«Se triplicó la cantidad de gente que va a los comedores»

En Un Buen Comienzo, Jorge “Roña” Castro, exboxeador y referente de comedores populares en el conurbano bonaerense, describió un escenario social alarmante al asegurar que la demanda de alimentos se disparó en el último tiempo. Durante la entrevista, contó que actualmente sostuvo 14 comedores y nueve merenderos en el partido de Lomas de Zamora, y explicó que el crecimiento de la asistencia fue constante y sostenido, incluso en fechas sensibles como las fiestas de fin de año.

En el mismo tono, Castro afirmó que la cantidad de personas que asistieron a comer “se triplicó”, al pasar de poco más de dos mil a alrededor de seis mil cuatrocientas. “Una cosa es verlo y otra cosa es contarlo”, sostuvo, al relatar cómo familias enteras se acercaron con sus tuppers y platos para poder llevarse una comida. Además, remarcó que en los comedores primero comieron los chicos y luego los adultos, y contrastó esa realidad con el discurso oficial: “Dicen que sacaron millones de personas de la pobreza, pero a mí cada vez me viene más gente”.

Más adelante, el exboxeador fue contundente al referirse al rol del Estado nacional. Señaló que desde la asunción del actual gobierno no recibió ningún tipo de ayuda y relató un episodio en el que fue retirado con la policía del entonces Ministerio de Desarrollo Social cuando reclamó asistencia alimentaria. “El Estado nacional nunca me dio nada”, afirmó, y explicó que el sostenimiento de los comedores fue posible gracias al acompañamiento de la provincia de Buenos Aires y a la solidaridad que despertó su figura pública, producto de su trayectoria deportiva.

Finalmente, Castro recordó que comenzó con esta tarea durante la pandemia, cuando los gimnasios permanecieron cerrados, y destacó que hoy le resultó imposible abandonar ese trabajo social. “Empecé con una olla para 30 personas y vinieron 60, y así se fue formando todo”, relató. Con un cierre crítico, subrayó que la pobreza no siempre se ve en las zonas céntricas y llamó a “mirar los costados”, donde, según dijo, la miseria creció de manera silenciosa pero constante, mientras los comedores populares se convirtieron en un sostén indispensable para miles de familias.