
Los hilos invisibles de la historia
- Bonavitta 530
- 13 de junio de 2025
- 120
Este viernes en Bonavitta en la 530, Martín Piqué presentó su columna semanal “Dame una Historia”, centrada en los 70 años de los bombardeos a Plaza de Mayo y la fallida sublevación de junio de 1956. Piqué abordó el intento encabezado por el general Juan José Valle para “recuperar el orden constitucional que había sido vulnerado definitivamente en septiembre del 55 con el derrocamiento de Perón” y restitución de la Constitución de 1949. A través de una historia particular, el periodista reconstruyó aquel alzamiento desde la memoria de Jorge Costales, economista e hijo de uno de los militares fusilados por la dictadura de Aramburu.
“Soy Jorge Costales, hijo del capitán Costales, fusilado, asesinado en la regional de Lanús la madrugada del 10 de junio de 1956. Tengo 69 años. En ese momento tenía 7 meses”, compartió ante los micrófonos. Su padre, homónimo, tenía 36 años al momento de ser ejecutado por formar parte del alzamiento. Según relató Piqué, el capitán Costales “formaba parte de un ala del ejército nacionalista y popular, no oligárquica”, que había sido purgada de las Fuerzas Armadas tras el golpe. Su rol en la rebelión era estratégico: debía tomar la Escuela Técnica N°1 de Avellaneda, que tenía una antena importante en la zona sur, para instalar una radio desde la que se emitirían las proclamas de Valle.
En su columna, Piqué detalló cómo el régimen de facto intensificó la persecución al peronismo con la llegada de Aramburu al poder. “Leonardi había dicho ‘ni vencedores ni vencidos’. Pero con Aramburu empieza la persecución criminal”, afirmó, citando el decreto 4161 del 5 de marzo de 1956, que prohibía imágenes, canciones, discursos y hasta las palabras “peronismo” o “Evita”. “Eso es determinante para entender esa proscripción. No era solo perseguir a Perón, era perseguir a todo el pueblo que se reconocía como peronista”, sostuvo el periodista. Costales hijo lo resumió con claridad: “Fuimos criados con memoria, pero sin odios, como se vivió el odio en esa etapa de la década del 50”.
Piqué también recordó que entre 200 y 300 militares y policías peronistas fueron encarcelados en el vapor Washington, anclado a un kilómetro de la costa para aislarlos completamente. Desde allí comenzó a gestarse el alzamiento, que fue brutalmente reprimido. “Los estaban esperando. Incluso algunos sospechan que desde el mismo vapor Washington hubo infiltrados que pasaban información a la dictadura”, explicó. En la carta final a Aramburu, Valle denunciaba la traición: “Para liquidar opositores les pareció digno inducirnos al levantamiento y sacrificarnos luego fríamente. Nos faltó astucia para adivinar la treta”.
“Junio es un mes muy fuerte para el peronismo”, reflexionó Piqué hacia el cierre. “En junio del 55 fue el bombardeo a Plaza de Mayo. En junio del 56, la sublevación de Valle. Y también en junio comienza la resistencia peronista con todos los métodos de lucha”. La historia de Jorge Costales padre y de su hijo, que hoy milita la memoria sin rencor, revela el trasfondo de un odio de clase que no se detuvo con la caída de Perón, sino que se profundizó contra un pueblo entero. Como recordó el periodista, “en esta circularidad de la historia, Aramburu fue ejecutado y el comando que lo secuestró se llamó Juan José Valle”.