Horacio Verbitsky: Recalculando – El Cohete a la Luna
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- 27 de agosto de 2023
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A dos semanas de las elecciones primarias, los comandos de campaña siguen estudiando los números, con el propósito de reorientar las respectivas campañas. La primera conclusión es que la complejidad del sistema electoral, con primarias provinciales y nacionales, fechas escalonadas y distintas formas de calcular los porcentajes, obliga a ordenar el caos para discernir las líneas principales que ayuden a orientarse para lo que falta. También obliga a considerar cada estudio como provisorio y sujeto a rectificación.
Sergio Massa y Javier Milei no ocultan su preferencia recíproca por el otro como rival, mientras Patio Bullrich se desploma como un piano. Esto se debe paradojalmente a la afinidad de las propuestas entre la montonera arrepentida y el economista de Eduardo Eurnekián, que se puso de manifiesto durante la presentación de ambos ante el Council of Americas, que les tomó examen a los tres candidatos en el Hotel Alvear, una práctica colonial asumida sin escándalo y con sonrisas.
Allí se desplegó la compleja relación de Milei con el establishment, que lo cortejó pero debió escuchar su discurso hostil. “La casta no son solo los políticos ladrones, sino los empresarios prebendarios, que les gusta hacer negocios con el Estado para tener la vaca atada”, peroró ante un auditorio atónito. Pero también fustigó a los sindicalistas “que entregan a los trabajadores”, a los “periodistas ensobrados” y a los economistas profesionales cuyo nivel teórico y sofisticación encubre que son operadores del poder que defienden las atrocidades de los políticos. Esa fue una alusión directa a Carlos Melconián, quien sería el Ministro de Economía de la hipotética Presidenta Bullrich. Milei terminó prometiendo que le sacaría el pie estatal de encima a los empresarios para que puedan ganar plata, y así “arreglarle la vida a la gente”.
Se comprende que no haya dicho una palabra de la casta judicial, ya que su asesor en la materia es el apoderado de LLA, el abogado Santiago Viola, cuyos clientes Gabriel Corizzo y Marcelo Scozzino fueron condenados en 2020 por falso testimonio: ambos mintieron que en septiembre de 2015 habían visto al juez Sebastián Casanello en la antesala de la Presidenta CFK en Olivos. Casanello pidió que se castigara también a Viola y al fiscal de la AFI Eduardo Miragaya, pero el Tribunal Oral prefirió cortar la cadena por el eslabón más débil. Casanello era un estorbo, porque se negaba a procesar sin pruebas a Cristina por lavado de dinero, y por eso intentaron correrlo con esa argucia. Tampoco dijo palabra sobre los fallos del TOF 7 que rechazaron la nulidad de las declaraciones como arrepentidos de los empresarios Carlos Wagner y Angelo Calcaterra, pese a la extorsión que sufrieron para acusar al kirchnerismo.
Ladrillazos
Tanto Milei como Bullrich objetaron el anuncio de la invitación a la Argentina para sumarse junto con Egipto, Emiratos, Etiopía, Irán y Saudi Arabia al grupo de los BRICS, que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Los BRICS representan casi un tercio del PIB global y un quinto del comercio mundial, varios puntos por delante del G7, que reúne a Estados Unidos con Canadá y Gran Bretaña, sus principales aliados europeos (Alemania, Francia e Italia) y Japón. Además reúne a los principales destinos de las exportaciones argentinas, China, Brasil e India. Ambos candidatos antiperonistas anunciaron que de alcanzar la presidencia anularían ese acuerdo, una perspectiva de honda irresponsabilidad. Milei, además, agregó que la Argentina también dejaría el Mercosur, al que calificó de unión aduanera en beneficio de empresarios que viven de prebendas. Sobre China, dijo que él no trata con comunistas.
Esto le dejó servida la réplica a Massa, quien recién llegado de Washington y ante el mismo auditorio recordó que China y el Mercosur (es decir, Brasil) son los principales proveedores de dólares por vía del comercio exterior, de modo que si se cumplieran las indignadas proclamas de quien se niega a tratar con comunistas, su plan de dolarización sería definitivamente inviable. Massa invitó a los hombres de negocios a pensar en sus propios intereses, un consejo cuya naturalidad mide la extravagancia de la situación argentina. La invitación para ingresar al grupo regional que lidera China rige a partir del 1° de enero del año próximo, es decir tres semanas después del cambio de gobierno, lo cual suma otra incertidumbre a un panorama ya sobrecargado.
Completa la escena la serie de robos en comercios de distintos lugares del país, que no llegan a constituir saqueos al estilo de los de 1989 ó 2001 y que tienen un sesgo político antes que social, con participación en algunos distritos de fuerzas policiales, que asustan a los comerciantes informándoles de ataques inminentes que no podrían repeler, con lo cual se consigue el cierre de persianas y el clima de Armageddon.
Según la portavoz presidencial estos hechos serían instigados por partidarios de Milei desde perfiles falsos de WhatsApp, con la finalidad de forzar la jubilación anticipada del ex Presidente Alberto Fernández, quien dijo que habla poco porque está abocado a resolver los problemas de los argentinos (sic). El fiscal Guillermo Marijuan se apresuró a denunciar a Gabriela Cerruti por “omisión de denuncia”. Alguien debería explicarle al Pocero de la Patagonia que la estupidez no es un delito. Y si le preocupara la igualdad ante la ley, también debería incriminar a la ministra de Desarrollo Social, Derrota Dolosa, que desde febrero no entrega alimentos a los comedores populares, cuando más se los necesita.
Dos tercios
La principal sorpresa de hace una quincena fue la victoria en las PASO de la candidatura presidencial de Milei en 16 provincias que ya habían realizado sus elecciones locales, en las que los candidatos de LLA fueron batidos sin atenuantes, y obtuvieron entre el 3,9% de Ricardo Bussi en Tucumán y el 15,5% de Martín Menem en La Rioja. Las interpretaciones predominantes destacan el rol de las redes antisociales en la instalación de su candidatura, pero según la Consultora Ejes de Comunicación, mucho antes de su viralización en redes, Milei fue el economista más consultado en radio y TV, en 235 entrevistas. De otro modo no se explicaría su éxito electoral en sitios remotos donde no abundan los telefonitos. El medio no siempre es el mensaje, Marshall. El tema es qué se comunica. Los avisos oficiales firmados Argentina Presidencia, que se congratulan por los éxitos del gobierno y proclaman “Primero la gente”, las conferencias de prensa de la vocera en las que zahiere a los periodistas, son la demostración inmejorable de lo que no se debe hacer, en ningún formato. No dejan a nadie indiferente, acumulan votos adversos o abstenciones. Milei le agradeció su victoria a un relator de partidos de fútbol, que era quien más lo entrevistaba en un show de animales que se emitía en el canal América, propiedad del principal empleador de Milei, la Corporación América.
Las victorias de Milei se produjeron en provincias donde
- Los gobernadores (tanto peronistas como radicales, renovadores o provinciales) ya habían sido reelectos o impuesto su sucesión: Córdoba, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Río Negro, Salta, Tierra del Fuego y Tucumán.
- la oposición desbancó a los gobernantes peronistas o provinciales, ya sea en generales o primarias provinciales, como Chubut, Neuquén, San Juan, Santa Cruz, San Luis y Santa Fe.
El adelanto de esos comicios provinciales fue decidido por los gobernadores, que temían el efecto negativo de una boleta compartida con el candidato presidencial, tanto de UxP como de JxC. Eso se demostró acertado, sobre todo en el caso de los gobernadores peronistas, que perdieron sus cargos aún con boleta separada, como Alberto Rodríguez Saá en San Luis o Sergio Uñac en San Juan (en este caso inhabilitado por un fallo de la Corte Suprema de Justicia, al que respondió postulando a su hermano). Y se repitió cuando la elección fue simultánea, como en Santa Cruz, donde los candidatos kirchneristas no alcanzaron los votos logrados por el opositor Claudio Vidal.
El cuadro que sigue despliega estos contrastes tal como se produjeron en todo el país.
Las dos últimas columnas muestran la cantidad absoluta y el porcentaje de votos que perdieron Unión por la Patria y Juntos por el Cambio en cada uno de los 24 distritos electorales del país, respecto de las elecciones provinciales. Allí se observa que las pérdidas fueron mayores por amplia diferencia para UxP que para JxC en Tucumán (38,6%), Misiones (16%), Salta (11,6%), y Formosa (5,7%). La diferencia, siempre en contra del oficialismo nacional, se redujo en Río Negro, La Rioja, La Pampa, Chubut, Tierra del Fuego. En cambio, las pérdidas fueron más grandes para JxC en Santa Fe (22%), Entre Ríos, Santa Cruz, la Capital Federal, Jujuy, Chaco y Mendoza y prácticamente equivalentes en San Luis, Chubut, Santa Cruz y Catamarca.
Esto dibuja el mapa en el que un mayor involucramiento de los gobernadores podría mejorar el desempeño de las dos coaliciones derrotadas, allí donde Milei las superó. Existe para ello una motivación que no estuvo presente en las Primarias, y es que el 22 de octubre se eligen en la mayor parte de esos distritos senadores y diputados nacionales.
En Santa Cruz, que ya realizó esa elección, el kirchnerismo perdió la gobernación, pero consiguió la victoria de sus candidatos a senadores, Alicia Kirchner y Pablo González. Con mayor razón este esquema podría repetirse en aquellos distritos donde las elecciones para gobernador y para legisladores nacionales ocurren en distinta fecha.
Su importancia reside en reducir todo lo posible la representación parlamentaria de LLA, de modo que sus promesas de arrasar con el derecho del trabajo, el Banco Central, la moneda nacional; la transferencia de recursos a las provincias, la educación, la salud y las empresas estatales, se empantanen en el Congreso. Sólo en algunos casos ello podría disponerse por decreto (siempre sujeto a revisión por la casta judicial) o por plebiscito.
Buenos Aires
Si se repitiera el resultado de las primarias, Javier Milei sería el candidato más votado en la elección presidencial, pero Axel Kicillof retendría la provincia de Buenos Aires. Cada vez que esos cargos se votaron en forma simultánea, un mismo partido se impuso en ambas categorías, con una sola excepción: la de Carlos Rückauf, elegido gobernador en 1999, mientras Fernando De la Rúa alcanzaba la presidencia.
Antes y después coincidieron los radicales Raúl Alfonsín y El Titán Armendáriz en 1983; los justicialistas Carlos Menem y Eduardo Duhalde en 1995; CFK y Daniel Scioli en 2007 y 2011; los cambiantes liberales Maurizio Macrì y María Vidal en 2015: 5 a 1.
En 1999, Duhalde estaba seguro de que sería derrotado en la elección presidencial y orientó todo su esfuerzo a asegurar el repliegue en la provincia de Buenos Aires, para lo cual contó además de la boleta oficial, con las listas espejo de Acción por la República (el partido de Domingo Cavallo) y la UCeDé (de la familia Alsogaray). La Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación, obtuvo el 41,3% de los votos para sus candidatos, Graciela Fernández Meijide y el Malhechor Posse, contra 37,4% de la Concertación Justicialista, que postulaba a Rückauf y Felipe Solá. Pero cuando se le sumaron el 5,8% de Cavallo y el 5% de los Alsogaray sobrepasaron a la Alianza.
¿Y ahora?
La semana pasada, El Cohete reprodujo un cuadro elaborado por las investigadoras Mariel Fitz Patrick y Sandra Crucianelli, según el cual el corte de boleta en contra del candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Tomás Massa, superó el 20% en varios municipios de la provincia de Buenos Aires. Ese cuadro, tomado de Infoemba, no considera que los porcentajes para Presidente se calculan sobre el total de los votos válidos, es decir por los distintos partidos más los emitidos en blanco, mientras que, en el caso del gobernador y los intendentes, el porcentaje se toma sólo sobre los votos afirmativos, es decir que excluye los blancos. Al reducirse la base, aumenta el porcentaje.
Además, para Presidente sólo votan los argentinos nativos, mientras que en las categorías provinciales también concurre a las urnas el padrón de extranjeros. Otro factor a tomar en cuenta es que Javier Milei obtuvo porcentajes muy superiores a los de sus distintos candidatos municipales bonaerenses, tal como ocurrió en el resto del país.
Por último, en la provincia de Buenos Aires fue muy alto el voto en blanco, pero diferente en cada categoría: para Presidente alcanzó los 582.000 votos, para intendentes ascendió a 821.000 y en el caso del gobernador, llegó a 961.000. Para gobernador, esto implica un 10,1%, más del doble del 4% que se registró en la elección de 2019.
Lo mismo ocurre en otros municipios, como Ensenada, donde el intendente Mario Secco (el principal promotor de la movilización en favor de la candidatura de CFK) se impuso sobre los postulantes de JxC y LLA por la mayor diferencia en toda la provincia, con 40 puntos sobre la segunda fuerza y 45 sobre la tercera. Sus 21.700 votos son el 58% de los afirmativos (pero el 53% de los válidos), mientras que los 17.000 de las fórmulas presidenciales de UxP significan el 43% de los válidos. Por eso, la diferencia atribuible al corte no fue del 15% sino del 10%.
Esto no implica negar que, en muchos municipios, la campaña se centró en la figura del intendente, como Mussi, en Berazategui, o Federico Achával, en Pilar, uno en el sudeste, otro en el noroeste del Conurbano. La cartelería que instalaron en sus distritos omitió la candidatura presidencial, como si sólo se tratara de comicios municipales.
En el gráfico que reprodujimos la semana pasada, por ejemplo, las dos fórmulas de UxP sumaron 69.000 votos en Berazategui, contra 82.000 del intendente Juan José Mussi. Esto da una diferencia del 12% si el cálculo se realiza sobre los votos afirmativos, pero apenas de la mitad sobre los válidos.
La suma de todos estos factores torna peligroso realizar el análisis a partir de porcentajes, ya que se modifica la base, y la única manera de llegar a conclusiones válidas es partir de números absolutos.
Massa y Axel
Si sólo se considera a los argentinos nativos, únicos que pudieron expresar sus preferencias presidenciales, los votos para Presidente superaron a los de Axel, y los intendentes prevalecieron sobre ambos, según este cuadro:
Pero también hay que tomar en cuenta el padrón de extranjeros, que en estas elecciones llegó a 950.000 inscriptos, o el 7% del total. Si cuentan con dos años de residencia en la provincia pueden votar para elegir Gobernador, Vicegobernador, Legisladores Provinciales, Intendentes Municipales, Concejales, Consejeros Escolares y Diputados Constituyentes. Esa ley no fue sancionada por el kirchnerismo, sino durante la presidencia de Carlos Menem, en 1995.
Si se suman nativos y extranjeros, en casi todos los partidos de la provincia el candidato a gobernador Kicillof superó a los candidatos a Presidente Massa y Grabois, y todos quedaron por detrás de los intendentes.
Kicillof sumó 115.000 votos de extranjeros según el escrutinio definitivo, de modo que en el total provincial superó a los candidatos presidenciales de UxP por 64.000 votos. También mejoró la diferencia sobre los candidatos de JxC, que sólo obtuvieron 53.000 votos, y la candidata de LLA, que apenas superó los 28.400, aunque está escalando en el escrutinio definitivo, donde el control es más accesible que mesa por mesa de la extensa provincia.
Las fantasías políticas sobre los extranjeros, incentivadas por políticos reaccionarios como Micky Vainilla, se desvanecen en contacto con los datos de la realidad. Según el Registro Nacional de las Personas, en el censo de 2010 los extranjeros llegaron al 4,5% de la población en todo el país (y serían del 5% ahora). Esto es, mucho menos del 30% que alcanzaron en el pico histórico de 1914, a partir del cual comenzó un descenso sistemático.
La ley del menemismo actúa ahora en beneficio del kirchnerismo, dada la ventaja de su candidato a la reelección sobre las opciones liberales en el padrón de extranjeros.
También se modificó el origen de esa migración. A principios del siglo pasado provenía del sur de Europa, en especial de España e Italia. Ahora, en cambio, el predominio es de los países americanos vecinos de la Argentina: Paraguay, Bolivia, Chile, Perú y Uruguay. En la última década, 220.000 venezolanos han llevado la cifra total de extranjeros a 2 millones de personas. Ahora que Maurizio Macrì pasó por la presidencia, que la empresa más poderosa que actúa en el país es conducida por Paolo Rocca, y que Cristiano Ratazzi no se pierde una fiesta del establishment, el origen italiano ya no es objeto de menoscabo, como sucedió durante la primera mitad del siglo pasado para la oligarquía, que los despreciaba casi tanto como a los judíos. Esa irrisión se dedica ahora a los inmigrantes de países limítrofes. Que un paraguayo como Carlos Ávila haya llegado a controlar las transmisiones de fútbol por televisión; un oriental como Víctor Hugo Morales sea el más cotizado relator y de allí haya saltado al periodismo político; un chileno como Benjamín Vicuña haya seducido a las actrices más bellas del país; un boliviano como Álvaro García Linera sea uno de los intelectuales más respetados y el peruano Mario Vargas Llosa uno de los principales gurúes del neoliberalismo local, no quita que el estereotipo sea el de paraguayos albañiles; bolitas, chilenos y perucas ladrones.
De mantenerse el esquema de tercios, Axel se aseguraría la victoria con el 34% de los votos afirmativos, o 3.230.000. Esto es unos 340.000 votos más de los obtenidos en las PASO. El gobernador los buscará entre quienes no fueron a votar en agosto, pero podrían hacerlo en octubre; quienes votaron en blanco y aquellos que escogieron fuerzas marginales que no superaron el piso del 1,5%. En reuniones con intendentes, Kicillof planteó que no hay proyecto provincial sin proyecto nacional, por lo que instó a redoblar esfuerzos en favor de Massa. Sin duda, escuchó a Milei minimizar la contrariedad de alcanzar la presidencia, pero con Axel en la gobernación. “Lo quiero ver sin los recursos nacionales”, respondió el libertario. Esto se lo están planteando todos los gobernadores y constituye la mayor esperanza del oficialismo.
Mientras Massa agradeció que Milei haya apoyado su gestión ante el FMI, su candidato a Vice, Agustín Rossi, llamó a convocar a todos los demócratas para enfrentar a quien conceptualiza como la peor amenaza. Pero el propio Rossi (cuyos candidatos en la interna de Santa Fe apenas pasaron del 3%) no sabe dónde hallar a esa rara especie de demócratas no contaminados por el virus del antikirchnerismo. ¿El carcelero de Milagro Sala entra dentro de esa categoría? Lo que sucede en JxC es sintomático. Horacio Rodríguez Larreta y María E. Vidal repetirán en público que harán todo lo posible para que Bullrich llegue a la Casa Rosada, pero en privado la maldicen con mayor dureza que el oficialismo. Bullrich intenta contrarrestar esta dura realidad con la exhortación a que “no seamos boludos”, ya que, si Milei se impusiera, cree que en dos meses volvería el peronismo, una fantasía autocomplaciente. Ya ha habido un pronunciamiento de un histórico joven radical, Federico Storani, que en la Capital prefiere al correligionario Leandro Santoro sobre el procaz Jorge Macrì. Tampoco es seguro que Massa vaya a retener los votos obtenidos en las PASO por Grabois y Paula Abal Medina.
Si el imaginado realineamiento de los demócratas es posible, no será antes del balotaje, en caso de que Milei no se imponga en la primera vuelta y siempre que su contendiente sea Massa. El ministro-candidato lo dijo el viernes en Córdoba, al lanzar la reversión del gasoducto norte, que llevará el gas de Vaca Muerta a las provincias del Norte Grande y a Bolivia. El gobierno de unidad nacional que postula comenzará el 10 de diciembre, nunca antes de que concluya la batalla electoral. Según la edición cordobesa de Clarin, que adopta el nombre de La Voz, “hay otro mensaje que no bajó Massa, pero sí sus dirigentes más cercanos a los peronistas cordobeses. ‘Sergio es el único que puede, desde el peronismo, terminar con el liderazgo de Cristina Kirchner. En un hipotético gobierno de Milei o de Bullrich, ella seguirá teniendo la centralidad de la oposición’, les dijeron a los peronistas cordobeses, en un mensaje que también llegará a los radicales anti-K”. Es cierto que los roles de Massa y de Cristina serían muy distintos, según quien asumiera la presidencia en diciembre, pero la frase citada no pasa de ser una expresión de deseos del multimedio que lleva veinte años vaticinando el inminente eclipse del kirchnerismo. Massa ha sido testigo de primera línea del costo que pagó Alberto Fernández por su obsesión de prevalecer, primero sobre Néstor Kirchner y luego sobre Cristina. Y ya sea que honre el apelativo de Ventajita o que haya madurado como hombre y como político, es improbable que Massa se aventure a repetir la tentativa. Entre otras cosas, porque necesitará de la bancada kirchnerista en el próximo Congreso.
Conciliaciones
Con los 7.500 millones de dólares transferidos por el FMI, la Argentina repuso los yuanes del acuerdo con China, el adelanto de la CAF y el préstamo de Qatar. Terminan así los días de confusión, cuando Clarín negaba que se hubiera utilizado el swap con China, porque Estados Unidos se oponía. Incluso llegó a afirmar que Kristalina Georgieva gestionó el préstamo qatarí para evitar la contaminación asiática. Pero en cuanto ordenó la transferencia, Georgieva firmó un durísimo documento en el que el FMI exige más medidas de ajuste: nuevo incremento de tarifas de servicios públicos, recorte de salarios del sector público y de jubilaciones, mayor devaluación del peso y altas tasas de interés. El informe del staff técnico del Fondo volvió a correr el arco. Dice que el programa argentino descarriló. Le atribuye complicaciones adicionales al doble rol de Massa como Ministro y candidato. Plantea exigencias que redundarán en una aceleración inflacionaria y un retroceso productivo, con una merma del 11% en términos reales del gasto público en el semestre electoral, para mantener la meta del 1,9% de déficit primario sobre el Producto. El staff del Fondo estima que la inflación anual será del 120% y que el Producto disminuirá un 2,5%, instalando sin atenuantes la estanflación. El staff del Fondo ya había cuestionado la moratoria previsional que impulsó el kirchnerismo y el lento ritmo del crawling peg devaluatorio. En noviembre, el FMI liberaría otros 2.750 millones de dólares. Con lo cual el adelanto de 10.250 millones que por sus relaciones en Washington Massa aspiraba a recibir antes de las PASO, recién se completará después del balotaje. Se entiende mejor la celebración por el ingreso a los BRICS, que echan mano a la billetera con mayor agilidad y no imponen condiciones políticas ruinosas.
En los próximos días se verá cómo se concilia el rígido sendero que marca el FMI con las medidas de alivio que Massa viene postergando, para compensar el efecto de la última devaluación. Ante esta pregunta al respecto, un hincha de Racing respondió en forma críptica: “¿Y cómo se concilia la tarjeta amarilla a Marcos Rojo, con el codazo que era para tarjeta roja?”
Tal vez eso explique el persistente silencio de CFK.