Karina, la cajera que no descansa

Editorial de Felicitas Bonavitta.

En relación a los audios que comprometen a la secretaria general de la Presidencia y hermana del presidente Javier Milei, en donde se la vincula con supuesto retornos millonarios en negociados con laboratorios, la conductora Felicitas Bonvitta reflexionó sobre el silencio oficial que contrastan con el relato anticasta que llevó a los libertarios al poder.
“Karina es la cajera que no descansa. Todos los días en Argentina parece 28 de diciembre. Nos vendieron el verso de que venían a terminar con la casta y son exactamente lo mismo” sostuvo.
Bonavitta recordó que la hermana del presidente eligió mostrarse públicamente hace pocos días para desmentir que usara un reloj Rolex de treinta mil dólares. “Salió desaforada a aclarar en redes sociales, dio detalles, contó todo. Es decir: cuando quiere, puede hablar. Entonces, ¿por qué calla frente a los audios que la comprometen directamente con retornos ilegales?” cuestionó.
Los audios a los que se refiere la conductora son los que trascendieron de Diego Espagnuolo, titular de la Agencia Nacional de Discapacidad. Allí, “habla de porcentajes, de mordidas, de laboratorios y dice textualmente: ‘A Karina le debe llegar el 3%’. No es una interpretación, es un nombre y un apellido.”
La gravedad del caso se potencia por la presunta complicidad presidencial. “El propio Espagnuolo cuenta que le dijo al presidente lo que estaba pasando, que estaban choreando su hermana y que tenía todos los WhatsApp de Karina. Y Milei no hizo nada. Encubrimiento, complicidad, asociación ilícita: el presidente sabía,” remarcó la periodista.
La denuncia no se queda solo en lo financiero. Bonavitta subrayó el costado humano del escándalo: “No hablamos de rumores. Hablamos de aportes exigidos a laboratorios para garantizar contratos con el Estado. Hablamos de medicamentos y de un organismo que debería asistir a las personas con discapacidad. Mientras tanto, cien muertes por medicamentos contaminados. ¿Cómo no indignarse?”
El entramado, además, vuelve a poner sobre la mesa los vínculos con el menemismo. “Esto es una remake del menemato. Martín, Lule, Sulemita… el apellido Menem vuelve a sonar en cada negocio turbio. Contratos de seguridad por miles de millones, empresas vinculadas, y ahora también en los laboratorios. La impunidad es total.”
Para Bonavitta, la consigna libertaria de la “casta” quedó pulverizada: “La casta nunca se fue. Karina, Lule, Menem: todos adentro del Estado, todos con negocios privados, todos enriqueciéndose mientras le niegan un plato de comida a los jubilados y le sacan recursos a las personas con discapacidad.”
Y cerró con un mensaje categórico: “Javier Milei, cuando te suelten la mano quiero ver qué pasa. Y a vos, Karina, te van a recordar que sos pastelera. Y ojo, no es un desmérito ser laburante. Lo indignante es pasar de pastelera a cajera presidencial de la corrupción».