Horacio Verbitsky: La I latina – El Cohete a la Luna

Cuando queda una semana para la presentación de las candidaturas, Alberto Fernández logró su primera victoria sobre el kirchnerismo, que debió admitir la participación del candidato elegido por el Presidente en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias: el ex Vicepresidente, ex gobernador bonaerense y candidato presidencial en 2019, Daniel Osvaldo Scioli. Hace 24 siglos, el griego rey Pirro invadió la República Romana. Luego de la batalla de Ásculo, en la que sus tropas se impusieron al costo de demasiados muertos, pronunció la legendaria frase: “Otra victoria así y estamos acabados”. La de Alberto sobre el kirchnerismo podría ser una victoria a lo Pirro.

A título personal

Los operadores de la postulación del Pichichi son tres integrantes del gabinete ministerial: Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social), Santiago Cafiero (Relaciones Exteriores), y Aníbal Fernández (Seguridad). Sin embargo, todos afirman que lo hacen a título personal y que el Presidente no tiene favoritismos. Pero al mismo tiempo, la residencia de Olivos es una sede operativa de la campaña del deportista, que el Presidente controla por medio de personas de su confianza. Por ejemplo, como representante en la Junta Electoral Bonaerense, Scioli designó a su ex jefe de gabinete Alberto Pérez. Pero a poco andar le pusieron un ladero, que terminó por desplazarlo: Javier García, un viceministro de Derrota Dolosa. Hay cierto consenso de que esta amiga presidencial es la persona más capaz y trabajadora del rejunte anti-kirchnerista, especialmente apta para la comisaría política sobre el candidato. Durante una reunión de la Junta Electoral, el homónimo del arquero de Boca tuvo un diálogo con representantes del kirchnerismo, cordial en la forma pero inquietante en el contenido: García tomó nota de que, aparte de los avales para presentar la lista (50% de afiliados al Partido Justicialista, y al menos 20% de “los partidos Frente Renovador, Nuevo Encuentro por la Democracia y la Equidad, Partido para la Victoria, Kolina y Frente Grande que representen al menos tres fuerzas políticas de las mencionadas”), necesitarán 56.000 fiscales. La entrevista de Scioli con Luis Novaresio en un bastión del antikirchnerismo mediático, en la que dijo que con Patricia Bullrich coinciden en que si alguno de ellos llegara al gobierno necesitaría del otro, no facilitan la recolección de esos avales, para una candidatura que no exhibe demasiadas coincidencias con la de los partidos que integran la Unión por la Patria. A Bullrich la calificó como una luchadora, y a Horacio Rodríguez Larreta como razonable y moderado. Por si te cuesta creerlo, aquí está.

Esos no son matices de un proyecto común, sino expresión de dos proyectos antagónicos, repuso la implacable senadora bonaerense Teresa García. Con Scioli tan suelto de lengua, será difícil que Alberto pueda mantener su discurso conciliador.  Todavía el viernes, pretendía que “fundamos la Unidad por la Patria”, en primera persona de un imaginario plural, porque Cristina y yo “tenemos la misma imagen del país que queremos construir”. La relación que Scioli explicitó con los ex ministros Matías Kulfas y Martín Guzmán, señalan en otra dirección, indicada en el guiño a Bullrich.

Empresarios dicen haber recibido el pedido de Alberto de una contribución económica para el navegante, y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, no oculta su ira por el llamado de Fernández a la diputada nacional riojana Hilda Aguirre de Soria para que se postule al Senado en la lista de Scioli. Quintela fue el primer gobernador que se manifestó en favor de la candidatura de Wado de Pedro, y para el Senado su representante es la actual vicegobernadora María Florencia López. Ese ofrecimiento, que en cuestión de horas llegó al portal LPO, revela la deficiente estructura política del primer mandatario: le hubiera bastado visitar la página en Internet de La Beba Soria, para enterarse de su alineamiento sin fisuras con Quintela y con Cristina.

Es improbable que Derrota Dolosa hubiera regalado los elogios a Patricia Bullrich y a Horacio Rodríguez Larreta que Scioli vertió la noche del jueves en la señal de noticias por cable del diario La Nación. Tampoco se hubiera jactado de sus encuentros con los ex ministros Martín Guzmán y Matías Kulfas. (Los que manejan la tarasca, según la tipificación de Cristina.) Ni anunciado —como hizo Aníbal Fernández, apoderado de la lista que impulsa el Presidente— que recurriría a la Justicia si las negociaciones por el reglamento de la Unión por la Patria en la provincia de Buenos Aires fijaban el piso de los votos en un 40%, para que la minoría en las PASO del 13 de agosto pudiera intercalar sus candidatos en la lista que disputará la elección general en octubre y el orden en que lo harían. En un comunicado difundido poco después de las declaraciones del Ministro de Seguridad, el Partido Justicialista que en la provincia preside Máximo Kirchner informó que aceptaba la propuesta “del sector encabezado por Daniel Osvaldo Scioli y Alberto Ángel Fernández” para impedir que cumpliera aquel anuncio y “abriera las puertas a la intromisión judicial, aprovechándose de la animosidad persecutoria”, contra Cristina y el propio Máximo. En una elevación del tono de la disputa, agregó que esas cosas no le importan al pueblo, que la “democratización del peronismo” es un “recurso semántico mediocre” que alimenta “a quienes quieren la desaparición del peronismo y la estigmatización y proscripción de Cristina”. También deploró que no pusieran la misma dedicación y esfuerzo en “recuperar el poder adquisitivo” del salario, la administración de las reservas del Banco Central o el acuerdo con el FMI, “que quedó muy lejos de las bondades que el Presidente anunciara una mañana de enero de 2022”. Ni se privó de recordar que cuando Cristina lo propuso como candidato, Alberto era “minoría de minorías”.

Desde el gobierno se minimizaron estas palabras, aduciendo que no expresaban el pensamiento de Cristina. Pero el jueves 15, desde Río Gallegos, la Vicepresidenta repitió los mismos conceptos y con más picante, ya que se refirió al amago de judicialización como una amenaza. “Y ya no hablo desde causas, de condena. No, no, hablo de intento de asesinato y de impunidad para los que participaron, planificaron, borraron. Sin embargo, hay algunos que no pusieron tanto empeño en eso, pero sí ponen empeño en querer ir al Partido Judicial”. Estas fueron sus palabras completas.

Acerca del rol de los jueces, cualquiera haya sido el gobierno que los designó, es elocuente la orden de Ariel Lijo, quien aceptó que el gobierno nacional cediera 7,3 hectáreas al Club River Plate para montar un centro de alto rendimiento deportivo, pese a la oposición de los organismos de derechos humanos, ya que en esos terrenos que forman parte de la EXMA, se quemaron cuerpos de detenidos-desaparecidos, según el testimonio del capitán de fragata Adolfo Scilingo.

Si se estudian en detalle las decisiones adoptadas por la Unión por la Patria y su junta electoral, las concesiones al Presidente y sus candidatos lucen menos evidentes. El piso para que la minoría pueda intercalar candidatos no es del 40% pero sí del 30% y, sobre todo, cada candidato presidencial debe presentar una lista completa, que incluya sus candidatos a la gobernación, las 135 intendencias con sus respectivas concejalías, los legisladores nacionales y provinciales y los parlamentarios del Mercosur. Este esquema de la I Latina se opone al de la Y Griega o la V invertida, que pretendían los intendentes que temen una interna sangrienta en sus distritos, los Albert-dolosistas que enfrentan la enorme dificultad de llenar todos esos casilleros, y los movimientos sociales que procuran desbancar a algunos intendentes.

Entre estos últimos, creció la preocupación por las lisonjas que Cristina dedicó en Río Gallegos al ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis, “un funcionario que sí funciona”. Su distrito, San Martín, en el norte del Gran Buenos Aires, es uno de los que el Movimiento Eguita ha elegido para dar pelea, detrás de la candidatura de su dirigente más querido, Leonardo Grosso. El otro es La Matanza, en el Oeste, donde Emilio Pérsico postula a su esposa para enfrentar al intendente Fernando Espinoza. Puesto a elegir entre la Colo Cubría y Espinoza, el kirchnerismo no dudaría: el actual intendente es quien mejor conoce el distrito y sabe cómo pelear una elección, algo que reconoce incluso la vicegobernadora Verónica Magario, quien antes fue intendenta de La Matanza y a quien en algún momento se pensó para desplazar a Espinoza. Esta semana, Wado acompañó al intendente en un acto de entrega de computadoras.

En 2019 el FdT venció allí por 40 puntos (64,9% a 25,2% de los cambiantes), que se redujeron a la mitad en las municipales de 2021 (46,6% a 28,3%). En personas que emitieron su voto, el oficialismo cayó de 542.000 a 343.000 votos. En cualquier caso, suficiente para la reelección del jefe municipal, pero de efectos muy distintos para el escrutinio provincial por la gobernación. En el primer caso, con medio millón de votos en La Matanza es casi imposible que Axel Kicillof (o quien le reemplazara como candidato) perdiera la gobernación. En el segundo, con 343.000 el resultado provincial no estaría asegurado. Por eso, la I Latina también preocupa a quienes la impusieron en el reglamento. El artículo 1° de ese texto sobre las funciones de la Junta Electoral, abre una ventana de escape, al facultar a ese órgano en el que el kirchnerismo tiene la mayoría, a “modificar el presente Reglamento en cuanto sea necesario”. Esto hace prever que en la semana que falta para la presentación de candidaturas podría haber excepciones específicas a la regla general. A nadie le sobra nada como para estar atándose a reglas rígidas que mermen el caudal propio. Esta noche regresarán del frío Máximo y Cristina y comenzará una semana de vértigo.

Además de Katopodis, Cristina elogió en Río Gallegos a Kicillof, lo cual reavivó la especulación sobre su posible pase de la boleta provincial a la nacional. El argumento del gobernador para aferrarse a su reelección bonaerense es que no hay otro candidato que recupere un porcentaje tan alto del caudal de Cristina en la provincia. Si se pierde la presidencia, sería vital conservar Buenos Aires. Pero los kirchneristas que desearían que se moviera de un paño a otro de la boleta, replican que la única manera de ganar la provincia es con un candidato presidencial fuerte, porque el corte de boleta en Buenos Aires siempre fue poco significativo y, cuando creció, se debió a que hubo intendentes que lo promovieron. No fue artesanal, sino en escala. En este caso es más difícil que nunca, porque la tira que cubrirá las mesas de votación en los cuartos oscuros de la provincia de Buenos Aires tendrá ocho cuerpos. Así lo explica la Junta Electoral Nacional:

1. Presidente/a y Vicepresidente/a
2. Parlamentarios/as del Mercosur por Distrito Nacional.
3. Senadores/as Nacionales.
4. Diputados/as Nacionales.
5. Parlamentario/a del Mercosur por Distrito Regional.
6. Gobernador/a y Vicegobernador/a.
7. Legisladores/as Provinciales.
8. Intendente/a, Concejales/as y Consejeros/as

La boleta del gobernador estará en el sexto lugar, de modo que no se requeriría un corte sino dos. Difícil que el chancho chifle.

Por ahora prosigue la instalación como precandidato presidencial de Eduardo de Pedro.

La más original

La campaña del precandidato kirchnerista es de lejos la más original. En un cartel, resignificó el ataque de un mercenario por su tartamudez, con una secuencia de tres fotos hasta anunciar su postulación. Wado optó así por capitalizar el agravio y actuar como un disfluencer.

Además grabó un video junto con el actor Esteban Lamothe en el que juguetea sobre su eventual candidatura, con una graciosa confusión de personalidades. En un momento muy llamativo del video, cuya versión completa se difundió en el sitio de Wado, “La remisería de la Rosada”, el ministro del Interior y el protagonista de la telenovela “La 1-5/18”, donde encarna a un cura que se enamora de una maestra, descubre que tienen mucho más en común que el ostensible parecido: nacieron con pocos meses de diferencia, tienen la misma altura, visten el mismo número de zapato y de cuello de la camisa, no les crece la barba en las mejillas.

El fotógrafo canadiense François Brunelle pasó veinte años retratando en 32 ciudades a 250 parejas de personas de rasgos idénticos que no tenían parentesco, como podés ver aquí.  El año pasado, la revista científica Cell Reports dio un paso más allá y descubrió que esas personas tan parecidas que hasta engañan al software de reconocimiento facial comparten incluso secuencias genéticas (https://cnnespanol.cnn.com/2022/08/25/doppelganger-dobles-adn-estudio-trax/). Si esto es bueno o malo para Wado (y/o para su clon Lamothe) es otra de las incógnitas de esta hiperventilante campaña electoral.

¿La boleta no se mancha?

Hoy se celebrarán las elecciones primarias en El Chaco, cuya sociedad está conmovida por la desaparición de una mujer joven, Cecilia Strzyzowski, que la Justicia caratuló como femicidio, y por el cual están detenidos el esposo, César Sena, y sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, no como encubridores (ya que el Código Penal deja impunes a padres e hijos que lo cometan) sino como partícipes en el homicidio, que se da por consumado aunque no se hayan hallado los presuntos restos. El tema es tratado por la oposición política y mediática como si el autor del delito hubiera sido el gobernador Jorge Capitanich, a quien se atribuye una relación estrecha con la familia.

Lo cierto es que tanto Sena como su esposa eran candidatos en una lista colectora que llevaba a Capitanich como gobernador, él como diputado provincial, ella como intendenta de Resistencia.

Según Capitanich, los Sena son menos del uno por mil de los 2.200 candidatos chaqueños y su lista apenas una de las catorce del Frente Chaqueño. Agregó que “no estuvieron con nosotros en 2019” y que “pretenden vincularme, desde padrinazgos hasta determinadas acciones”, como parte de una “manipulación política, tendiente a involucrarnos como gobierno en una operación mediática, de redes sociales y de noticias falsas”. También se mencionó a Sena como kirchnerista, pese a que durante una visita presidencial a Margarita Belén bloqueó la ruta para que no pudiera salir del aeropuerto. Kirchner lo burló recorriendo el trayecto en helicóptero. Las imágenes que usan los Sena en su publicidad no son de Cristina, sino del Che Guevara. No hay una opinión unánime acerca de cómo afectará el horrible caso el desempeño del gobernador en las urnas.

Al que me llame asesino, lo mato

Otra provincia del Norte Grande, ésta en el Oeste, vive una convulsión masiva. Se trata de Jujuy, donde una huelga docente por mejores condiciones fue reprimida por orden del gobernador Gerardo Morales, como cuenta en esta edición el enviado de El Cohete, Juan Alonso. El contador Morales gobernó la provincia durante ocho años y logró imponer como sucesor a uno de sus ministros, como él de la UCR. Su idea de la gobernabilidad se expresó en cuanto asumió por primera vez, con una ampliación del número de miembros de la Suprema Corte, donde instaló a una mayoría de sus leales, incluidos dos legisladores que a la noche votaron la reforma y por la mañana se calzaron la toga, y con la detención de la dirigente gremial de la CTA, Milagro Sala, conductora de la Organización Barrial Túpac Amaru. Ante la movilización docente, Morales firmó un decreto que criminalizaba la protesta, pero al observar que esto solo incrementaba la masividad de la réplica, anuló el decreto. Total, la prohibición de cortes de calles y rutas también constaba en la reforma constitucional que elaboró con la pluma de su principal consejero jurídico, el abogado de grandes empresas Ricardo Gil Lavedra. Radicales y peronistas la votaron de madrugada en la Legislatura, y de inmediato Morales envió a su policía a repartir palos y regar de gases la provincia. El empresario Rubén Rivarola, principal accionista del diario El Tribuno, quien en mayo fue candidato a gobernador, es el jefe del justicialismo jujeño, que votó la reforma de Morales. Pero las imponentes movilizaciones hicieron retroceder al carcelero de Milagro Sala de los artículos electorales, por los cuales se suprimían las legislativas de medio término y se concedía al ganador de la gobernación la mayoría legislativa.  Morales aspira a integrar la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio, junto con Horacio Rodríguez Larreta, en el rol de moderado frente los halcones del bullrichonismo. Pero sus ocho años en Jujuy muestran su profunda afinidad con las propuestas represivas de la ex ministra de Seguridad de la segunda Alianza. Durante la primera, Morales compartió con Bullrich el gabinete de Fernando De la Rúa, que redujo en un 13% los ingresos de los jubilados y de los trabajadores estatales. En contra de esa política creció en Jujuy la Túpac Amaru. La ironía final de la provincia, es que Rivarola sostiene a Morales en Jujuy, pero se declara kirchnerista en el plano nacional. El contador Morales es una amenaza mayor a la democracia argentina que Javier Milei, porque conduce un partido nacional con estructura en todo el país y porque ha conseguido ganar consenso social para su política de cárcel o bala, que en Jujuy no es una consigna. El gobierno nacional anunció que no enviará fuerzas federales para sumarse a la represión, a diferencia de lo que hizo Macri en 2016, y que pedirá la inconstitucionalidad de los artículos de la nueva carta que restringen o suprimen derechos de los trabajadores.

Al mismo tiempo, en la Capital Federal, el gobierno autónomo desalojó en forma violenta la denominada Casa Pringles, donde vivían nueve mujeres y siete criaturas, regugiadas allí luego de ser víctimas de violencia de género.  La posible fórmula Rodríguez Larreta-Morales está sacando músculo. Con moderados así, ¿quién necesita halcones?

Antes de la dinamita

En esta edición, Josefina Bolis expone sobre la baja confiabilidad de las encuestas electorales. Hecha esa salvedad, todas registran en los últimos días un estancamiento o retroceso del candidato libertario Javier Milei. Los consultores lo atribuyen

• al pésimo resultado de sus candidatos en las pocas provincias en las que otorgó su franquicia (el último fue el hijo del dictador Bussi, que no llegó al 4% en Tucumán, diez puntos menos que su marca anterior cuando iba sin el respaldo de una prótesis capilar);
• a los desbarres de sus principales dirigentes, como Ramiro Marra, quien dijo que en vez de educación sexual, los chicos debían mirar pornografía;
• a las reiteradas denuncias de que cobra por otorgar candidaturas y que pretende contratos para ñoquis en caso de que sus fieles sean electos (el último fue el derrotado candidato a gobernador de Neuquén, Carlos Eguía, quien lo insultó en términos soeces que no vamos a permitir que ensucien esta  página);
• al rechazo de algunos ofrecimientos, como el que le hizo al comisario-intendente de Chivilcoy Guillermo Britos, quien declinó postularse como candidato a la gobernación bonaerense;
• A la incongruencia de sus propuestas, que entran en contradicción con lo que opinaba cuando era un consultor económico sin apetencias de ingresar a lo que llama la casta.

El último ejemplo conocido es este video de julio de 2016, cuando era economista en jefe de la Fundación Acordar. Allí alaba al BCRA y afirma que evitó una hiperinflación.

En solfa

Hay varios elementos humorísticos en esta campaña, que permiten terminar una semana densa con una amable sonrisa. El más destacado es la boleta que intenta presentar en La Matanza el partido Principios y Valores, con  sus respectivos candidatos a presidente, a gobernador de la provincia de Buenos Aires y a intendente de su partido más poblado. Son tres varones de palabra fácil, que tienen buena recepción en los canales y las señales por cable, por su consumado histrionismo:

Otro gag es el anuncio de Hilda González de Duhalde de que encabezará la lista de candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, en la boleta del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, cuyo intento de alianza con Horacio Rodríguez Larreta quedó en pausa. La señora González de Duhalde dijo que su objetivo era que desapareciesen el cristinismo y La Cámpora y que ambicionaba la revancha de la elección de 2005, donde CFK la venció en los comicios legislativos de octubre, casi triplicando sus votos: 46% a 19%. Con tono quejumbroso agregó que “parece que ella no se presenta”. ¿Le tendrá miedo a Chiche? 😜