
Salario mínimo y condiciones de vida
- Caballero de Día
- 16 de mayo de 2025
- 190
Columna de economía de Majo Castells
En su última columna, la economista Majo Castells advirtió sobre la “insostenibilidad estructural” del actual modelo económico del gobierno de Javier Milei, al tiempo que cuestionó duramente la retórica oficialista sobre la supuesta recuperación salarial y la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Castells sostuvo que el relato de mejora de los salarios difundido por el Gobierno es engañoso: “Lo que está pasando es que apenas se está recuperando lo que se perdió al inicio del gobierno de Milei”, señaló. Según sus datos, los salarios privados se encuentran hoy un 1,5% por debajo del nivel de octubre de 2023, mientras que los del sector público cayeron un 15% desde noviembre.
“Y si hablamos de salarios universitarios, la situación es directamente dramática. Hoy ganamos la mitad de lo que ganábamos en diciembre de 2015”, agregó la economista, docente del sector público y habitual colaboradora en medios radiales. Castells también denunció el vaciamiento del Consejo del Salario y calificó de “históricamente bajo” el nuevo salario mínimo vital y móvil, fijado en $300.000: “Una familia tipo necesita $1.100.000 para no ser pobre. Dos salarios mínimos apenas cubren la mitad de esa canasta”.
En otro tramo de su análisis, apuntó contra la estrategia oficial de recurrir nuevamente al FMI, a la que calificó como “una señal de debilidad y no de fortaleza”. Según Castells, el Gobierno ya utilizó recursos extraordinarios por casi 60.000 millones de dólares —provenientes de blanqueos, superávit devaluatorio y fondos del FMI— sin resolver el problema estructural de la falta de divisas genuinas.
“El ingreso genuino de dólares no llega: ni por inversión extranjera ni por comercio exterior. Entonces vuelven a medidas desesperadas como el dólar colchón: una amnistía encubierta que invita al lavado de dinero”, sostuvo. En ese sentido, criticó la medida que permite ingresar hasta USD 100.000 sin declarar origen ni pagar impuestos, y advirtió sobre las señales que ello transmite: “Bienvenido Sinaloa, bienvenidos los Monos”.
La economista también vinculó el ajuste fiscal con un proceso de descapitalización del Estado y la destrucción de infraestructura nacional: “Cuando eliminás la obra pública con una motosierra, lo que hacés es romper rutas, frenar obras, paralizar el país productivo”, sostuvo. “Es como tener el techo roto y guardar los ahorros en una caja fuerte… en la casa del vecino del country”, ironizó.
Por último, advirtió que la actual estrategia recuerda a los años noventa: “La convertibilidad de Menem solo funcionó mientras se vendía el patrimonio nacional. Milei va en el mismo camino. Ya lo intentaron con el Banco Nación”, sentenció.
La columna cerró con un llamado a disputar también el sentido común desde lo cultural y lo académico: “Se impone esta idea de que ‘la macro está ordenada’. ¿Pero qué significa eso si una familia trabajadora vive con la mitad de lo que necesita para no ser pobre? ¿Eso es orden?”, concluyó.