«Estamos atravesando una descomposición de valores humanos mínimos»

Domingo Bresci, integrante del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, dialogó con Caballero de día acerca de la creciente derechización social, la penetración de discursos individualistas en sectores populares y el impacto que esa deriva tiene en la vida comunitaria, en la Iglesia y en la política argentina.

Bresci advirtió que en los barrios populares “se agravaron todos los índices” vinculados a la vivienda, el hambre, el empleo, la salud y la educación, y reconoció la sorpresa que generó entre los curas villeros y de la OPP el voto masivo a fuerzas de derecha en esos territorios. “Estamos con ellos, vivimos con ellos, y después votan a quienes los perjudican. Eso nos obliga a revisar qué estamos haciendo mal”, sostuvo.

El sacerdote señaló que se instaló “un sentido común individualista, de meritocracia y de pelea de pobres contra pobres”, lo que definió como “una derrota cultural” que atraviesa a toda la sociedad. “Hay una descomposición de valores humanos mínimos; culpar a los más pobres de lo que sufren se volvió algo naturalizado”, lamentó.

Bresci también cuestionó el avance del negacionismo y la reivindicación de prácticas de la dictadura. “Decir que no pasó o que estuvo bien desaparecer a 30 mil personas es un retroceso enorme. Buscan borrar un factor que para ellos es desestabilizante”, afirmó.

En relación con la Iglesia, marcó que mientras el papa León XIV continúa la línea de Francisco y su opción por los pobres, “muchos sectores católicos se han derechizado y comparten el sentido común dominante”. Reconoció que la doctrina social de la Iglesia “casi no se estudia ni se trabaja” y que eso debilitó la construcción comunitaria.

“La cultura de la resignación es terrible: es dejar de ser humanos”, dijo al describir escenas de despidos sin resistencia y la aceptación pasiva de políticas que precarizan derechos. Sin embargo, llamó a “no aflojar” y a reconstruir lazos de solidaridad. “Estamos peleando por el rumbo de nuestra vida y de nuestra sociedad. Vale la pena luchar por eso”, concluyó.