
Bochornoso: la comitiva de Milei a Roma
- ALERTA!Caballero de DíaColumnas
- 24 de abril de 2025
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Editorial de Roberto Caballero
Este jueves, Roberto Caballero abrió su programa en Caballero de Día (AM 530, Somos Radio) con una editorial titulada “La comitiva de Milei a Roma”, donde cuestionó con dureza la decisión del Gobierno de enviar una delegación presidencial a los funerales del Papa Francisco, mientras la Cámara de Diputados resolvía no enviar representación institucional. Para Caballero, ese contraste es revelador: “Creo que es un error. Me parece una sobreactuación de cierta política que mientras hace este tipo de cosas quizás después hace otras. Pero yo creo que es un error”, reflexionó sobre la decisión legislativa. Sin embargo, rápidamente apuntó a lo que para él es aún más grave: “Lo que no es discutible es la palabra grotesco o bochorno para describir la comitiva presidencial que va a viajar a Roma”.
Caballero sostuvo que el Papa Francisco ha sido un firme defensor de la justicia social y la doctrina social de la Iglesia, principios que, según el periodista, han sido desnaturalizados por el propio gobierno que ahora se muestra dolido por su fallecimiento. “Tenemos ahí a Sandra Pettovello, que lo único que ha hecho desde que comenzó fue recortar, ajustar, sacarle fondos a las discapacidades, a las mujeres, al bienestar social. Los comedores han quedado prácticamente cerrados. El hambre es una realidad. El vacío que dejaron las organizaciones que sostenían esas ollas está siendo ocupado por el narco en la provincia de Buenos Aires”, advirtió.
La crítica no se limitó a Pettovello. También hubo espacio para Patricia Bullrich, a quien un jubilado enfrentó públicamente tras los episodios de represión a los manifestantes: “Una vergüenza gastar 56 mil millones de pesos para venir a pegarnos a los jubilados”, recordó Caballero que dijo ese hombre, que, según él, fue el verdadero vocero del espíritu de Francisco: “Salgan a la calle, llenen las plazas, hagan lío”.
Desde allí, la editorial fue tomando cuerpo y tono. Caballero habló del vacío democrático que crece en la Argentina, del “ímpetu vital” que supo imprimir Francisco a la Iglesia y que, para él, hoy se desvanece en la política nacional: “El Papa le dio a la Iglesia un ímpetu vital que aquí se nos está yendo de las manos. Se nos escurre en la democracia argentina, en virtud de la represión, pero también de los planes de ajuste, de la subordinación al Fondo Monetario Internacional”.
En ese contexto, apuntó contra la Corte Suprema por un fallo que afecta directamente a los trabajadores y trabajadoras. Explicó que, según una resolución reciente, en los procesos de quiebra se impide que se descuenten los impuestos adeudados para priorizar el pago a los empleados. “Lo que ha decidido la Corte es que primero cobra el Estado y, si queda algo, cobran los trabajadores. ¿Para qué recauda ese Estado? ¿Para pagarle mejores sueldos a los enfermeros, a los médicos? No. Recauda para reprimir. Este es un Estado que se ha puesto en contra de los derechos de la gente”, denunció, señalando que esa resolución contradice incluso normativas de la OIT.
En los tramos finales, Caballero cambió el foco y se detuvo en una curiosa publicidad de McDonald’s, protagonizada por Eduardo Feinmann. “Un personaje que ha propiciado las políticas del ‘meter bala’, que celebra las represiones, que tiene discursos de odio, que es controversial”, describió. Cuestionó que una marca tan popular decida asociarse a una figura que, según él, representa lo opuesto a los valores de convivencia democrática. “Me da un poco de miedo. Porque en Argentina pasan estas cosas: personajes que fueron apologistas de la violencia hoy son empresarios divinos que producen películas sobre derechos humanos. Es el proceso mafioso por excelencia: primero acumulan por la vía turbia y después limpian el apellido”.
Caballero cerró su editorial con una mezcla de bronca, ironía y advertencia. Mientras el gobierno busca mostrarse conmovido por la muerte de Francisco, continúa aplicando políticas que, en su opinión, traicionan el legado del Papa argentino. Y todo eso, sin que haya muchas voces que lo digan. Excepto, claro, las que todavía “hacen lío”.