Victoria Villarruel denuncia a La Derecha Diario

Este miércoles, la periodista Irina Hauser realizó su columna semanal en Siempre es Hoy (AM 530) donde se refirió al escándalo que arde dentro del oficialismo a partir de la denuncia que la vicepresidenta Victoria Villarruel presentó contra La Derecha Diario y figuras muy cercanas al presidente Javier Milei. Según detalló Hauser, la vicepresidenta decidió judicializar una interna feroz dentro de La Libertad Avanza, acusando a sus propios aliados de montar una campaña de hostigamiento y amenazas en su contra.

Villarruel presentó dos denuncias ante el juez Sebastián Casanello. En una apuntó contra Francisco Javier García Negre, dueño del portal ultralibertario La Derecha Diario, quien habría difundido que Estados Unidos tenía información sobre un supuesto intento de golpe en el que la vicepresidenta estaría involucrada, junto a peronistas “antikirchneristas” y militares retirados. En la otra presentación, la vicepresidenta apuntó contra la diputada libertaria Lilia Lemoine y el escritor Nicolás Márquez, ambos considerados parte del “núcleo duro” de Milei, además de una serie de cuentas en la red X como «El Trumpista» o «El Pubertario», que suelen amplificar ataques en su contra.

“Ella dice que lo que hay es una campaña de amenazas y hostigamiento por su rol como presidenta del Senado, y que si no ostentara ese cargo, esto no pasaría”, explicó Hauser en su intervención. Para Villarruel, estos ataques constituyen también “una amenaza al orden constitucional y al sistema republicano”, lo que da cuenta de la gravedad institucional con la que pretende enmarcar el conflicto.

La periodista también destacó la dimensión política del enfrentamiento: Villarruel y Márquez compartieron durante años una militancia común en agrupaciones como «Memoria Completa», defensora de represores de la última dictadura, y ahora se encuentran enfrentados en tribunales. También recordó una fotografía viralizada por Carlos Maslatón donde se los ve a ambos, junto a Lemoine y Agustín Laje, en una cena de 2018 donde, según se dice, se proyectaban los primeros pasos de lo que luego sería la “batalla cultural” libertaria.

Para Hauser, el giro judicial de Villarruel es un movimiento “desde abajo” en la estructura de poder, pero con implicancias que podrían escalar. “Es curioso que ella, con sus posturas históricas sobre el terrorismo de Estado, ahora acuse a sus ex aliados de incitar al odio y a la violencia institucional”, señaló. La disputa, que pone en evidencia fisuras profundas en la alianza oficialista, ahora quedó en manos de la justicia federal. Todo indica que la interna libertaria ya dejó de ser solo política: ahora también se dirime en Comodoro Py.