Sader: «Las sanciones económicas de EE.UU. a Brasil son por razones políticas»

El filósofo y politólogo brasileño dialogó con Caballero de Día acerca de la presión ejercida por el expresidente Donald Trump sobre el gobierno de Lula da Silva y el Poder Judicial, en el marco del proceso judicial contra Jair Bolsonaro.

Sader advirtió sobre una creciente injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Brasil, alimentada —según señaló— por vínculos ideológicos y familiares con el entorno de Bolsonaro. “Es un espanto que un hijo de Bolsonaro esté prácticamente dirigiendo la política de EE.UU. hacia Brasil, con supuestos completamente erróneos”, sostuvo.

Entre los elementos que mencionó como parte de esa narrativa, enumeró: la supuesta inocencia del expresidente, el descrédito del sistema judicial brasileño y la negación de que Brasil sea una democracia. “A partir de eso se han implementado sanciones económicas duras, con argumentos estrictamente políticos”, afirmó.

El politólogo también se refirió al reciente endurecimiento del Supremo Tribunal Federal, que dictó prisión domiciliaria contra Bolsonaro tras violar las condiciones impuestas en su causa judicial. La decisión incluyó la prohibición de contacto con terceros, el retiro de su teléfono celular y la advertencia de prisión efectiva en caso de nuevas infracciones.

“La evidencia del vínculo de Bolsonaro con el intento de golpe del 8 de enero es contundente. Incluso hay pruebas de que se planificaba el asesinato de Lula, su vice y el presidente del Supremo”, aseguró.

Consultado sobre la relación con Washington, Sader explicó que Lula había dado señales de apertura al diálogo con Trump, pero que la dureza de las medidas estadounidenses —como el aumento de aranceles— congelaron cualquier intento de acercamiento. “Ahora se acusa a Lula de censurar a Bolsonaro, cuando en realidad es una decisión del Poder Judicial basada en hechos concretos”, remarcó.

Sader denunció que Trump y su entorno incluso han apuntado contra los jueces que procesan a Bolsonaro. “Es una intromisión directa, como si pudieran decidir sobre las normas judiciales de Brasil”, dijo.

Respecto al impacto social de las manifestaciones bolsonaristas del último fin de semana, minimizó su relevancia: “Fueron débiles, sin movilización popular. Esa falta de respaldo facilitó las medidas del Supremo”.

Finalmente, evaluó el posicionamiento actual de Lula frente a la ofensiva externa. “El ataque de Trump ha sido, paradójicamente, un regalo para Lula. Lo colocó en el lugar de defensor de la soberanía brasileña. Hoy su prestigio está en alza”, afirmó. Y concluyó: “Esa vieja categoría de soberanía nacional, que parecía olvidada, ha vuelto a cobrar plena vigencia frente a esta ofensiva”.