¿Es una sorpresa? – Horacio Verbitsky en El Cohete a la Luna

¿Es una sorpresa? – Horacio Verbitsky en El Cohete a la Luna

Casi todas las encuestas registraban una diferencia menor a un punto entre ambas candidaturas, lo cual tornaba imposible anunciar con certeza quien ocuparía la presidencia desde enero. Los márgenes detectados estaban bien por debajo del error estadístico que se contempla en todos los sondeos. No se medían en puntos sino en décimas. Podía pasar cualquier cosa.

Y pasó, pero no del modo que se pensaba: la auténtica sorpresa fue la amplitud con que se impuso Donald Trump, quien se encarga de magnificarla con bombásticas menciones al mandato que dice haber recibido. Javier Milei no es el único que ha hecho las cosas más audaces, grandes y profundas del mundo. El mayor milagro de Trump fue llegar a la meta electoral esquivando una treintena de condenas por delitos graves, juzgado en causas civiles por más de 500 millones de dólares y acusado de promover la insurrección que llegó a ocupar el Congreso, el 6 de enero de 2021. Que cuatro años no hayan bastado para agotar esos trámites habla con elocuencia sobre el estado de la tan idealizada justicia de los Estados Unidos. Y el ministerio de Justicia prohíbe acusar y enjuiciar al Presidente en ejercicio. De modo que el fiscal especial Jack Smith podrá cerrar el caso antes de que Trump cumpla su promesa de despedirlo, con un bonito informe para los libros de historia. Y no más.

Los sabios ya han empezado a explicar las causas del voto oculto por Trump: campo vs ciudad, hombres vs. mujeres, valores tradicionales vs. corrección política, calidad de cada campaña y de los propios candidatos, realidad económica vs. percepción subjetiva, segmentación en las redes antisociales, decepción con el gobierno anterior. Es probable que haya un poco de cada cosa.

Incluso se ha mencionado la denominada Ley de Godwin, que desde hace 35 años postula que cuando un hilo online se prolonga, alguien menciona a Hitler o los nazis, y la discusión se cierra. En este caso el argumento ad hitlerum no fue gratuito. Nada menos que el ex secretario de Seguridad Nacional y ex secretario general de la presidencia de Trump, el general retirado de la Infantería de Marina John Kelly, contó que varias veces escuchó a Trump afirmar que Hitler hizo cosas buenas y una vez dijo que quisiera tener generales como los alemanes.

—¿Cómo los de Bismarck?— le preguntó Kelly.

—No, como los de Hitler— respondió el Presidente.

El resultado electoral parecería confirmar que allí se cortó la discusión. Pero lo inesperado no fue que Trump se impusiera, sino el modo en que lo hizo:

  • El nuevo Partido Republicano venció en los siete estados pendulares de los que dependía el resultado;
  • también en la suma del voto popular, tomando el país como distrito único, cosa que ningún republicano había logrado en este siglo.
  • Obtuvo una mayoría cómoda  en el Senado.
  • Cuando termine el escrutinio es probable que también controle la Cámara de Diputados.
  • Le responden más gobernadores y legislaturas estatales que a los Demócratas.
  • Conserva una mayoría holgada en la Corte Suprema de Justicia, donde en apenas los cuatro años de su presidencia anterior llegó a designar a tres de sus nueve miembros, todos de un definido matiz conservador.

Poco antes de la elección, esa Corte protegió a Trump de responsabilidad por cualquier acto que hubiera realizado mientras ocupaba el Poder Ejecutivo, cosa que también vale para lo que se viene.

Se presumía que algunas de las decisiones de ese tribunal, como la revocación de la constitucionalidad del aborto serían un revulsivo anti-Trump en la contienda electoral, pero el tema tuvo menor incidencia de la esperada. En tres de los 10 estados que sometieron el tema a plebiscito, no se alcanzó la mayoría necesaria para garantizar el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo. Entre las mujeres jóvenes le sacaron a Trump hasta 40 puntos de ventaja en varios estados. Entre los hombres jóvenes, Harris quedó atrás hasta por 30 puntos. Por eso, la feminista Jia Tolentino describió en el Newyorker “una guerra de géneros”. Toda la Nación, agrega, “giró algo hacia la derecha, pero los hombres jóvenes de entre 18 y 29 años, giraron casi 30 puntos hacia la derecha desde 2020”.

Apenas 48 horas después de la elección, un juez federal designado por Trump en su primer mandato declaró nulo un decreto del Presidente Joe Biden que protegía de la deportación a unos 750.000 cónyuges indocumentados de ciudadanos estadounidenses y los hijos de ambos. El juez J. Campbell Baker les dio la razón a Texas y a otros 15 estados que cuestionaban la autoridad presidencial para extender la interpretación de las leyes migratorias. Esto allana el camino para las razzias y la deportación masiva que Trump anuncia para la inauguración de su gobierno. “El primer día voy a ser un dictador”, dijo.

Trump prescindió de toda la simbología de su partido, cuyo mismo nombre fue desplazado por la consigna MAGA, acaso porque sabía que el hartazgo social no era sólo con el gobierno, sino con todo el sistema político. De hecho, Kamala Harris cosechó casi 15 millones de votos menos que Joe Biden hace cuatro años pero Trump tres millones menos que en 2020. Entre ambos, perdieron el 12% del total. Se impuso el que menos perdió. La merma de Harris puede guardar relación con el escaso tiempo de su campaña, debido a la renuncia de Biden y sin un proceso competitivo frente a alguna competencia. Pero también es posible que su insistencia en la defensa de la democracia ante el peligro trumpiano sonó demasiado parecida a lo que había sido la campaña de Biden.

El único precedente histórico de un regreso como el de Trump es el Presidente demócrata Glover Cleveland, que dejó la presidencia en 1889, derrotado por el republicano Benjamin Harrison, pero la recuperó cuatro años después, al impedir la reelección de Harrison. Cleveland derogó las tasas de importación impuestas por Harrison. Trump hará lo contrario: 60% para los productos chinos, 10% para el resto del mundo (incluyendo a la Argentina). En su segundo mandato, Trump tendrá mayor poder que en el primero, dado que sus partidarios controlan todos los resortes constitucionales, lo que pone en tensión el habitual sistema de check and balances con poderes contrapuestos. La experiencia de Cleveland no es auspiciosa, su segundo gobierno fue ensombrecido por la peor depresión económica, que lo obligó a vetar numerosas leyes del Congreso. No parece que esto vaya a ser necesario ahora.

Los resultados del martes pasado sugieren la existencia de un voto vergonzante y que, con alta probabilidad, proviene de sectores a los que se creía identificados con los demócratas. De hecho, los análisis sectoriales indican que el Presidente electo no sólo conservó su atractivo para los blancos empobrecidos por la desindustrialización, reforzado por la nominación como Vice del montañés J.D. Vance, sino que además penetró en poblaciones que se suponían adversas, como los afroamericanos, los asiáticos, los latinos, los árabes e incluso los inmigrantes. Ni siquiera le fue tan mal con los judíos.

A poco que se analice, la paradoja migratoria no es tal, ya que un aflujo excesivo de nuevos recién llegados amenaza sobre todo a quienes vinieron poco antes. Trump fomentó esos temores, con comentarios burdos como su referencia a los inmigrantes haitianos que se comerían a los perros y los gatos de los residentes en Springfield, cuyo efecto no fue atenuado por la información de las autoridades locales que negaron la existencia del fenómeno. En Springfield no tuvo ningún efecto, porque casi no hay haitianos, pero en el resto del país exacerbó un temor irracional, en un país donde el narcisismo de la diferencia entre etnias u orígenes nacionales, encubre los contrastes cada vez mayores entre clases sociales, que están en la base de la insatisfacción general. El New York Times afirma que la misma dinámica está atormentando a los líderes de todo el mundo. “En los últimos años, los votantes han expulsado a los gobernantes de izquierda y derecha en Gran Bretaña, Francia, los Países Bajos, Argentina, Italia y Australia. Los principales partidos políticos de Sudáfrica, Japón y la India también afrontaron elecciones decepcionantes. Los gobernantes de Canadá y Alemania corren el riesgo de perder sus puestos el año próximo”.

Trump promete un millón de deportaciones. Foto Homeland Security Investigations.

Un intelectual sudamericano con más de veinte años de residencia en el país dice que “si los niveles de precios están muy altos y sólo la macroeconomía que nadie entiende y a nadie le llega está bien, mientras se ocupan de legalizar la marihuana, asegurar que los trans puedan usar el baño que quieran y mandar centenares de miles de millones a Ucrania e Israel, ¿qué otra cosa se puede esperar?” Es afín a la evaluación del senador Bernie Sanders, líder del ala izquierda demócrata y precandidato presidencial en 2016 y 2020. “No debería ser una gran sorpresa que la clase trabajadora abandone al partido Demócrata, que abandonó a la clase trabajadora. Mientras el liderazgo Demócrata defiende el statu quo, el pueblo está furioso y quiere un cambio”. O el ex ministro de Clinton, Robert Reich: “Mientras los republicanos reducían constantemente los impuestos a los ricos, los demócratas abandonaron a la clase trabajadora”. La presencia de Biden en el piquete de los mecánicos no fue suficiente.

Formidable

La euforia de la Casa Rosada se reflejó en el exultante texto de congratulación de Milei a Trump por “su formidable victoria electoral. Ahora, Make America Great Again“, y completado con un jactancioso: “Puede contar con la Argentina para llevar a cabo su tarea”. Claro que sí, por desgracia, porque deberemos pagar parte del costo de esa reconstrucción de Estados Unidos.

Trump habló por teléfono con docenas de jefes de Estado pero no con el argentino y esto es presentado como un privilegio, porque Trump lo habría invitado a su mansión en Mar-a-Lago y Milei sería el único latinoamericano que pronunciaría un discurso en la Conferencia Política de Acción Conservadora.

El más gracioso de los apologistas mileicos llegó a decir que luego de escuchar la visión del Presidente argentino sobre el mundo, Trump intercambiará puntos de vista con él sobre la crisis global de la representación política, la situación en Medio Oriente y la guerra que Ucrania libra contra Rusia. De este modo Trump ajustaría la sintonía fina de la relación con el principal aliado regional, pretende. El entusiasmo del intérprete oficialista es tal que le asignó el apellido presidencial al flamante canciller Gerardo Werthein. Con la obsecuencia en la punta de los dedos lo llamó directamente Gerardo Milei.

La afinidad ideológica entre Trump y Milei y los rasgos comunes de personalidad son ostensibles, igual que la relación personal de ambos con el empresario sudafricano Elon Musk, quien se hará cargo de una oficina desreguladora, como la que ocupa aquí Federico Sturzenegger.

Pero hasta ahora no hay ninguna información oficial sobre un encuentro entre ambos Presidentes, ya sea sentados a solas durante al menos media hora, o en pocos minutos de dorapa y rodeados de personas que van y vienen en un pasillo, como ocurrió en su encuentro de febrero. Entonces, apenas intercambiaron lisonjas de ocasión, fugacidad que no registra la fotografía en que se abrazan, bien a la argentina. Un año de viajes internacionales de Milei para llamar la atención con sus posiciones extravagantes tampoco se ha traducido en el flujo de inversiones con que se ilusionan todos los recién llegados al gobierno.

La apuesta máxima de los Hermanos Milei es modesta, y aun así no de fácil acceso. Da por sentado que Trump inclinará la balanza del Fondo Monetario Internacional en favor de la Argentina, de modo de obtener un aporte adicional de entre 10.000 y 15.000 millones de dólares, con los cuales se propone desregular el mercado cambiario o, según la vulgata argenta, levantar el cepo.

Por cierto, el 16% de las acciones del FMI que posee Estados Unidos, le confiere poder de veto sobre decisiones cruciales que requieren una mayoría del 85%.

Pero no es válida la inversa. Los socios europeos y asiáticos del Fondo tienen mayor inclinación por reclamar el cobro de las deudas que por incrementar la exposición ante un país cuyo propio mandatario lo denigra cada vez que habla en público.

Este año debe concluir el vigente acuerdo de Facilidades Extendidas, para lo cual sólo faltan las últimas dos revisiones trimestrales. Luego de cada una, el organismo le transfiere a la Argentina el monto de la cuota que el país debe pagarle, es decir un mero asiento contable.

Concluido ese trato y sin que la deuda argentina haya disminuido, debería firmarse un nuevo acuerdo. Para ello el FMI pone una condición sine qua non, que es la devaluación del peso.

La retórica libertaria sobre el déficit fiscal y la emisión de moneda no obnubila la percepción oficial sobre los efectos del tipo de cambio sobre el índice de precios al consumidor, que es directamente proporcional.

El retoque que está preparando el INDEC, con el argumento de actualizar la canasta de bienes y servicios que mide, que tiene ya dos décadas de atraso, no necesariamente mejoraría los indicadores. El incremento en el mix del peso de los servicios estará lejos de moderar la magnitud del IPC. De modo que fondos frescos del FMI implicarían incrementar el endeudamiento y avivar el fuego inflacionario. Esto es como soplar las brasas de su contención, que constituye el principal argumento para alimentar la paciencia colectiva ante la degradación de la calidad de vida y el temor al desempleo.

El jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell, recibió a Trump con una disminución de 0,25% de la tasa de interés. Es el canto del cisne de un funcionario al que Trump desearía eyectar, porque todas las medidas proteccionistas anunciadas por el nuevo Presidente y su imposición de gravámenes a los productos de todo el mundo, dispararán la inflación que Biden logró controlar y forzarán un nuevo aumento de las tasas. El esperable fortalecimiento del dólar irá acompañado una vez más por un descenso en el precio de las exportaciones agropecuarias e hidrocarburíferas argentinas.

Qué porcentaje de incremento de las tasas es necesario y en cuánto tiempo se producirá son los insumos para saber en qué momento la bicicleta financiera con la que ahora se regodean Milei y su ministro Luis Caputo, pegará la vuelta rumbo a la calidad, como las golondrinas que vuelven al aproximarse el otoño argentino a San Juan de Capistrano, al sur de California. Ojalá ese día no llegara nunca, pero es inexorable.

La situación de Cristina

La consagración de CFK al frente del peronismo, por la ausencia de otra lista con los avales estatutarios requeridos, ha incrementado la percepción favorable sobre la ex Presidenta en todos los sondeos, como la principal opositora a los Hermanos Milei.

Desde sectores patronales esto genera inquietud por la posibilidad de que los libertarios pierdan las próximas elecciones en la decisiva provincia de Buenos Aires y eso abra el camino para un regreso del kirchnerismo al gobierno dos años después. La derrota de los oficialismos es la tendencia predominante en la región, inclusive Estados Unidos. La principal excepción es México, donde Andrés Manuel López Obrador logró que su protegida Claudia Sheinbaum alcanzara la presidencia con el 60% de los votos, un porcentaje incluso superior al del propio AMLO en 2018. La Corte Suprema de Justicia acaba de darle luz verde a la reforma judicial que López Obrador envió al Congreso antes de retirarse, por la cual todos los jueces (y allí hay unos 7.000) deberán someterse al voto popular.

Aquí, en cambio, tres jueces vitalicios de la Cámara Federal de Casación confirmarán el miércoles 13 la condena a seis años contra Cristina y su inhabilitación eterna para ocupar cargos públicos, aunque no hay pruebas que la vinculen con las rutas construidas por Vialidad en Santa Cruz. El vetusto radicalismo quiere sancionar además una ley que le impida conducir el justicialismo, obliterando el principio de inocencia ante una sentencia apelable. Pero también es posible que antes de eso, pasado mañana, la Cámara de Diputados invalide en sesión especial dos decretos de los Hermanos Milei: el que le permite legislar a sola firma mientras ambas cámaras del Congreso no se opongan, y el que favorecería un incremento de la deuda externa en la inevitable próxima renegociación, aumentando montos y/o tasas y/o reduciendo plazos de pago. La derogación del primero de esos decretos no empecería la designación de dos jueces de la Corte Suprema de Justicia en comisión, por decreto presidencial, ya que en 2015 cuando siguió ese camino para el nombramiento de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, el entonces Presidente Maurizio Macrì sostuvo que sólo estaba reglamentando la facultad presidencial de llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura” (artículo 99, inciso 19 de la Constitución Nacional). Pero el inciso 4 del mismo artículo excluye a los jueces de la Corte, ya que establece que el Poder Ejecutivo los nombra “con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública”. Es decir que esa atribución sólo comprende a militares y diplomáticos, que son sus subordinados.

Los vicios de Quintela

Ricardo Quintela desistió de apelar el fallo de la jueza electoral María Servini, que confirmó el de la Junta Electoral partidaria, porque es consciente de los vicios de su postulación. Una cosa es clamar en los medios que le robaron y/o le falsificaron avales, y otra muy distinta probarlo ante un tribunal que no se ha caracterizado por fallos tendenciosos, como la Cámara Nacional Electoral.

Sin embargo, el gobernador riojano intentará nuclear al antikirchnerismo partidario, cosa que Cristina señaló desde el primer momento y que Quintela negaba. Una de las principales organizadoras de su intento fue Derrota Dolosa, la ex ministra de Alberto Fernández, que el año pasado intentó disputar la candidatura bonaerense contra Axel Kicillof. En la misma boleta albertista el aspirante a Presidente era el converso Daniel Quién te ha visto y quién te ve Scioli.

Quintela ya está en conversaciones con los gobernadores de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y de Catamarca, Raúl Jalil, quienes han apoyado al gobierno en votaciones legislativas cruciales. A ellos se refería Cristina cuando dijo que en el peronismo no había espacio para los Judas.

Al mismo tiempo Quintela explora posibles acuerdos con los cordobeses Juan Schiaretti y Martín Llaryora, quienes no forman parte de la orgánica partidaria pero tampoco renuncian a llamarse peronistas.

El Gitano Quintela con El Gringo Schiaretti.

Esto también afecta a Kicillof, ya que califica su declaración de prescindencia en la contienda entre su mentora y El Gitano Quintela. Tratará de no seguir el derrotero del riojano y reiterará reconocimientos a Cristina, siempre dentro de una evocación histórica, como parte de un conjunto nostálgico: Perón, Evita, Néstor y Cristina. Pero al mismo tiempo necesita su apoyo en la Legislatura para aprobar el presupuesto y la ley fiscal.

Su formal saludo a la ex Presidenta como nueva jefa partidaria no le ahorra las diatribas de quienes desde el oficialismo detestan sus posiciones políticas tanto como las de CFK. El episodio más reciente fue la denuncia mediática contra las 500 colecciones Identidades Bonaerenses, medio millón de libros que se distribuyeron en 3.500 escuelas secundarias públicas y 600 bibliotecas municipales y populares, escuelas y centros de Adultos e Institutos De Formación Docente.

Más de un centenar de esos libros cubren el nivel secundario, y otro tanto el nivel superior. Cada colección incluye una guía con un análisis de cada libro, en los que se especifica para qué ciclo están destinados. Algunos llevan la inscripción “Requiere acompañamiento docente”, ya se trate de temas como la política, la muerte o relaciones problemáticas, o por incluir escenas de sexo y consumo o vocabulario soez.

Los papagayos mediáticos del gobierno, por escrito y en las pantallas, se escandalizaron por algunos de esos textos, que narraban con delicadeza un encuentro sexual. El ministro bonaerense de Educación, Alberto Sileoni, objetó “la profunda hipocresía social” de ese cuestionamiento. “Todos sabemos que las y los adolescentes están a un click de ver cualquier escena de pornografía, muchas veces en la soledad de sus habitaciones, y eso no representa una preocupación social. Pero escandaliza una acción educativa, en la que un adulto docente ayuda a leer y comparte una lectura coral con el resto de los estudiantes, como modo de aprender y reflexionar sobre diferentes temáticas”. Uno de los aplaudidores más obtusos del gobierno entendió que Sileoni estaba admitiendo que la publicación era pornográfica, y lo celebró con su sonrisa de boca abierta. También señalaron que lo que se gastaba en esos libros se sustraía a la alimentación de los más necesitados, cálculo que nunca hacen con otros rubros.

Cada docente advierte, de acuerdo a su grupo, de qué manera debe abordar los diferentes textos. Entre los libros objetados figura Catedrales, de Claudia Piñeiro; Cometierra, de Dolores Reyes, y varias obras de Gabriela Cabezón Cámara y Aurora Venturini.

Claudia Piñeiro.

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