Tartagal: exorbitante aumento de las tarifa de luz

La periodista de Canal 4 Tartagal, Mabel Carrizo, habló en #Bonavitta530 sobre el impacto del tarifazo en el servicio de la luz. 

La crisis energética golpea con fuerza en la localidad salteña de Tartagal, donde las boletas de luz comenzaron a mostrar cifras imposibles para familias de bajos ingresos. En diálogo con Radio Madres, la periodista Mabel Carrizo, de Videotar Canal 4, describió un panorama crítico que afecta tanto a comunidades originarias como a barrios urbanos, con aumentos que multiplicaron por diez —o más— los montos habituales.

Según relató la periodista, la situación es especialmente grave en sectores vulnerables donde varias familias comparten un único medidor social. “En las comunidades de pueblos originarios hay un medidor que abarca varias familias, y como son muy nómades, comienzan a aumentar las familias en ese mismo consumo”, explicó Carrizo, describiendo una realidad donde la precariedad de servicios como el agua también incide en el uso eléctrico.

Los aumentos se combinan con una fuerte carga impositiva que llega directa en la boleta, sin posibilidad de prorrateo ni alivio. “En la boleta de la luz se paga el IPB, el agua, la energía eléctrica, el alumbrado público y hasta el inmobiliario”, detalló, señalando que este mes su propia factura pasó de 139.000 pesos a un monto aún mayor: “Pago eso viviendo sola, sin aire acondicionado, sin ventilador y pasando todo el día fuera de casa”.

El descontrol tarifario se suma a un servicio eléctrico deficiente. “Tenemos el prende y apaga todos los días; la tensión sube y baja de una manera terrible y se queman los equipos, y nadie se hace cargo”, denunció la periodista, quien aseguró que incluso el canal de televisión enfrenta un “cementerio” de aparatos dañados por la inestabilidad del sistema.

Ante boletas que llegan a 300.000, 600.000 o incluso 1 millón de pesos, la población queda sin alternativas. “Acá se va la gente a los medios de comunicación buscando ayuda, porque no hay forma de pagar estas facturas”, afirmó Carrizo, señalando que el Ente Regulador debe trasladarse barrio por barrio para constatar irregularidades, sin que la distribuidora de energía dé respuestas.

A la crisis eléctrica se suma un transporte urbano prácticamente inexistente. “Nosotros no tenemos colectivos urbanos; muchas veces tenemos que venir caminando o haciendo dedo”, agregó, describiendo un cuadro de aislamiento que se agrava con temperaturas que superan los 45 grados de sensación térmica.