«Lo de Espert era crónica de una muerte anunciada»

La candidata a diputada nacional por Fuerza Patria y actual senadora bonaerense, Teresa García, estuvo al aire con Felicitas Bonavitta y equipo.

La senadora bonaerense y secretaria general del Partido Justicialista provincial, Teresa García, calificó como “una barbaridad” el conflicto desatado por la renuncia de José Luis Espert a su candidatura en La Libertad Avanza. 

Al aire de la AM530, aseguró que el oficialismo “lleva un año y medio generando confusión permanente” y que el problema “es interno, de su propia fuerza”. Explicó además que el procedimiento electoral “no permite cambios a esta altura” y que “ya están impresas y empaquetadas las boletas de la provincia”, por lo que una reimpresión “operativamente parece imposible”.

Sobre el impacto político del caso, García sostuvo que “era crónica de una muerte anunciada” y que el oficialismo “no encontró manera de explicar lo inexplicable: la relación con un narcotraficante”. 

La candidata a diputada nacional por Fuerza Patria recordó que “no fue un solo viaje, fueron 34”, y que a eso se suman antecedentes “como el caso Libra y el del fentanilo”, en los que —dijo— “hay vinculaciones que no son santas”. Para la dirigente peronista, el episodio “no hace más que profundizar la crisis del gobierno” y mostrar que “no aprendieron nada del resultado del 7 de septiembre”.

García también cuestionó la actitud del presidente Milei tras el escándalo. “Hacer un recital a horas de sacar al primer candidato por vínculo con el narcotráfico es una burla hacia todos los argentinos”, afirmó. En ese sentido, criticó “la exhibición pública del Presidente, como si no pasara nada”, y señaló que “es propio de la modalidad y del formato de este gobierno”. “Sostener esa actividad me parece deplorable”, añadió.

Finalmente, García rechazó las recientes declaraciones de Milei sobre Cristina Fernández de Kirchner, a quien el presidente dijo haber “metido presa”. “Si fuera integrante de la Corte, me daría muchísima vergüenza”, expresó. “Esto muestra una intromisión del Poder Ejecutivo en la Justicia. Que el presidente se arrogue atribuciones que no tiene es una locura, y más vergüenza me da todavía la Corte Suprema, que calla ante semejante atropello”, concluyó.