«El Presupuesto 2026 no es serio»

«El Presupuesto 2026 no es serio»

El licenciado y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Rotsztein, sostuvo en Bonavitta 530 que el presupuesto se apoya en supuestos “irreales”, cuestionó las estimaciones sobre inflación y tipo de cambio y advirtió que, pese a ello, el oficialismo cuenta con los votos para aprobarlo en el Congreso.

El licenciado en Economía y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Rotsztein, afirmó que el Presupuesto 2026 presentado por el Gobierno nacional “no es serio” y consideró que se trata de “un dibujo” construido sobre proyecciones que ya quedaron desactualizadas.

En diálogo con el programa Bonavitta 530, Rotsztein señaló que, si bien el Ejecutivo cumplió con la obligación legal de enviar el proyecto en tiempo y forma, “las estimaciones de inflación y, sobre todo, del dólar eran completamente irreales desde el primer día”. Según precisó, el texto oficial prevé un tipo de cambio promedio de 1.423 pesos para todo 2026, un valor que “ya estaba por debajo del nivel del mercado incluso al momento de su presentación”.

“El problema es que no se puede tomar seriamente un presupuesto que parte de la base de que el dólar va a ser más bajo de lo que es hoy”, remarcó el economista, al tiempo que advirtió que el escenario macroeconómico planteado “quedó viejo antes de empezar a discutirse”.

Rotsztein sostuvo que, a diferencia de años anteriores, el oficialismo hoy estaría en condiciones de lograr la aprobación parlamentaria. “El Gobierno está muy cerca de tener los votos necesarios sin necesidad de negociar casi con nadie”, afirmó, y vinculó esa estrategia con el objetivo de “volver a los mercados internacionales de crédito”. “Un presupuesto aprobado con superávit es una señal que los mercados reciben bien”, explicó.

Al analizar la composición del gasto, el economista indicó que el rubro que más crece en términos nominales es el de servicios sociales, que incluye salud, educación y jubilaciones, con un aumento del 21%. Sin embargo, aclaró que ese incremento debe leerse en contexto. “Se pasa de un nivel muy bajo a uno apenas menos bajo”, señaló, y advirtió que no implica una mejora sustancial.

En paralelo, anticipó una reducción de los subsidios económicos, lo que impactará en tarifas y transporte. “Van a bajar los subsidios a la electricidad, el gas y el boleto de colectivo, lo que en criollo significa aumentos para los usuarios”, explicó.

Finalmente, Rotsztein consideró que el presupuesto expresa las prioridades del Gobierno, aun con supuestos poco realistas. “La lógica es sostener el superávit fiscal para dar una señal hacia afuera. El problema es que se construye sobre números que no reflejan la realidad”, concluyó.

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