Sean eternos los derechos que supimos conseguir

Sean eternos los derechos que supimos conseguir

Por Melina Alderete

Se cumplen 14 años de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario, en un contexto de recrudecimiento de las violencias contra la comunidad LGBT+.

“Votá bien, puto hermoso. Milei te odia”, rezaba uno de los miles de carteles y pancartas que se alzaron en la última Marcha del Orgullo en nuestro país, en noviembre del 2023. Al mes siguiente, la oleada de la derecha sacudió las urnas y transformó a la Argentina en un lugar más hostil, duro y cruel para muchas realidades, entre ellas, la de la comunidad LGBT+.

En ese contexto, se cumple un nuevo aniversario de la normativa que cambió la vida de miles de parejas y familias en nuestro país, convirtiéndolo en pionero en América Latina en la inclusión de las diversidades y el reconocimiento pleno de derechos.

El 15 de julio del 2010 se sancionó la Ley de Matrimonio Igualitario (Ley N°26.618) con 33 votos afirmativos, 27 negativos y tres abstenciones. Desde aquel entonces, se han casado más de 6 mil parejas en todo el país, parejas que podrán acceder a los distintos beneficios propios de cualquier tipo de matrimonio legal.

Dentro de las contemplaciones, la Ley de Matrimonio Igualitario brinda la posibilidad de compartir la cobertura de salud entre los/as cónyuges, el derecho a la herencia, a la propiedad de los bienes compartidos y a obtener una pensión, en caso de fallecimiento de uno/a de los/as integrantes de la pareja.

Orgullo y lucha, hoy más que nunca

La efeméride de los 14 años de la Ley de Matrimonio Igualitario encuentra al colectivo LGBT+ del país en medio de un amplio recrudecimiento de los distintos tipos de violencia y los discursos de odio hacia la comunidad, prácticas que, a diferencia de años anteriores, actualmente se encuentran legitimadas desde el mismo Estado nacional.

Según un informe realizado por la Federación Argentina LGBT, en 2023 hubo 133 crímenes de odio en Argentina, de los cuales 118 fueron agresiones contra mujeres trans. Sin ir más lejos, en mayo de este año, ocurrió el lesbicidio de Barracas, en donde Justo Fernando Barrientos asesinó a tres mujeres por ser lesbianas, e hirió de gravedad a una cuarta que se encontraba en el lugar.

Asimismo, desde que comenzó el gobierno de Javier Milei, se han eliminado organismos importantes dedicados a la concientización, prevención y erradicación de la violencia, tanto hacia el colectivo LGBT+ como a las mujeres y las minorías raciales. Entre ellas, se destacan el INADI y el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.

La decisión de eliminar dichas entidades impacta de forma directa en el aumento de la violencia hacia el colectivo LGBT+, permitiendo la proliferación de discursos de odio de manera abierta, tanto en los medios de comunicación como en las distintas redes sociales. A mediados del 2024, el escritor y biógrafo del presidente, Nicolás Márquez, se refirió a la homosexualidad como una “conducta insana y autodestructiva” en una entrevista radial.

La semana pasada, en el marco de un Festival Solidario por la liberación de los detenidos y las detenidas durante las protestas en contra de la Ley Bases, al grupo musical disidente “Sudor Marika” le llegaron preocupantes mensajes amenazadores, luego de que el vocero presidencial, Manuel Adorni, desestimó su show a través de su cuenta de X (ex Twitter).

El grupo musical “Sudor Marika” denunció mensajes violentos hacia la banda, en el marco de un Festival Solidario por los detenidos y las detenidas de la Ley Bases.

Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) existe una estrecha relación entre los hechos de violencia y los discursos de odio hacia la comunidad LGBT+, que pueden darse en espacios mediáticos, debates públicos, las redes sociales e incluso durante eventos organizados por y para el colectivo disidente, como las marchas del orgullo. Para la CIDH, “cuando ocurren crímenes contra las personas LGBTI, con frecuencia estos son precedidos de un contexto de elevada deshumanización y discriminación”.

Además, desde la entidad insistieron en la importancia de la intervención del Estado en este tipo de problemáticas: “Los estados están llamados a identificar y responder adecuadamente estos incidentes, con miras a garantizar de manera efectiva la integridad y seguridad de las personas LGBTI”, agregaron.

Es por ello que resulta vital no sólo recordar y celebrar los derechos conseguidos, como la Ley de Matrimonio Igualitario que cumple hoy 14 años desde su sanción, sino también no darlos por sentado, especialmente en los tiempos que corren. A los derechos se los ejerce y se los defiende a pura fuerza de amor, militancia y lucha. Y de eso, este colectivo sabe bastante.

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