techo, por más que al gobierno de Milei y su lógica de mercado les moleste.