«Ser liberales a esta altura del mundo no sirve»

En Un Buen Comienzo, Nicolás Mársico dialogó con Erick Mendoza, secretario de Finanzas y miembro paritario de la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA), quien analizó el impacto de la reforma laboral impulsada por el Gobierno y su vínculo con el deterioro del trabajo médico. Desde su experiencia gremial, Mendoza fue contundente al afirmar que “la historia de los médicos es la clara muestra de que ser liberales a esta altura del mundo no sirve”, y cuestionó un modelo que, según sostuvo, profundizó la desigualdad dentro del sistema de salud.

En ese sentido, el dirigente explicó cómo la supuesta libertad profesional fue erosionada por el poder económico de clínicas, prepagas y obras sociales. “Desapareció la libertad en la relación médico-paciente”, señaló, y detalló que en las últimas décadas la porción de ingresos destinada a los médicos cayó de un 35% a menos de un 8%. Para Mendoza, esa transformación golpeó de lleno a las condiciones de vida del sector: “Nuestras familias se vieron seriamente dañadas”, remarcó.

Más adelante, destacó la importancia de la organización sindical y del convenio colectivo como única herramienta para equilibrar la relación con los empleadores. Recordó que AMRA logró su primer convenio recién el año pasado y advirtió que, aun así, “ahora nos corren el arco”. Entre los avances obtenidos, mencionó el fin de las guardias ilegales de 24 horas, el pago de la nocturnidad y el reconocimiento de la formación profesional, prácticas que antes eran sistemáticamente negadas. “Antes te hacían dar recibo y te echaban como un perro”, denunció.

Finalmente, Mendoza cuestionó el discurso oficial que defendió a los empresarios mientras ajustó sobre los trabajadores de la salud. “Escuchar que los pobres empresarios están en crisis es una barrabasada”, afirmó, y contrastó la precarización médica con el crecimiento de las ganancias privadas. En un cierre crítico, advirtió que la reforma laboral buscó legalizar el trabajo en negro al eliminar la presunción de relación de dependencia, y concluyó que la experiencia del sector salud fue una advertencia clara de los efectos regresivos que ese modelo podía profundizar en todo el mundo del trabajo.