Las valijas, el avión y la SIDE: ¿quién es Leonardo Scatturice?

Este jueves en Siempre es Hoy, la abogada Natalia Volosin dialogó junto a Daniel Tognetti y Juan Luís González sobre el rol de la SIDE y la figura de Leonardo Scatturice. Desde su experiencia académica y profesional, Volosin aportó una mirada crítica sobre los vínculos entre inteligencia, negocios y política en la Argentina.

En el inicio, la abogada relató su formación en la Universidad de Yale, destacando que “la escuela de derecho es más bien progresista, liberal igualitaria”. Recordó que allí se formaron figuras centrales de la política estadounidense: “De hecho, los Clinton se conocen estudiando ahí”. Con ese recorrido como respaldo, abordó la trama que hoy rodea al escándalo de las valijas y a Scatturice.

La jurista señaló que se trata de “un personaje que aparece como novedoso, pero en realidad está hace 20 años haciendo negocios con el Estado, vinculado a gente muy poderosa”. Lo describió como “este pelado que es el nuevo dueño de Flybondi, señalado como un exespía inorgánico de la SIDE”, cuya fortuna despierta sospechas: “Pasa de trabajar en McDonald’s y en una curtiembre a ser millonario en Estados Unidos”.

Volosin subrayó además la cercanía política del empresario con el actual gobierno: “Es hoy uno de los empresarios favoritos de Javier Milei, con contratos de montos enormes, como el de 80 millones de dólares para poner wifi en escuelas públicas”. También recordó los vínculos de Scatturice con funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires y su relación con Alejandro Finocchiaro, exministro de Educación y actual candidato de La Libertad Avanza.

Finalmente, la abogada advirtió sobre un contrato revelado en Estados Unidos, que deja en evidencia el lazo directo con los servicios de inteligencia: “Una empresa de Scatturice fue contratada por 10 mil dólares mensuales para intermediar entre la SIDE y la inteligencia norteamericana. Es irrisorio: alguien con un avión de 20 palos moviéndose por esa cifra”. Y concluyó con una hipótesis inquietante: “La sospecha es que ese avión traía probablemente material de inteligencia, financiado con los fondos reservados de la SIDE, que en años electorales aumentan exponencialmente y casi sin control”.