Las aldeas chinas pasaron de manos

Las aldeas chinas pasaron de manos

El rol de los “directores ejecutivos de aldea”, la nueva carrera que atrae a jóvenes profesionales a las zonas rurales. Tienen menos de 40 años y deben conseguir millonarias inversiones.

Por Fernando Capotondo

“Se buscan seis directores ejecutivos de aldeas para el distrito de Yuhang, en la ciudad de Hangzhou. Salario base anual de 180.000 yuanes, beneficios de seguridad social y fondo de vivienda. Es requisito tener una licenciatura o título de educación superior, y un mínimo de tres años de experiencia en campos como gestión empresarial, inversiones y finanzas”.

El aviso se publicó a mediados de este mes en Zhipin y otras plataformas que se utilizan en China para buscar trabajo, y en cuestión de horas se hizo viral, despertando el interés de cientos de candidatos que se anotaron para el proceso de selección.

En la tierra donde los campesinos fueron la base fundamental de la revolución comunista, a nadie parece sorprender que estos virtuales gerentes hoy sean quienes ocupan uno de los puestos más cotizados de la llamada “nueva construcción rural”, que China viene impulsando desde hace algunos años.

“Nuestro objetivo es atraer nuevos talentos y aplicar prácticas modernas de gestión corporativa, para impulsar el desarrollo de las economías de las aldeas”, explica Yu Huafen, un funcionario de Agricultura y Asuntos Rurales del citado distrito de Yuhang.

En efecto, estos directores ejecutivos son buscados para que adapten las tareas que suelen realizar en las empresas, a la administración de todas las actividades agrícolas y económicas de aldeas que, como todo lo que existe en China, tienen sus propias particularidades.

Ocurre que el país asiático suma nada menos que 600.000 aldeas, en las que reside alrededor del 36% de la población, es decir, poco más de 500 millones de personas, según registros del Buró Nacional de Estadísticas y el Ministerio de Asuntos Civiles. Se trata de comunidades que tienen un incuestionable peso propio en la estructura sociopolítica del país y que, en los últimos años, vienen planteándose objetivos de eficiencia cada vez más exigentes y ambiciosos.

Un ejemplo es la aldea de Yanhe Cun, en el centro de China, donde las autoridades lograron erradicar la pobreza extrema en 2022, a partir de la combinación de programas de desarrollo comunal con un eficaz sistema de administración de una  decena de plantaciones de té, la principal fuente de trabajo para las 300 familias que viven en el lugar. El ingreso per cápita de los pobladores asciende a unos 35.000 yuanes, el equivalente a casi 5.000 dólares, de los cuales el 60 % proviene de la producción de té.

La nueva migración

Especialistas y académicos chinos coinciden que la decisión política de impulsar la revitalización rural ha sido clave a la hora de acelerar el desarrollo de sus poblaciones más pequeñas, por lo que la posibilidad de mudarse a una aldea es cada vez más aceptada entre jóvenes profesionales que, apenas unos años atrás, no dudaban en migrar hacia las ciudades en busca de mejores empleos y posibilidades de desarrollo personal.

Al respecto, una encuesta realizada por el Diario de la Juventud de China y el sitio wenjuan.com revela que más del 70 por ciento de los jóvenes consultados observa que la zonas rurales “son más atractivas que nunca”, un resultado inimaginable hace una década.

El cargo de director ejecutivo del aldea es un rol muy reciente en China, pero que ya se alza como una gran elección laboral entre los jóvenes que buscan volver al campo para dejar atrás el ajetreo de la ciudad.

“Los costos de vida en las grandes ciudades como Shanghai se han disparado, mientras que las áreas rurales ofrecen un ritmo de vida más lento. La brecha de ingresos entre las regiones urbanas y rurales también se ha reducido, lo que ha llevado a muchos jóvenes a abandonar la competencia feroz de la ciudad para comenzar de nuevo en sitios más pequeños”, explica el profesor de la Universidad de Shanghai, Yang Zeng, en declaraciones difundidas por la agencia Xinhua.

En este contexto de revitalización rural se potencia el citado cargo de director ejecutivo de aldea, un rol relativamente moderno ya que recién en 2019 fue reconocido en el listado de “13 nuevas profesiones” del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China, la Administración Estatal para la Regulación del Mercado y el Buró Nacional de Estadísticas.

Para muestra, basta Liu Song

El distrito de Yuhang no corrió riesgos al publicar el aviso de búsqueda de directores ejecutivos de aldea porque, en realidad, se limitó a apostar a una receta que ya les había dado resultado. Los números lo confirman. Los 34 profesionales que contrataron en los últimos años gestionaron122 proyectos, consiguieron casi 300 millones de yuanes (40 millones de dólares) en inversiones y generaron más de 100 millones de yuanes (casi 14 millones de dólares) en ingresos directos para la economía local, consignó Xinhua.

Uno de estos directores ejecutivos fue Liu Song, licenciado en Agricultura de la Universidad de Zhejiang y con experiencia en empresas del sector privado, quien está trabajando desde hace más de cuatro años en Yong’an, una pequeña aldea que destinaba el 97% de sus 7 kilómetros cuadrados de superficie a la explotación agrícola básica, prácticamente sin chances de desarrollar otras actividades productivas.

En este escenario, Liu logró integrar el mayoritario sector agrícola con otras incipientes iniciativas industriales y de servicios, con el objetivo de mejorar la economía local, maximizar el crecimiento e impulsar la competitividad, según se informó.

En 2022, contribuyó al establecimiento de una cooperativa agrícola familiar que cultivó más de 86 hectáreas en la aldea.

En 2024, lideró la fundación de una fábrica de procesamiento de arroz, que se utiliza para la producción de vino y otras bebidas alcohólicas.

En septiembre y octubre de este año logró que se atendieran más de 6.000 pedidos de licores a través de las plataformas de comercio electrónico.

En poco tiempo, hizo que los 3.100 habitantes de la aldea alcanzaran un ingreso anual promedio de 63.000 yuanes (casi 9.000 dólares) per cápita en 2023.

El caso de Liu constituye solo una muestra del programa de directores ejecutivos que, en franco crecimiento, ya funciona en 125 distritos y condados, en provincias como Zhejiang, Guangdong y Yunan.

Para el académico de la Universidad Agrícola de China, Li Xiaoyun, “el rápido desarrollo y transformación de la economía y la sociedad se han combinado para redefinir las relaciones entre las zonas urbanas y rurales, poniendo de relieve el valor del campo”.

“La iniciativa de los directores ejecutivos de aldeas cierra la brecha del conocimiento y la gestión en las áreas rurales, apoyando el desarrollo de China en la nueva era. Estos profesionales desempeñan un papel crucial en la revitalización rural”, concluyó el especialista.

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