«La causa contra Cristina Fernandez de Kirchner es un avance antidemocrático feroz”

La dirigenta del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Myriam Bregman, dialogó con Un Buen Comienzo acerca de la situación judicial de la exmandataria, el rol del Poder Judicial y la injerencia de Estados Unidos que intervienen en las decisiones locales.

“Me parece un hecho sumamente grave lo que se está viviendo, lo que puede pasar. Recién recuperaba algo que me parece que no hay que perder de vista, por lo menos desde el punto de vista desde donde yo entiendo lo que está pasando en nuestro país, y por qué esta celeridad del Poder Judicial, y por qué tanto interés en condenar a Cristina Fernández de Kirchner”, afirmó.

Bregman recordó que el 21 de marzo de este año, el senador estadounidense Marco Rubio prohibió el ingreso de la expresidenta a Estados Unidos por presuntos hechos de corrupción. “Sin que esté firme la condena en Argentina, Estados Unidos ya se pronuncia marcando la cancha”, señaló, y comparó esa actitud con el caso del expresidente Donald Trump: “En un gobierno de Trump que, si se le aplicara la legislación que quieren imponer en Argentina, él nunca podría ser presidente. Ficha limpia no tiene”.

La ex legisladora analizó esta situación en un contexto regional, asegurando que “Estados Unidos ha utilizado las legislaciones vinculadas a la corrupción y la inhabilitación para cargos públicos, como en el caso de Lula en Brasil, con el objetivo de promover gobiernos que respondan directamente al capital financiero internacional, sin presiones populares que los lleven a tomar otro tipo de medidas”.

Bregman subrayó que “el problema es para qué se utilizan estos mecanismos”, y en esa línea, denunció que la causa judicial contra Cristina representa “un recorte alevoso de la realidad” y criticó la selectividad del Poder Judicial: “La celeridad con la que se actúa en estos casos contrasta con la lentitud, por ejemplo, en las causas contra los genocidas o contra civiles involucrados en la dictadura. En esos casos, ni siquiera se llega a una indagatoria”.

Consultada sobre el impacto institucional, Bregman sostuvo que “las democracias capitalistas, especialmente desde la crisis económica de 2008, se han degradado muchísimo. No es un fenómeno exclusivo de Argentina”. Mencionó también el uso de la figura de «terrorismo» como herramienta de criminalización política, y denunció lo que consideró una persecución internacional contra dirigentes sociales, citando el caso de Anas Kasib, militante ferroviario francés, enjuiciado por denunciar el genocidio en Palestina.

Finalmente, Bregman advirtió sobre un proceso creciente de restricciones políticas: “En Argentina, esto claramente es un avance antidemocrático feroz. El pueblo tiene cada vez menos posibilidades de participación real. La propia Constitución delega todo en los representantes, y lo único que queda es votar cada dos o cuatro años por quienes ya decidieron mostrarnos como opciones”.

A pesar de su histórica oposición a los gobiernos kirchneristas, Bregman fue contundente: “Eso no me impide ver en qué realidad estamos avanzando. Todo avance antidemocrático indefectiblemente se vuelve contra el pueblo trabajador”.