Libertad para una mujer inquebrantable
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- 24 de diciembre de 2025
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En su columna en Caballero de Día, la analista Valeria Di Croce cuestionó los dichos del ministro de Defensa, Luis Petri, sobre la consigna “Cristina Libre”, denunció irregularidades en el proceso judicial contra la expresidenta y advirtió sobre el deterioro del pacto democrático en la Argentina.
La analista política Valeria Di Croce afirmó que la detención de Cristina Fernández de Kirchner constituye un hecho de gravedad institucional y una señal de disciplinamiento hacia la dirigencia política, al analizar en su columna semanal en el programa Caballero de Día los cruces ocurridos en el Congreso durante el debate del Presupuesto y el rol del Poder Judicial.
Di Croce tomó como disparador las declaraciones del ministro de Defensa, Luis Petri, quien se manifestó “indignado” por los carteles con la consigna “Cristina Libre” exhibidos por legisladores opositores y sostuvo que la expresidenta cuenta con una “condena firme”. Según la analista, Petri incurrió en afirmaciones falsas al señalar que Fernández de Kirchner fue condenada por enriquecimiento ilícito y al invocar el artículo 36 de la Constitución Nacional. “Cristina no fue condenada por ese delito y no administra bienes públicos. Nada de lo que dijo es cierto”, sostuvo.
En ese marco, Di Croce recordó que el único atentado contra el sistema democrático ocurrió el 1 de septiembre de 2022, cuando la entonces vicepresidenta fue víctima de un intento de magnicidio, y cuestionó que ese hecho sea relativizado mientras se naturaliza su encarcelamiento. También apuntó contra la cobertura mediática previa al fallo judicial, al mencionar la tapa de un matutino nacional publicada horas antes de conocerse la condena, que —según señaló— evidenciaría un fallo anticipado.
La analista puso especial énfasis en las declaraciones públicas del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, quien relató cómo se firmó la condena contra Fernández de Kirchner. Di Croce consideró “escandaloso” que el propio magistrado admitiera que la decisión ya estaba tomada con antelación y la describiera como un trámite más en su agenda personal. “Un cortesano que nadie votó, que aceptó ser designado por decreto y que luego se aumentó el salario, relata con liviandad el día en que se condena a una expresidenta”, afirmó.
A pocos meses de cumplirse 50 años del golpe cívico-militar de 1976, Di Croce cuestionó la utilización del término “histórico” para definir la condena y contrapuso ese calificativo con los hitos de memoria, verdad y justicia, la recuperación de derechos sociales y las políticas económicas de los gobiernos kirchneristas. En ese sentido, recordó una advertencia de Fernández de Kirchner en 2022: “Esto no es solo contra mí, es un mensaje disciplinador para toda la dirigencia”.
La columna también retomó fragmentos de la sentencia que condenó a Fernando Sabag Montiel por el intento de asesinato de la exmandataria, en los que se advierte sobre el impacto del discurso de odio y la habilitación social de la violencia. Di Croce responsabilizó por ese clima a dirigentes políticos, sectores judiciales y mediáticos, y cuestionó el rol de comunicadores que, a su juicio, “incitan a la violencia desde lugares de poder”.
Finalmente, la analista afirmó que, a 190 días de la detención de Fernández de Kirchner, el país no mejoró en términos de libertad, condiciones de vida ni institucionalidad. “El amor popular no se proscribe”, sostuvo, y cerró su intervención con un llamado a no naturalizar el encarcelamiento de la expresidenta y a interpelar el uso efectivo de la libertad en el actual contexto político.