El gobierno secuestró el patrimonio del Instituto Juan Domingo Perón

Leonardo Duva, presidente de la Cooperativa «Lo de Néstor», que gestiona el emblemático espacio Un Café con Perón, dialogó con Yair Cybel y el equipo de Bonavitta en 530 (AM 530 – Somos Radio, lunes a viernes de 12 a 14hs) a partir del intento de desalojo ordenado por el gobierno nacional. Duva también es referente de GESTARA, la organización que nuclea a cooperativas de trabajo, y alertó sobre el avance del oficialismo contra espacios con profundo valor simbólico y político.

El conflicto se desató luego del vaciamiento del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, donde se secuestraron figuras históricas de Juan y Eva, y se notificó a la cooperativa que debía abandonar el bar en apenas diez días. “Esto fue una decisión unilateral. Nosotros tenemos contrato hasta 2027. No hay motosierra que valga, porque somos autogestionados, pagamos un canon, cuidamos el lugar”, explicó Duva. “Pero está claro que no es por eso, sino por la idea de borrar al peronismo de la historia del pueblo argentino”.

En el espacio funciona una cafetería, una sala de cine, actividades culturales y un recorrido histórico por el edificio que fue parte de la residencia presidencial de Perón y Evita, bombardeado durante el golpe de 1955. Además del servicio gastronómico, quienes trabajan allí se encargan de preservar el patrimonio simbólico y político de una época clave para la historia argentina. “Este lugar es nuestro puesto de trabajo, pero también es memoria. Podés querer o no a Perón y a Eva, pero no podés desconocer que son parte de la historia”, sostuvo.

Frente al inminente desalojo, la cooperativa decidió mantenerse en el lugar y continuar trabajando. “Nosotros dijimos que no nos vamos a ir, que vamos a seguir hasta el jueves 12. Estamos en estado de alerta. No sabemos qué puede pasar, pero no puede ser que así, de un día para otro, te digan que te tenés que ir cuando hace tres años que estás cuidando el lugar, invirtiendo, trabajando”, reclamó.

Duva destacó que la medida del gobierno de Javier Milei no responde a criterios económicos ni administrativos, sino a una lógica de ataque contra los símbolos del movimiento nacional y popular. “Dejar a la gente sin trabajo para ellos ya no es ningún problema. Pero nosotros estamos construyendo una nueva resistencia. Esto no es una derrota. Es un momento para generar hechos políticos y defender lo que nos pertenece”.