Paradoja: Hambre con alimentos encajonados en el mismo territorio

Paradoja: Hambre con alimentos encajonados en el mismo territorio

Por Norma Piazza, pediatra jubilada (*)

Viví varias veces etapas en las que atendí niños y niñas con múltiples carencias, también alimentarias, ya sea por decisiones políticas planificadas o por crisis. Sin embargo, en los equipos de salud conocíamos con qué recursos contábamos en cada lugar. Aun durante la dictadura, que en parte la transcurrí en el hospital Nacional Posadas, la Nación les proveía la leche a nuestros pacientes pobres  y a los  desnutridos doble ración, a veces no alcanzaba.

Más tarde, me trasladé a Vicente López. Acá pude seguir trabajando en un equipo nuevo, pero igual de maravilloso que el anterior. A pesar de estar en un municipio que es rico, entre mis pacientes vi el mismo drama. Así como existen dos Argentinas, también hay dos Vicente López.

En las décadas del ‘80 y del ‘90, ante las hiperinflaciones, surgieron los comedores y/o merenderos en casas de familias o espacios comunes de los barrios, en sociedades de fomento, clubes, etc., luego también municipales. Tuvimos comunicación permanente para intentar de forma científica agregarles valor biológico a las proteínas de menor calidad o aumentar la biodisponibilidad del hierro y vitaminas. Hicimos con los alimentos de la caja PAN, recetas dibujadas para que accediera quien no sabía leer. Y en el 2001, ante el presupuesto insuficiente y la desesperación de las trabajadoras sociales de la Secretaría de Desarrollo Social, Mónica y Patricia, buscábamos codo a codo, día a día, cómo combinar alimentos para aprovechar el mayor rendimiento nutritivo.

Después de años las infancias pudieron ir retirándose de los comedores para alimentarse con sus familias, condición siempre deseada y promovida por los y las pediatras, predictiva de más salud y derecho inherente en la Argentina.

En el 2024 el retroceso llega al abismo. Hay niños, niñas y embarazadas con hambre, mientras las autoridades del Estado Nacional niegan la entrega de los alimentos, entre ellos leche en polvo para reconstituir 400.000. 000 litros. A otros alimentos los dejaron vencer en febrero. Están encajonados 6 millones de kilos desde hace meses  en galpones de Vicente López y Tafí del Valle, sin distribuir.

Agradezco a mis padres haber nacido en la década del ‘50 y, por lo tanto, ya estar jubilada. ¿Cómo habría soportado esta situación si hubiera estado en actividad?

Hoy vuelven a mi memoria, después de 23 años, las palabras públicas de uno de nuestros profesores, exPresidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, Dr. Horacio Lejarraga. Cuando en las portadas de los diarios figuraba solo la cuestión financiera, él afirmaba “el verdadero riesgo país son los niños”.

(* ) Miembro del Comité Asesor de Nutrición de la Asociación Argentina de Salud Pública. Miembro del Comité de Nutrición de la Sociedad Argentina de Pediatría. Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Pediatría.

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