Horacio Verbitsky: Tiros en los pies – El Cohete a la Luna
- ALERTA!El COHETE A LA LUNANoticias
- 21 de abril de 2024
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El gobernador Axel Kicillof sería la principal víctima de la andanada antikirchnerista que se desató en la provincia de Buenos Aires. Sin reelección posible, está obligado a buscar la presidencia, pero eso sería inviable a menos que existiera una férrea unidad de todas las fuerzas del peronismo, que su entorno decidió corroer.
La descarga de artillería pesada contra Cristina se produjo nada menos que el 13 de abril, cuando se cumplieron ocho años de la enorme movilización bajo la lluvia que acompañó a la ex Presidenta a los tribunales de Retiro, en el inicio de la ofensiva judicial en su contra. Allí CFK sentó las bases de lo que sería la Unidad Ciudadana.
Hace seis décadas, la misma estrategia se ensayó contra otro ex Presidente, cuando el líder metalúrgico Augusto Timoteo Vandor dijo ante un plenario de las 62 Organizaciones que “hay que enfrentar a Perón para salvar a Perón”. En lo que sigue, se analizará si el resultado podría ser distinto esta vez.
Un alivio para los Hermanos Milei
La confrontación se da para alivio del gobierno de los Hermanos Milei, quienes no consiguen los acuerdos necesarios para aprobar la ahora circuncisa Ley Bases y concluir la autopsia de la sociedad argentina de bienestar.
Además están sumidos en un caos interno, con la fractura de su bloque en la Cámara de Diputados, las amenazas contra una de sus integrantes quien debió ser internada de urgencia. Todo esto pone en entredicho la celebración del presuntuoso Pacto de Mayo para el que hay menos demanda de entradas que para el Boca-River de esta tarde, también en Córdoba.
La solicitud de ingreso de la Argentina a la OCDE y a la OTAN no compensa la sonora negativa del FMI a ampliar el endeudamiento argentino como pretende su gobierno. Según Infoemba, que tiene cómo saberlo, el jefe de gabinete y el Ministro de Economía peregrinaron hasta Langley para pedir la intercesión de la CIA ante el Fondo. En su libro clásico La Embajada, Martín Granovsky explicó el mecanismo por el cual distintos gobiernos de la Argentina acomodan sus políticas a los deseos de Washington, pero no son recompensados como esperan porque en la lógica del imperialismo, sólo están haciendo lo correcto, en su propio interés.
No queremos ser como Alemania, sino como Irlanda, dijo Milei en el foro de los multimillonarios del Llao-Llao, donde motejó de “héroes” a quienes fugan dólares, porque así escapan de las garras del Estado. Su aversión a las regulaciones económicas chocó con la realidad de la cartelización que elevó muy por encima de la ya descomunal inflación los precios de las organizaciones financieras que prestan servicios de medicina privada. Sin sentido del ridículo, el Poder Ejecutivo dictó una medida cautelar administrativa contra la autorización que les concedió para aumentar sus tarifas todo lo que quisieran y una demanda ante la Justicia, como se detalla en otra nota de esta edición. En una nueva retractación de su credo, el Ministerio de Economía también está en conversaciones con productores y comercializadores de productos de primera necesidad para que den marcha atrás con sus aumentos de precios, ahora que el ministro Caputo ha descubierto que la inflación no se debe a la emisión monetaria sino a la psicología de los argentinos, que siempre creen que las cosas irán para peor. Ministros, funcionarios y legisladores se pusieron a cubierto de esa maldición, gracias a los fuertes aumentos de sus remuneraciones. A este paso, los rugidos contra la casta no tardarán demasiado en mover a risa. Como precisó la implacable Vicepresidenta Victoria Villarruel, todos los bloques suscribieron el salariazo, aunque luego los libertarios mientan lo contrario. La desesperación por conseguir dólares como sea llevó al gobierno a quintuplicar el monto que se permitiría blanquear sin pagar nada: de 200.000 a un millón de dólares, como cuenta en esta misma edición Julia Strada. Una fiesta para los capitales más oscuros.
Pasado mañana se realizará la movilización de las universidades nacionales, a la que adhirió la CGT, pese al apurado anuncio oficial de que se incrementarían los recursos para el funcionamiento de las casas de estudios. Todos los sectores sociales ya le han tomado el tiempo a un equipo oficial de absoluto desapego por la verdad de sus anuncios y mientras no vean los instrumentos legales que ratifiquen las promesas, actúan como si no existieran.
En la Cámara de Diputados prosiguen los contactos transversales en busca de las 129 voluntades que permitirían mandar al archivo el decreto 70/2023 y, por primera vez desde que asumió, el gobierno de los Hermanos Milei se ve corrido por derecha. No otra cosa implica el proyecto de ley laboral presentado por el bloque de la UCR que responde a Pegame y Llamame Marta De Loredo, distinto incluso al que elaboraron los senadores que conduce el presidente del partido, Martín Lousteau. El Poder Ejecutivo había prometido a la CGT que omitiría en la Ley Bases la supresión del aporte solidario, fundamental para la subsistencia de los sindicatos, pero Pegame lo incluyó en su proyecto, junto con la supresión de la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo. Imposible olvidar que a esta altura de su gobierno, el Presidente Raúl Alfonsín fracasó en el intento de reforma sindical, según el proyecto de su ministro de Trabajo, Antonio Mucci, lo cual debilitó al primer gobierno post-dictatorial y condicionó su relación con el sindicalismo peronista, que declararía 13 paros nacionales contra esa administración.
El cónclave de San Vicente
Es posible que los organizadores del cónclave en la quinta peronista de San Vicente hayan pensado que con la advocación al 13 de abril preservaban a CFK del explícito ataque contra Máximo Kirchner.
Pero si hay alguien que no muerde ese anzuelo es precisamente Cristina, quien se sabe el blanco de tales diatribas, como explica hoy en otra nota del Cohete Nicolás Vilela. Por ahora, su respuesta será concentrarse en el análisis y la crítica de las políticas del gobierno de los Hermanos Milei.
Máximo no fue el único objetivo de la andanada, que también comprendió a
- lo que el Cuervo Larroque llamó “tres tipos que te mandan WhatsApp”. Y añadió: “No quiero esa conducción de Cristina, quiero la conducción con movimiento popular, cuadros auxiliares de conducción, mesas de discusión, con debate, con programa, con método y movilización”.
- “un cuatro de copas que manda un mensajito” y “los que rodean a Cristina que terminan haciendo pelotudeces”, como dijo el intendente de Ensenada Mario Secco. “No es bueno que Cristina mande mensajes por WhatsApp a través de otros compañeros. Eso te hace calentar”, agregó. (Tanto Cristina como Máximo sólo usan Telegram. Desde la gobernación provincial identifican en voz baja a los aludidos: los diputados bonaerenses Martín Rodríguez y Facundo Tignanelli, y el senador Emanuel Santalla.)
- Quienes, según Hugo Yasky “hablan desde las catacumbas y los vips”, con “señales que hay que descifrar como si fueran códigos secretos”. Añadió que “no podemos dejar de reconocer que emergen figuras como las de Axel Kicillof”.
- Siempre sutil, Derrota Dolosa se postuló como armadora de “la orquesta para la nueva sinfonía que quiere tocar Axel Kicillof, bienvenido todo aquel que quiere que sonemos distinto. Hay melodías que no solo ya tienen que dejar de sonar, sino que ya nadie quiere escuchar”. Su cambio es vertiginoso. Hace pocos meses, Derrota anunció su candidatura para enfrentar a Kicillof por la gobernación, con Scioli en la boleta presidencial.
Santalla es el rival camporista de Jorge Ferraresi en Avellaneda. Su elección como senador por la Tercera Sección Electoral desató el furor del intendente contra La Cámpora. Una de las primeras medidas que adoptó luego del cambio de gobierno en diciembre fue romper el bloque de concejales patriotas de Lanús, mediante la creación del monobloque Peronismo Bonaerense, por parte de la concejal Belén Berruco, de su obediencia. Además, se negó a la renovación del asiento que le correspondía a Lanús en el directorio del Consorcio Puerto Dock Sud, que es uno de los principales de la provincia. Por eso, seguía en funciones a pesar de su mandato vencido hace cinco años el representante del PRO, Rubén Cuevas. El intendente de Lanús Julián Álvarez reclamó el lugar que ocupaba el representante del ex intendente Néstor Grindetti, y actual jefe de gabinete del primo inteligente de Macrì en la Capital Federal. El gobernador argüía que no estaba en condiciones de incomodar a Ferraresi. Fue necesario un mensaje de Cristina para que firmara el decreto 343/24, ungiendo a Julián Álvarez.
La señal de largada para los cuestionamientos a Cristina fue
- un ataque frontal del Altavoz Navarro, quien ubicó a Cristina en un altar (“Hagamos una cara de Cristina en el Obelisco. Se lo merece porque es una de las grandes líderes del mundo”) pero lejos de la política (“Hay que renovar el campo popular. ¿Por qué una persona va a decidir por todos? Ya está Cristina. Máximo no va a ser Presidente”),
- y el anuncio de Ferraresi, quien dijo que construye al margen de La Cámpora. “El 2025 nos va a encontrar en lugares distintos, no nos va a encontrar en los mismos lugares, entonces para qué vamos a perder tiempo. Ya tenemos que empezar a construir”. A su publicación en las redes antisociales sobre la Corriente Peronista 13 de abril, el primer comentario le señaló una carencia:
Gestor de una capacidad que nadie pone en duda y con una actitud militante que todos reconocen, Ferraresi está expandiendo sus contactos en todas las direcciones. Incluso se reunió con el ex hombre fuerte de Merlo, el Vasco Raúl Otacehé, que es como meterle el dedo en el ojo al ex presidente del PJ provincial y actual intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, El Tano, quien ni siquiera es camporista. Es dudoso que estos chirridos beneficien al gobernador.
Por si quedara alguna duda de la índole de la ofensiva, el último en sumarse fue Aníbal Fernández, quien ya sin El Doctor Fernández busca otra monta para hostigar a quien no hace tanto llamó el mejor cuadro político del último medio siglo. A Kicillof “hay que sacarle a toda la manga de salames que están intentando perjudicarlo para que no pueda seguir avanzando sobre las posibilidades ciertas de ser un candidato del peronismo. Uno tiene que alzar la voz y no callarse más la boca. Ya hicieron demasiado daño estos pibes. No representan a nadie, no han ganado nada y se amparan en los familiares para que, más o menos, les den la razón”, dijo.
Kicillof envía habitualmente análisis económicos, que Cristina agradece, pero no hablan de política ni se encuentran cara a cara. El gobernador comienza a advertir el torbellino al que lo arrastran sus voceros oficiosos. Por un lado, niega cualquier responsabilidad en las apreciaciones de sus adláteres, lo cual podía ser creíble cuando se limitaban a Ferraresi, pero es difícil de sostener cuando los allegados al gobernador (ya sea por amistad, ideología o pauta multimillonaria) forman fila para castigar a madre e hijo. Por otro, visitó dos municipios camporistas para inaugurar obras:
- en Hurlingham, un Centro de Salud Mental Juvenil
- en Quilmes, un Instituto de Formación Docente. Además, hizo entrega de tres centenares de escrituras y de tres camiones recicladores.
Consultado para esta nota, Kicillof respondió que estaba de recorrida por Tres Arroyos y Juárez, “laburando día y noche para sostener la provincia. Mi problema es Milei, yo tengo que gobernar una provincia”.
Una gran jornada en Tres Arroyos donde entregamos 74 escrituras a familias de distintos barrios; una ambulancia para el hospital local; materiales y equipamiento deportivo para escuelas del municipio; y una combi y kits ambientales a la EEE Nº502.
— Axel Kicillof (@Kicillofok) April 19, 2024
También sumamos equipamiento… pic.twitter.com/omaZbO1z5L
Yasky declinó “meterle más ruido a ese tema que no nos sirve para nada” y el Cuervo Larroque contestó que no veía “ninguna ofensiva hacia Cristina y Máximo, en todo caso así lo querrán interpretar algunos por conveniencia, tratemos de no confundir, que con la realidad basta y sobra. Sí veo una ofensiva permanente contra Axel y me parece que en ese plano con Milei ya alcanza como para que se sume tropa propia”. En cambio, Secco y Ferraresi no respondieron a la consulta, formulada en aras de la objetividad.
La intensidad de sus partidarios coloca al gobernador en una encrucijada. Su principal activo es que nadie retiene como él los votos de Cristina. No suyos, de Cristina. Si permite que la confrontación escale podría perderlos. La próxima vez que quienes sostienen su candidatura presidencial despotriquen contra Máximo y Cristina no podrá hacerse el desentendido. Está más claro que nunca que Máximo es Cristina, y que Larroque, Ferraresi, Yasky o Secco son Axel. El juego de fintas terminó.
Alberto no, Axel sí
En una entrevista con Roberto Caballero en la radio de las Madres de Plaza de Mayo, el 27 de marzo, Máximo Kirchner denunció que la quita de recursos nacionales a la provincia de Buenos Aires buscaba el fracaso de Kicillof como gobernador, en represalia por sus definiciones políticas. Sobre el debate interno expresó la voluntad de que no sea con el lenguaje del adversario político. “Hay gente que está hablando de las listas del 2025. ¿Cómo querés que nos mire la sociedad, cómo querés que no voten a Milei? Son los mismos que reprochan la interna durante el gobierno de Alberto. Hay que hacer el esfuerzo por salir de las discusiones personales e ir al plano más general y colectivo. (…) Hay libertad absoluta para llevar adelante ideas, que beneficien al conjunto de la población. Mientras esto sea lo que buscamos, tenemos la capacidad de entender todo lo demás, como lo entendimos en el 2019”. Entonces, “discutí a fondo la candidatura presidencial” del Doctor Fernández, pero no la de Kicillof.
Semanas antes del encuentro en la quinta de San Vicente (donde se reunía lo que Néstor Kirchner llamó Grupo Mausoleo), el Partido Justicialista Bonaerense que preside su hijo, cuestionó el llamamiento de José Luis Espert a la rebelión fiscal y destacó la colaboración de Kicillof con la provincia de Santa Fe en la lucha contra el narcotráfico, enviando patrulleros y personal. “Las irresponsables declaraciones se dan además en un contexto donde la política impositiva de la provincia de Buenos Aires se encuentra condicionada por la sustracción de un punto de coparticipación, eliminación del Fondo de Incentivo Docente y fundamentalmente por las decisiones del Presidente en la macroeconomía”.
— • Comunicado del PJ de la provincia de Buenos Aires pic.twitter.com/PuVruE77zD
— PJ Provincia de Buenos Aires (@BonaerensePJ) March 17, 2024
Salvar a Perón
La Iglesia Católica organizó en 1955 el derrocamiento de Perón, que había retirado el subsidio a la educación eclesiástica, sancionado el divorcio vincular, equiparado a los hijos dentro o fuera del matrimonio, y suplantado a las tres personas de la Trinidad Católica por las dos de la pareja presidencial. Unos pocos militares, casi todos retirados, se plegaron al golpe religioso y Perón marchó al exilio.
Con sus votos fue electo en 1958 Arturo Frondizi. Las FFAA lo derrocaron en 1962, cuando el peronismo reclamó el cumplimiento de los compromisos de legalización formulados cuatro años antes. Luego del alzamiento del Ejército azul ese mismo año, en 1963 la abstención del peronismo ante una nueva proscripción dio origen al débil gobierno de Arturo Illia, que ocupó la presidencia con apenas el 22% de los sufragios.
Vandor, que lanzó un plan de lucha con ocupaciones de fábricas, acariciaba la idea de un peronismo sin Perón. En 1964, Perón desafió ese proyecto con el retorno a la Argentina, interrumpido en Río de Janeiro por acuerdo de su gobierno con el de Illia. Como parte de ese intento, narré los hechos en una nota publicada aquí.
En 1966, Mendoza debía elegir nuevo gobernador, que sucediera a la entente entre el radicalismo y los demócratas conservadores que allí se conocen como Gansos. Era la ocasión para que Vandor avanzara su plan. Perón tomó una decisión de enorme audacia, que en el anecdotario peronista se conoce como “mover la dama”. Consistió en el viaje a la Argentina de su tercera esposa, Isabel Martínez. Su correspondencia publicada parcialmente por Claudia Peiró en Infoemba contradice la subestimación general en que se la tiene.
La autoridad de Perón fue cuestionada entonces en un plenario de las 62 Organizaciones, ante el que Vandor sentenció: “Hay que enfrentar a Perón para salvar a Perón”. Cuando Vandor intentó desmentir ese pronunciamiento, Perón le dijo: “Usted se ha metido en un lío. Lo mata el Movimiento o lo mata la CIA. Me acuerdo que lloró”, recordó el ex Presidente dos años después de que ese vaticinio se cumpliera.
En contra del proyecto vandorista, el secretario general de la CGT, José Alonso, creó las “62 Organizaciones de pie junto a Perón”, con lo cual el enfrentamiento interno quedó protocolizado. El candidato de Vandor a la gobernación cuyana era Alberto Serú García, El Bimbo, un neoperonista convencido. En vez de cuestionar esa candidatura, Perón acordó con su esposa el lanzamiento de Alberto Corvalán Nanclares y Alberto Martínez Baca, como candidatos a gobernador y vice. El gobierno permitió que, por primera vez desde 1955, la imagen y la voz de Perón aparecieran en los medios audiovisuales. Radicales y conservadores retuvieron la gobernación ante ese peronismo dividido, pero Corvalán Nanclares duplicó los votos de Serú García, sepultando el proyecto de Vandor, que se volcó entonces hacia la conspiración contra Illia, que sería derrocado dos meses y medio más tarde.
Ambos candidatos de Perón en 1966, tendrían roles relevantes en 1973: Corvalán Nanclares como ministro de la Corte Suprema de Cámpora, Lastiri y Perón hasta 1975 y como Ministro de Justicia de Isabel después. Martínez Baca como gobernador de Mendoza.
Quién es quién
Los cuestionamientos de Larroque, Secco o Yasky son coherentes con su origen como militantes íntegros en distintas vertientes del progresismo o la izquierda y sólo el tiempo dirá quién tenía razón. El de Ferraresi sólo se explica por cuestiones personales, que él mismo explicitó al hablar de la confección de las listas de candidatos a las elecciones legislativas. Es el único de ellos con raíces históricas en el peronismo. Su padre, el dirigente del sindicato de trabajadores de farmacias Alfredo Ferraresi, fue uno de los dirigentes que en 1965 acompañaron a José Alonso en las 62 Organizaciones de pie junto a Perón, donde también militaban Andrés Framini y Amado Olmos. Y en 1968 fue uno de los fundadores con Raimundo Ongaro de la CGT de los Argentinos, que encabezó las luchas populares contra la dictadura del general Juan Onganía. Milité con ellos, desde la redacción del Semanario CGT. Alfredo tenía diez años más que yo y su trato en la sede de la Federación Gráfica Bonaerense de Paseo Colón fue siempre cordial. En julio de 1969 fue detenido junto a Ongaro por la dictadura.
Vicepresidente del Instituto Patria a partir de 2016, su hijo llegó por esa vía al gabinete ministerial, cuando reemplazó en Desarrollo Territorial y Hábitat a María Eugenia Bielsa, en noviembre de 2020. Pero luego de la hecatombe electoral de 2021 y las renuncias presentadas por Wado de Pedro y los demás kirchneristas del gabinete, Ferraresi se alineó con el Doctor Fernández, cuya reelección propuso, y pasó a integrar su mesa chica. Allí comenzó la beligerancia contra La Cámpora, que se acentuó ante los cuestionamientos que desde esa organización partieron al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Ese sigue siendo un punto de discordia hasta hoy: el gobierno fue debilitado por quienes se negaron a aprobar el acuerdo, o fueron las condiciones recesivas e inflacionarias del FMI las que lo condenaron a la intrascendencia. En la votación de Diputados, Kirchner se pronunció en contra y Yasky se abstuvo.
Ferraresi volvió sobre sus pasos cuando se hizo evidente la debilidad de aquel gobierno, y se recostó en Kicillof, a quien aspira a suceder. Nadie mencionó la candidatura de Ferraresi a la gobernación antes que Máximo Kirchner. Durante una actividad para adultos mayores, organizada en diciembre de 2018 por la titular del PAMI, Luana Volnovich, en el club Los Rojos, dijo que Ferraresi sería un gran gobernador si pudiera gestionar como en Avellaneda. Por entonces, fracasaba el intento de Kirchner de convencer al ex ministro de Economía para que migrara de la Ciudad Autónoma a la provincia de Buenos Aires. “Kicillof dijo que no porque lo interpretó, contaron en esos días a su lado, como una emboscada de La Cámpora para sacarlo de CABA, su distrito de origen, por el que es diputado y donde fantaseó con ser jefe de gobierno”, escribió Clarín el 29 de mayo de 2019. Es decir que la desconfianza no es nueva. Lo mismo le pasó a Felipe Solá, cuando Eduardo Duhalde le planteó que fuera su candidato a la presidencia en 2003. Pensó que lo que buscaba era liberar el casillero de la gobernación. Luego de los primeros meses de la presidencia de Néstor Kirchner, Solá se arrepintió de aquella renuncia. “Podría haber sido yo”, imaginó. En 2019 el pase de Kicillof a la provincia fue acertado. Nunca se sabrá qué hubiera sucedido si en 2023 hubiera competido por la presidencia, como plantearon Máximo y Cristina y rechazó Kicillof.
Quien anunció que Kicillof sería el candidato a la gobernación bonaerense fue el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Así lo narró El Cohete en aquel momento: “’Muchos querríamos ser. Pero la intención de voto de Axel triplica la del mejor posicionado del resto’, dijo en el encuentro de los intendentes bonaerenses. No había mucho más que decir”.
Tanto Kicillof como Larroque ingresaron a lo que Clarín llamó “el mundo K” vía Mariano Recalde. El hijo del ex presidente del bloque kirchnerista de diputados nacionales fue precisamente quien respondió a la andanada de Larroque. Según El Cuervo, “Milei señaló a Axel como el enemigo, cuando hemos retenido heroicamente la provincia de Buenos Aires, y quizá no necesariamente con toda la colaboración de nuestra fuerza política”. Agregó que Kicillof es “un fenómeno social y electoral, un compañero honesto, trabajador, que sabe gestionar, que es empático con la gente y demostró ser exitoso en las elecciones. En este momento, si hay un compañero que tiene esa capacidad, cualquier compañero o compañera de nuestro espacio que ose murmurar, conspirar, sembrar cuestionamientos extraños en una joda rara está y no juega a favor del peronismo”.
Recalde respondió: “Pensé que hablaba de Guillermo Moreno, que es el que cuestiona a Axel todo el tiempo. Nunca vi a un compañero del kirchnerismo cuestionando a Axel. El que cuestiona a Cristina anda en algo rarísimo”. La referencia a 0,8% Moreno se debe a que Larroque accedió a una larga entrevista con el ex secretario de Comercio, quien se cree el fundador y el alma del peronismo. Más democrático que nadie, 0,8% ataca por igual a Axel, Máximo y Cristina. Esto produjo un chisporroteo con Gustavo Sylvestre, quien excluye al gobernador de sus anatemas.
El diálogo ocurrió en la señal de noticias por cable C5N, a la que sólo Clarín sigue llamando “kirchnerista”. Por el contrario, la orden impartida por la conducción empresarial es atacar o silenciar al presidente del Partido Justicialista Bonaerense, en medio de versiones que indican una ruptura entre sus principales accionistas, Fabián De Sousa, que dirige la programación, y Cristóbal López, que atiende los negocios rentables del Grupo Indalo.
Recalde se excedió en su respuesta cuando dijo que el kirchnerismo no tuvo candidato en las elecciones de 2023 porque “el candidato de Cristina era Eduardo De Pedro”. Esto motivó la respuesta del cuñadísimo, Sebastián Galmarini, quien dijo que Sergio Massa fue el candidato de todo el peronismo. La cuestión no pasó a mayores porque Recalde y Galmarini la siguieron en privado, el Senador se disculpó con el director del Banco Provincia, y el propio Kirchner hizo lo propio con Massa.
El grabador sobre la mesa
Kirchner discutió estas cuestiones personalmente con varios intendentes y ministros del gobierno de Kicillof. Planteó que la discusión política no podía pasar por los medios. Fernando Espinoza se había quejado ante el gobernador por lo que consideró falta de apoyo kirchnerista para su reelección como intendente de La Matanza, pero Kirchner le recordó que fue el único mandatario de la provincia recibido en el Senado por Cristina. Luego de una larga discusión, que incluyó también a los intendentes Leonardo Nardini, Gustavo Menéndez, Andrés Watson y Mariano Cascallares se acordó conformar una mesa de discusión política. Lo mismo se convino en febrero, durante el último encuentro entre el gobernador y el presidente del PJ. Como parte de lo acordado, elaboraron en conjunto un proyecto de restitución del Fondo de Incentivo Docente. Cuando se planteó la mesa de discusión política, Kirchner puso una sola condición: “Con un grabador sobre la mesa, para que después no me operen en los medios con cosas que no se dijeron en la reunión”. Nunca más lo llamaron.