Libertad para explotar

En su editorial en Caballero de Día por AM 530, Roberto Caballero repasó una encuesta de Proyección Consultores que reveló que el 49,8% de los consultados señaló los bajos salarios como principal preocupación de sus familias. “La estabilidad que quieren vender es con sueldos de miseria”, advirtió. A partir de un hilo viral en redes, el conductor leyó decenas de ofertas laborales reales que desnudaron la precariedad: “Es un safari por la explotación: trabajos mal pagos, sin derechos, con jornadas eternas y pagos en negro”.

Caballero describió esta situación como la “destrucción del empleo de calidad”, en referencia a los puestos registrados, con salarios dignos y condiciones que permitan una vida decorosa. “Esto no es trabajo, es sobrevivencia”, dijo al leer casos como el de un kiosco que ofrece 450 mil pesos por turnos de 12 horas, o el de un estudio que paga 400 mil por cinco horas diarias. También mencionó a una docente con 300 alumnos que cobra menos de un millón de pesos. “Esto es explotación, que la cuenten como quieran”, enfatizó.

El periodista señaló que esta degradación laboral “no es casualidad, es política” y responsabilizó a gobiernos neoliberales como los de Mauricio Macri y Javier Milei, además de cuestionar la pasividad de buena parte de la dirigencia sindical: “Todo esto pasa y la CGT está muda. Saludos a la CGT”. A su vez, vinculó la precarización con el debilitamiento del sistema jubilatorio: “Si los salarios son bajos y el trabajo es en negro, el sistema solidario se rompe. Y después vienen por las jubilaciones”.

En otro pasaje, Caballero remarcó que “la gran villa miseria laboral” no solo condena a la pobreza económica, sino también a una degradación cultural: “Millones de argentinos y argentinas tienen trabajo, pero son pobres. Y lo son no solo por ingreso, sino porque la precariedad destruye la vida social, el tiempo libre, la posibilidad de pensar en el futuro”. Según el conductor, la inseguridad más grave es “no saber si el mes que viene podés comer, pagar el alquiler o mandar a tu hijo a la escuela”.

Para cerrar, advirtió que este escenario genera desmovilización social: “Cuando alguien encadena tres trabajos para poder comer, no tiene tiempo de militar, de protestar o de reflexionar”. Y concluyó con una frase tajante: “Esta es la inseguridad real. El resto es un relato para que no miremos el saqueo y la explotación”.