EL DESAFÍO DE RECUPERAR EL SALARIO MÍNIMO, VITAL Y MÓVIL

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19 de agosto de 2022
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Por Valentina Castro

La reciente aceleración del régimen de inflación implica una desvalorización acelerada del salario mínimo, consolidando esta dinámica desde fines del año pasado.
En la jornada del día 22 de agosto, tendrá lugar una nueva reunión del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil.
El punto de partida de la nueva negociación tiene como referencia el valor correspondiente al mes de agosto, en la que el valor del Salario Mínimo, Vital y Móvil fue de $47.850, presentando un aumento interanual de 70,4%. Este aumento se encuentra por debajo del ritmo inflacionario acumulado en el mismo periodo, que según nuestras estimaciones será de 77,8%.
Con los datos de la coyuntura económica y nuestras proyecciones, en un Hogar Tipo de dos adultos que trabajan por un SMVM y dos niños sería necesario que el mismo ascienda en septiembre a $ 65.000 para alcanzar el poder de compra equivalente a la línea de pobreza para un grupo familiar con esa constitución.

El Salario Mínimo, Vital y Móvil en agosto presenta un nivel real muy atrasado en la serie de los últimos seis años, luego de que cayera 22,24% entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019, y un 11,4% adicional entre diciembre de 2019 y agosto de 2022.

Si bien el artículo 139 de la ley 24.013 LEY NACIONAL DE EMPLEO[1] establece que el Salario Mínimo Vital y Móvil, garantizado en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional debe determinarse “teniendo en cuenta los datos de la situación socioeconómica, los objetivos del Instituto y la razonabilidad de la adecuación entre ambos”, la realidad actual demuestra un evidente deterioro en el poder adquisitivo que no se coindice con la velocidad del régimen inflacionario.

La aceleración en el aumento de los precios constituye un hecho excepcional que impone la necesidad de una rápida adecuación de estos parámetros para lograr garantizar la recuperación del poder adquisitivo.

En el caso del Salario Mínimo, Vital y Móvil, la caída de valor real durante el Gobierno de Macri fue de 22,2%. Durante el Gobierno del Frente de Todos los promedios de valor real del SMVM fueron 5,5% menores que los de diciembre de 2019.

Relación entre el Salario Mínimo, Vital y Móvil y el valor de la Canasta Básica Total de los Hogares

El costo de la Canasta Básica Total (CBT), que mide la línea de pobreza, aumentó 6,8% en julio, por ende, una familia “tipo” según la metodología del INDEC compuesto por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años) necesitó en el séptimo mes del año $111.298 para no ser considerada pobre. Vale aclarar que esta cifra no tiene en cuenta el gasto en alquiler.

Analizando el caso de una familia compuesta por dos adultos que cobran el salario mínimo y tienen a su cargo dos menores de edad la suma de los ingresos permanece por debajo de la canasta básica total (o de pobreza) de un hogar de esa constitución, estabilizándose a niveles similares a diciembre del año 2019 -donde el poder de compra del salario mínimo era equivalente a sólo el 75% del nivel de 2015-, luego de haber permanecido aún por debajo de esa magra proporción desde abril de 2020.

Con un aumento sugerido de $65.000 del Salario Mínimo, Vital y Móvil, a aplicar a partir de septiembre del corriente año con aumentos escalonados se podría llegar a estabilizar a los umbrales de abril de 2018.

RELACION DE 2 SMVM CON LOS AUMENTOS SUGERIDOS Y LA CANASTA BASICA TOTAL DEL HOGAR TIPO 2 (Hogar 2: de cuatro integrantes, compuesto por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años)

RELACION DE 2 SMVM CON LOS AUMENTOS SUGERIDOS Y LA CANASTA ALIMENTARIA DEL HOGAR TIPO 2 (Hogar 2: de cuatro integrantes, compuesto por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años)

Estos son coherentes con la paulatina consolidación de un segmento de “trabajadores pobres”, para los que acceder al empleo registrado no es garantía suficiente para la línea de la canasta básica.

¿Por qué es importante recuperar el salario mínimo vital y móvil?

La importancia del Salario Mínimo, Vital y Móvil se determina conceptualmente en el artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo 20.744[2] (T.O. 1976) el cual lo define como “la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”.

La evolución del SMVM es fundamental y actúa como referencia para diferentes instancias de negociación laboral; establece los porcentajes de aumento que actualizan el Seguro de Desempleo, fijan el valor hora para los trabajadores jornalizados; y son tenidos en cuenta para las actualizaciones del programa Potenciar Trabajo y las Becas Progresar. Además, permite regular el nivel de los salarios en el universo de los trabajadores informales, quienes no se encuentran comprendidos bajo la protección de un Convenio Colectivo de Trabajo.

El escenario presente caracterizado por altos niveles de inflación y salarios pauperizados, da cuenta de un agotamiento de la actual dinámica de negociación paritaria la cual no permite percibir un incremento del poder adquisitivo de los trabajadores.

El Salario Mínimo Vital y Móvil debe superar el ritmo inflacionario para mitigar el atraso real más que proporcional de los salarios más bajos. Si bien su valor no rige en la misma forma que el nivel de salarios de un Convenio Colectivo, el Salario Mínimo es un importante regulador para las escalas más bajas. Su evolución empuja la negociación salarial en estos segmentos y opera como referencia de los ingresos de los informales. Adicionalmente arrastra el valor de los programas de ingreso, como el Potenciar Trabajo.

AUMENTOS NECESARIOS A PARTIR DE SEPTIEMBRE