“Hay un cuestionamiento a la política y al voto como herramienta de transformación”

El senador nacional de Unión por la Patria, Mariano Recalde, dialogó con Daniel Tognetti y el equipo de Siempre es Hoy (AM 530) sobre los decretos firmados por el gobierno de Javier Milei que avanzan contra derechos laborales, y sobre el impacto político del alto nivel de ausentismo electoral en la Ciudad de Buenos Aires. “Hay un cuestionamiento a la política y al voto como herramienta para transformar algo”, sentenció el también abogado laboralista.

Recalde comenzó refiriéndose a los recientes decretos presidenciales que limitan el derecho a huelga y facilitan la intervención de sindicatos: “Avanza fuertemente sobre la legislación laboral, y vía decreto además. Uno de ellos amplía las facultades del ministerio para prohibir la huelga y limitarla como mínimo en un 75%, y otro permite intervenir sindicatos con mucha más facilidad”. Y remarcó que no se trata siquiera de un DNU, sino de un “decreto simple que modifica una ley”, lo cual rompe con la jerarquía normativa del sistema republicano. “Una ley no puede modificar la Constitución, y un decreto no puede modificar una ley. Bueno, eso no existe más en Argentina”, lamentó.

En ese sentido, trazó un paralelismo con el menemismo: “Me hace acordar mucho al decreto de Menem que reguló y limitó el derecho de huelga justo antes de que empiecen las privatizaciones. Estaba dirigido a toda la actividad vinculada a las empresas a privatizar: la aeronáutica, las telecomunicaciones, el transporte ferroviario…”. Y recordó que esos intentos también fueron inconstitucionales.

Más adelante, el senador se refirió al resultado de las recientes elecciones legislativas en la Ciudad, donde se registró un fuerte ausentismo. “Todavía no tengo una respuesta concreta, pero tengo intuiciones”, dijo Recalde, y explicó: “Creo que hay un cuestionamiento a la política y un cuestionamiento al voto como herramienta para transformar algo. Muchos argentinos ven que votan a uno, votan al otro, y todo sigue igual. No llegan a fin de mes y las cosas no cambian”.

Según Recalde, esta percepción es alimentada por sectores de poder que instalan la idea de que “son todos lo mismo, que no importa a quién votes”. Y recordó su experiencia personal en la agrupación “501”, donde compartió militancia con Axel Kicillof, Wado de Pedro y Andrés “Cuervo” Larroque: “Nosotros creíamos en eso: que gane quien gane iba a gobernar Cavallo, y efectivamente ocurrió. Pero hoy ese fenómeno se está repitiendo”.

Como segundo factor del ausentismo, mencionó la poca atracción que generó una elección desdoblada y limitada a legisladores locales. “Era una elección que no despertaba demasiado interés”, consideró. Y agregó un tercer factor: “Hubo una tormenta tremenda ese día, y en los barrios del sur —donde hubo mayor ausentismo— las inundaciones pegaron fuerte. Parece una excusa, pero hay que tenerlo en cuenta”.

En relación al resultado, Recalde señaló que “el sector de la derecha o del centro-derecha tuvo más vocación de movilizarse”. Y agregó: “Adorni jugó fuerte, jugó a ganar, y terminó obteniendo un triunfo. Pero hay varias lecturas: sacó menos votos que los que había sacado La Libertad Avanza hace dos años”.

También subrayó que, sumados, los sectores de la derecha no alcanzaron el porcentaje que supieron obtener en elecciones anteriores: “La sumatoria de Adorni, Silvia Lospennato y Larreta no llegaba ni al 50%. Y el peronismo creció. Sacó 419 mil votos, menos que en 2021 y 2023, pero porque hubo menos participación”.

Sin embargo, reconoció que no lograron convocar al electorado: “Eso tenemos que resolverlo. Ya tenemos que ponernos a trabajar”. Y planteó un análisis de campaña: “Desde el comienzo, la candidatura de Santoro eligió una estrategia local. Pero la elección se nacionalizó desde que apareció Adorni, el vocero del presidente, y después Macri”.

A pesar de ello, Recalde defendió el desempeño de su espacio: “Nuestra campaña también se nacionalizó. El mensaje más potente fue cuando Santoro desarmó la motosierra y habló de terminar con la crueldad. Fue una impronta bien opositora al gobierno nacional y al de la ciudad”.

Finalmente, reconoció que hubo una expectativa de salir primeros que no se cumplió. “Las encuestas nos daban primeros, y eso nos relajó un poco. Pero la realidad es que no pudimos convocar como necesitábamos”, concluyó.