«Están tratando de naturalizar el uso de las fuerzas de Seguridad para la persecución política»

Manuel Trufó, coordinador del área de seguridad democrática y violencia institucional del CELS, dialogó con Roberto Caballero y equipo de Caballero de Día (AM 530, Somos Radio, lunes a viernes de 8 a 10). “Están tratando de naturalizar el uso de las fuerzas de Seguridad para la persecución política”, aseguró, en referencia a las últimas filtraciones vinculadas al sistema de inteligencia nacional.

“Estamos muy preocupados. Esta última filtración muestra datos gravísimos. Pero, en realidad, ya sabíamos que esto podía pasar desde que se filtró el plan de inteligencia nacional hace unos meses”, explicó. Según Trufó, en ese documento ya se delineaban lineamientos estratégicos que incluían la vigilancia de cualquier actividad crítica contra el gobierno. “Eso puede interpretarse de muchas maneras, incluyendo espiar qué hace la oposición”, alertó.

Consultado por los antecedentes durante el gobierno de Mauricio Macri, Trufó marcó una diferencia clave: “Antes veíamos casos escandalosos, pero puntuales, donde no estaba claro si se trataba de una directiva oficial o de grupos más o menos autonomizados de los servicios. Lo que hay ahora es una directiva política clara, que viene desde lo más alto del gobierno”. Y remarcó que esas órdenes violan abiertamente la Ley de Inteligencia Nacional.

Trufó advirtió que existe una continuidad entre esta persecución por parte de los organismos de inteligencia y el modelo represivo desplegado en las calles. “Hay una convergencia de ideas: ven como sospechosas actividades esenciales para la democracia como protestar, organizarse, disentir. Todo eso está bajo vigilancia”, señaló.

Como ejemplo, mencionó un episodio reciente ocurrido en la sede de la CTA, donde se realizaba una asamblea del colectivo Ni Una Menos. “La policía de la Ciudad se hizo presente porque se había enterado de la asamblea a través del ciberpatrullaje, por un anuncio en redes sociales. ¿Qué hacían ahí? Nadie lo sabe, pero se va naturalizando que si hay una organización o una asamblea, la policía tiene que estar presente. Y eso no es normal”, concluyó.