Caída de las ventas y los salarios

Esta semana, Majo Castells analizó los balances de tres grandes empresas de consumo masivo —Mastellone, Molinos Río de la Plata y Ledesma— que cerraron el primer semestre con pérdidas, principalmente por la fuerte caída de las ventas. Según la economista, este retroceso está directamente asociado al derrumbe del poder adquisitivo. “No nos podemos hacer los distraídos: caída de las ventas es caída de los salarios”, advirtió.

Castells explicó que el gobierno de Javier Milei logró una baja parcial de la inflación, pero a costa de un “tridente” de anclas: ajuste fiscal, control del dólar y freno salarial. El primero se sostiene recortando obra pública y jubilaciones, destinando recursos a pagarle a los bonistas. El segundo, mediante endeudamiento y carry trade, ofreciendo tasas cada vez más altas para retener capitales. El tercero, manteniendo los sueldos retrasados y demorando la homologación de paritarias, incluso cuando las empresas privadas acuerdan aumentos.

La economista advirtió que esta combinación está frenando la actividad económica: en junio, la industria cayó un 1,2% y también retrocedió el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE). Las propias compañías admiten que las ventas bajan y que el alto costo financiero —producto de las tasas elevadas para sostener el dólar— limita la producción y el consumo. En palabras del balance de Mastellone: “La lenta recuperación del poder adquisitivo de la clase media y baja imposibilita recomponer las ganancias de la compañía”.

Finalmente, Castells subrayó que la política de frenar salarios tiene un impacto social profundo, incluso en la educación. Como docente universitaria, contó que su salario lleva un año y medio prácticamente congelado. “¿En qué condiciones se va a estudiar? Con docentes que tienen que hacer malabares para llegar a fin de mes, que multiplican cursos para compensar la pérdida del poder adquisitivo. Eso se traduce en una peor formación y, en definitiva, en un país que se condena a sí mismo”, concluyó.