Horacio Verbitsky: Sombras, nada más – El Cohete a la Luna
- ALERTA!Noticias
- 7 de diciembre de 2023
- 336
Otra operación judicial se interpone en el trayecto hacia los comicios presidenciales, apuntando una vez más al peronismo y, más específicamente, a Cristina y La Cámpora. Sergio Massa pasó los últimos días abocado a la preparación del debate que sostendrá esta noche con el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, la bandera contra la motosierra. La importancia que le asigna a ese cara a cara demoró hasta el jueves la querella que presentó ante el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi, al saber que era una de las personas sobre las que había formado carpetas el agente de inteligencia de la Policía Federal Ariel Pedro Zanchetta. Ya lo hicieron Milei, el diputado nacional Rodolfo Tailhade, el ministro del Interior Wado de Pedro, el operador judicial de la UCR Daniel Angelici y el ex precandidato presidencial Juan Grabois, y mañana lo hará Máximo Kirchner. Todos ellos están entre los 1.196 nombres sobre quienes Zanchetta reunía y traficaba información.
Hasta ahora sólo se ha catalogado una parte ínfima de los 4 teras de información que se bajó de sus aparatos y una porción aún menor ya fue analizada. Suficiente para encontrar que entre los clientes de Zanchetta también estuvo el periodista Claudio Savoia. Este operador judicial de Clarín, que ha reemplazado en la televisión al muy chamuscado Daniel Pedro Santoro, le pidió a Zanchetta información sobre Angelici, con la cual dijo que armaría una nota para que le sirviera para presentar una denuncia en tribunales a la heroína radical Elisa Carrió. En la edición de ayer de Clarín, su subeditor general, Ricardo Roa escribió que “Zanchetta, como otros espías, para cubrirse se presentaba como periodista y decía que trabajó en Clarín”. Esto consta en el curriculum que distribuía Zanchetta. “Aclaremos: por aquí ha pasado mucha gente, pero no Zanchetta”, desmiente Roa. Claro, no trabajó en Clarín, sino para Clarín, como corresponde a un agente inorgánico y su manejador era Savoia.
Durante la presidencia de CFK, Tailhade fue jefe de contrainteligencia de la AFI, y ahora integra la Comisión de Juicio Político que está preparando un dictamen acusatorio contra los jueces de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti. Esto ha hecho de él uno de los protagonistas del folletín por episodios que escriben Daniel Pedro Santoro, en Clarín, y Carlos Pagni en La Nación. Ambos dan por sentado, sin ninguna evidencia al respecto, que Zanchetta es parte de una gigantesca operación de inteligencia conducida, cuándo no, por Cristina Fernández de Kirchner. Ambos tienen experiencia en la materia: Pagni fue procesado por recibir en forma habitual mails hackeados en cuentas de dirigentes políticos, que le enviaba Juan Bautista Yofre. Santoro por las extorsiones que realizaba con su ayuda el espía Marcelo Sebastián D’Alessio. Ambos fueron rescatados por jueces complacientes.
El rol atribuido a Cristina es la hipótesis por la cual Rosatti se negó a asistir a la comisión a presentar su descargo. Para eso armó esta operación, junto con su alter ego, Silvio Robles, dedicado full time a ella. Martínez De Giorgi unificó varias causas iniciadas por denuncias de Rosatti, de su colega en la Corte Carlos Fernando Rosenkrantz, de los jueces de Casación Mariano Borinsky y Gustavo Hornos y de los jueces de tribunal oral Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, a raíz de la captura de sus líneas de telefonía por un hacker. En ese expediente se detuvo al hacker misionero Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro y, siguiendo el rastro de sus comunicaciones, se llegó también a Zanchetta, quien fue detenido en junio. Quien ya tenía una causa sobre Zanchetta desde 2021 era el juez de Clarín, Julián Ercolini, pero no la movió durante meses. Ahora se la remitió a su colega Martínez de Giorgi.
El fiscal que asiste a Martínez de Giorgi es Gerardo Pollicita, uno de los candidatos eternos de Maurizio Macrì a la Procuración General. Sin referencia a la enorme cantidad de material que falta catalogar y analizar, de lo que se encarga la DAJUDECO, el dictamen de Pollicita mencionó un chat entre Zanchetta y Fabián Rodríguez, El Conu, quien fue Subsecretario de Coordinación de Medios de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. En la actualidad es subdirector General de Servicios al Contribuyente de la AFIP. De este modo se estableció un nexo con La Cámpora y el kirchnerismo, en la semana previa a las elecciones.
Junto con su escrito ante el juzgado de Martínez de Giorgi, Grabois ironizó que no se explica “cómo puede ser K un espía que espía más a los K que a los no-K ni cómo puede estar contratado por La Cámpora un espía que espía al principal dirigente de La Cámpora”. Entre la nómina de investigados por Zanchetta también figuran el autor de esta nota y el jefe de la custodia de Cristina, comisario Diego Carbone. Ninguno entra en la calificación de enemigo del kirchnerismo.
Pollicita solicitó su detención e indagatoria. Martínez De Giorgi se sorprendió porque no hubo hechos nuevos desde el allanamiento ocurrido tres días antes, y le intrigó el cambio de opinión que Pollicita no fundamentó. Sobre todo porque entretanto, Rodríguez se había presentado con su abogado ante el tribunal, al que entregó su telefonito. La explicación por el giro de 180° es que Pollicita almorzó la semana pasada en el “Marcelo”, de Recoleta, con Juan Bautista Mahiques, fiscal general de la Capital Federal y emisario de Macrì. En ese agradable restaurante de pastas, Mahiques le transmitió a Pollicita la sugerencia/el deseo/la orden (táchese lo que no corresponda) de Macrì, para que El Conu Rodríguez fuera detenido. Martínez de Giorgi ya estaba molesto por el direccionamiento de la investigación hacia una persona cuyas vinculaciones políticas no conocía, omitiendo el amplio espectro de clientes de Zancheta. La reticencia del juez a ser involucrado en una jugada a sus espaldas motivó que los diarios que impulsan la operación, vincularan a Martínez de Giorgi con Antonio Horacio Stiuso, un personaje del pasado, cuyo solo nombre hace santiguarse a las buenas señoras.
El 3 de noviembre, la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (DAJUDECO) entregó a Martínez de Giorgi un primer informe sobre el contenido de los aparatos de comunicaciones de Zanchetta, quien en Telegram se identificaba con la oscura sigla aaa.La funcionaria que firma Noelia Jazmín Charchaflie menciona en el informe un diálogo de Zanchetta con Fabián Rodríguez, quien inquiere cómo es el country donde vive la nueva ministra de Desarrollo Social. Se refiere a Derrota Dolosa, recién designada en reemplazo del corredor de autos Juan Horacio Zabaleta. Aaa responde que armará una nota sobre el country. Pollicita comprobó que el portal “en Clave” presentó el 9 de octubre de 2022 “la mansión alucinante donde vive la nueva ministra”.
Según el fiscal, esta tarea era financiada y remunerada a Zanchetta por Néstor Fabián Rodríguez, a través del otorgamiento de pauta oficial del gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Cobró por eso 80.000 pesos en agosto de 2022, 150.000 en septiembre y octubre y 200.000 entre noviembre y junio de 2023, cuando fue detenido Zanchetta. Esta modesta suma es algo más de los 98.000 pesos que según consigna Pollicita le pagó al mismo portal de mayo a octubre de este año la Municipalidad de San Isidro, a cargo del dirigente de la UCR en Juntos por el Cambio, Gustavo Posse. Es decir que Zanchetta vendía sus servicios a quien quisiera pagarlos.
Según la agencia Noticias Argentinas, “Zanchetta ofrecía de manera gratuita sus informes periodísticos a otros periodistas de medios nacionales” y “decía tener vínculos con el Papa Francisco y ser el espía del Papa”.
Aunque NA no profundizó esa investigación, El Cohete comprobó que Zanchetta trabajó en el multimedio Pincen, una sociedad en comandita por acciones, propiedad del arzobispado de Mercedes-Luján, cuyo arzobispo Jorge Eduardo Scheinig depende en forma directa del Papa. También conocido como Grupo de Medios La Verdad, comprende el diario La Verdad, la radio AM LT20, la FM Nova, de Junín, y la FM Santa María, en Mercedes.
Como Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio encomendó al periodista y publicitario Omar Bello que se hiciera cargo del diario La Verdad, cosa que Bello contó en la biografía El verdadero Francisco. El diario levantó en forma espectacular sus ventas, pero comenzó a recibir amenazas por haber denunciado negocios turbios. En 2011 hubo una violenta irrupción en su sede, por personas que prendieron fuego a varias máquinas. Ante las presiones para que Bello fuera desplazado, Bergoglio le dijo que contaba con su respaldo, pero en una actitud típica, le pidió que no lo invocara en público.
En una nota para su serie “La vida es Bello”, este agudo narrador mencionó un complot contra el Papa Francisco por parte de sectores eclesiásticos, que utilizarían en su contra la publicidad de la empresa española de juego Codere en el canal de televisión del Arzobispado. En septiembre de 2014, Bello denunció que “funcionarios importantes juninenses planearon mi muerte en un hecho que pareciera de inseguridad”. Pero, agregó, el intendente “Meoni dijo no. Gracias!”.
Ni Bello ni Meoni pueden contestar más preguntas. Ambos murieron en alegados accidentes de tránsito. En marzo de 2015, el auto de Bello se estrelló en la ruta contra una camioneta. En abril de 2021, otro autazo también acabó con la vida de Meoni, que por entonces era ministro de transporte en el gabinete del Doctor Fernández. Por causas inexplicadas, su auto oficial chocó con un cantero y volcó.
En 2008, también la Coalición Cívica Libertadora de Elisa Carrió estaba entre los anunciantes en el multimedio eclesiástico en el que trabajaba Zanchetta, como consta en su rendición de cuentas a la justicia electoral de ese año.
Con la cautela de la que carecen sus colegas de La Nación+, el columnista del diario Claudio Jacquelín advirtió que “el impacto no quedará en el espacio donde estalló. Podrían verse anegadas no solo las playas de todo el oficialismo sino hasta algunas costas de la oposición. La diversidad de pertenencia de los espiados, que va desde jueces hasta dirigentes prominentes del oficialismo y la oposición, lleva a suponer a los investigadores que la cartera de clientes del espía es muy amplia y heterogénea”.
Las purgas del aparato oficial de inteligencia realizadas por distintos gobiernos constitucionales lanzaron a la calle a miles de agentes que se las ingeniaron para privatizar sus habilidades. En los primeros años posteriores a la dictadura, se acuñó la expresión “mano de obra desocupada”. Por lo que se sabe hasta ahora, Zanchetta era uno de ellos y sus servicios ilegales se ofrecían tanto al oficialismo como a la oposición, e incluso a la Iglesia Católica, siempre en una modesta dimensión de cabotaje, por más esfuerzos del periodismo militante para convertirlo en James Bond.
El uso periodístico de información de inteligencia en combinación con jueces y fiscales para realizar operaciones políticas fue postulado hace dos décadas por Daniel Pedro Santoro en su ingenuo manual sobre periodismo, Técnicas de investigación. Allí confiesa que “se puede recurrir a un abogado a quien conozcamos; le facilitamos parte de la información y le pedimos extraoficialmente que haga una denuncia de modo tal que la justicia comience a investigar”. También “podemos pedirle o sugerirle –en forma extrajudicial y sin aparecer– a un juez o un fiscal que active los mecanismos para levantar el secreto bancario o financiero. (…) Muchas veces se usa el viejo truco en que el periodista manda documentación de un caso en forma anónima a un juzgado o una fiscalía para que se abra una causa judicial”. Nada nuevo bajo el sol.
Cuidar la línea
Esta noche, Massa tratará de retomar la línea que siguió desde el anuncio de su candidatura y que se desdibujó la última semana. El domingo 5 entró enojado en la provocación de La Nación+ que se dedicó a interrumpirlo cada vez que comenzaba a responder una pregunta.
Sus nervios quedaron en evidencia cuando dijo que si intentaban ponerlo nervioso no lo lograrían, porque tenía una enorme paz interior. Dime de qué alardeas y te diré de qué careces. La interrupción y el cambio de tema formaron parte de la misma técnica que siguió el miércoles 8 Victoria Villacruel en el debate vicepresidencial con Agustín Rossi. Massa se prepara para no mostrarse enojado, como con La Nación+, ni sobrador como en Córdoba, con Cadena 3, donde además de sonreír guiñó un ojo, satisfecho de una respuesta.
El más grueso error de Villacruel pasó inadvertido, porque nadie sabía de quién hablaba, cuando pidió la libertad del teniente coronel Juan Daniel Amelong, hijo del gerente de Acindar Raúl Amelong, acribillado por Montoneros en 1975, y mezcló su caso con los de quienes están detenidos largos años sin condena. Amelong no tiene una condena sino cinco: tres a prisión perpetua, una a diez años y otra por la sustracción de los mellizos hijos de Raquel Negro. Oficial de Inteligencia del Cuerpo II de Ejército, su entusiasmo por la represión lo llevó a prestar una quinta de su familia para alojar a detenidos-desaparecidos, que se conoce como La Intermedia. Además tiene una sexta causa en instrucción. Es cierto que hay algunos presos sin condena firme, pero esto sólo se debe al embudo que forman la Cámara de Casación y la Corte Suprema de Justicia, que demoran una eternidad en confirmar condenas de los tribunales orales, pronunciadas hace años.
En septiembre de 2013 fui convocado como testigo ante el tribunal oral federal 1 de Rosario que juzgaba al equipo de secuestradores y torturadores que encabezaba el coronel Pascual Guerrieri. Sólo dos represores asistieron a esa audiencia. Uno de ellos era Amelong. Me interrogaron sobre la complicidad empresarial y eclesiástica con la dictadura. “En algunos casos, el poder económico es cómplice, en otros es encubridor y en otros es instigador”, dije. “Si se avanza en ese sentido tendremos un panorama más completo y real de lo que pasó. De otro modo, parecería que los ejecutores eran una banda de tipos que satisficieron sus bajos instintos. Me parece un acto de estricta justicia con la sociedad, y también para los militares que están siendo juzgados y que fueron usados para cometer los crímenes. Tienen que pagar porque cometieron crímenes, pero lo hicieron por instigación y en beneficio de otros”. El Tribunal quiso saber cuál era el beneficio que obtenían las empresas al participar de crímenes de lesa humanidad. “Por la transferencia brutal de ingresos del sector asalariado al capital, porque obtiene legislación que priva de derechos al trabajador y aumenta su tasa de ganancia. Otro factor fue el uso del poder punitivo del Estado para zanjar disputas de intereses dentro del poder económico capitalista”, expliqué. En la audiencia del día siguiente, Amelong dijo que si hubiera sabido cual sería el contenido de mi declaración se hubiera ofrecido él como testigo, y narró las visitas habituales de hombres de negocios y de personalidades eclesiásticas al comando que integraba. Tanto es así que otro de los campos clandestinos de la zona se llamaba Ceferino Namuncurá y pertenecía a los salesianos.
La táctica de cada uno
Por lo que trasciende de los respectivos campamentos, Massa intentaría provocar la ira de Milei, de modo de poner en evidencia su agresividad y descontrol, martillando sobre los temas más estridentes, como el mercado de órganos, la venta de niños, la motosierra, el ajuste, la ruptura con Brasil, China y el representante romano del Maligno, la convocatoria como ministra de Seguridad a la montonera tirabombas, el ofrecimiento de un Ministerio a la izquierda marxista, la resistencia a pronunciarse en favor de la democracia y en contra de la libertad de los condenados por Crímenes de Lesa Humanidad, los insultos a troche y moche, la intervención de Macrì, que ha provocado revueltas, declaraciones críticas, gritos y hasta golpes. Milei, en cambio, machacaría sobre la inflación, la cantidad de pobres, la distribución del ingreso, los privilegios de los políticos, el yate de Insaurralde, el espionaje de Zanchetta.
Pero nadie debería sorprenderse si Massa pasara al ataque con los temas económicos, dada la incongruencia de las propuestas libertarias. Los prometidos aumentos de remuneraciones a servidores públicos, como docentes, policías y médicos, no se compadecen con la prometida eliminación del déficit fiscal reduciendo 15 puntos del PIB en gastos e inversiones. En las negociaciones previas con la Cámara Nacional Electoral, Milei consiguió que no habrá cámaras escrutando sus facciones mientras Massa expone, pero en cambio no podrá leer ni exhibir material impreso. Esto plantea un dilema: cualquiera salida de tono de Milei favorecería a Massa, pero la versión descafeinada que pudo apreciarse en un video de la semana pasada en el que recita todo lo que no hará puede ahuyentar a los votantes que lo prefieren justamente por el desenfado con que enfrenta a lo que llama la casta y el tono belicoso de su saludo final. Lo que gane por un lado puede perderlo por otro, en un electorado donde es muy alto el porcentaje de indecisos.
El debate del miércoles no fue organizado por la justicia electoral sino por el Grupo Clarín, con dos conductores nítidamente alineados con la oposición. No intervinieron cuando Villacruel interrumpía a Rossi, pero sí lo hicieron en cuanto el jefe de gabinete se cansó de soportarlo e hizo lo mismo. Esta vez sí hubo pantallas que mostraron durante todo el debate las expresiones de Rossi y Villacruel, a quien se veía fresca y descontracturada, con la sonrisa semi-permanente que recomiendan los expertos, un atuendo sencillo muy apropiado para la pantalla y una voz estridente. Rossi parecía incómodo, con expresión cansada, y su voz no se oía con tanta nitidez, por razones que podrían ser del sistema de audio de la señal, que le daba más volumen al micrófono de Villacruel.
Esta gestualidad se contrapuso con el contenido de las intervenciones. Villacruel no se movió de declararse indignada por la inflación y la pobreza y sus únicas propuestas fueron tan concretas como “bajar la inflación de un hondazo”, generar confianza para que la población use los dólares que atesora, y “hacer lo contrario que ustedes”. La experiencia parlamentaria de Rossi resplandeció cuando Villacruel dijo que “dos tercios de la sociedad votaron en contra de ustedes”. La réplica la descolocó: “Y el 70% votó en contra de ustedes”. Tampoco pudo contestar cuando Rossi le preguntó si abogaba por la libertad de los genocidas, y le recordó la foto en la que una más jóven Villacruel marcha junto con Cecilia Pando con esa consigna.
Villacruel cuestionó a Rossi por su desempeño al frente del Ministerio de Defensa y al día siguiente reprodujo una publicación en las redes antisociales del piloto de helicópteros del Ejército Iván Volante, quien afirmó que los militares no querían a Rossi y lo acusó de organizar fiestas en Campo de Mayo y usar los helicópteros para pasear a sus hijos.
Mi apoyo al Capitán y a todos nuestros hombres de las FFAA, FFPP y FFSS que padecen la demonizacion y el maltrato del kirchnerismo. https://t.co/VupV4pZD0s
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) November 9, 2023
Esto es opinable, pero otra publicación de Volante mostró el costado siniestro del apoyo a la fórmula de LLA, con una imagen de un Falcon verde y una afirmación inadmisible.
La secretaría general del Ejército comunicó que aplicaría sanciones del Código de Disciplina a Volante, para lo cual se inició la instrucción de un sumario, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Martín Paleo rechazó esas expresiones “por irresponsables, falaces y malintencionadas” y reclamó respetar la neutralidad política.
El Falcon verde es una obsesión de los libertarios. Hace un año el ex agente de la AFI durante el gobierno de Maurizio Macrì, Manuel Jorge Gorostiaga, quien se hace llamar Emanuel Dannan, también posó con otro Falcon verde.
Dannan es la actual pareja de Lilia Lemoine, la asesora de Milei que propuso la renuncia masculina a la paternidad por presunción de forro pinchado. También dijo “me cago en la Asignación Universal por Hijo, me cago en la educación pública”. La escatología no afloja. Hay incluso un sitio denominado Amigos del Falcon Verde, con apologías a la dictadura y amenazas a sus críticos.
Rossi fue ministro de Defensa, desde agosto de 2014 hasta la asunción de Maurizio Macrì, y nuevamente con el Doctor Fernández. Su desempeño fue de lo mejor del gobierno:
- anuló la intervención militar en seguridad interior que había dispuesto Macrì;
- durante la pandemia organizó el mayor despliegue del Ejército después de Malvinas, con 14 comandos conjuntos y 10 fuerzas de tareas;
- consiguió que el Congreso votara los anhelados fondos para el re-equipamiento y la modernización de las Fuerzas Armadas;
- puso fin al humillante pago en negro de una parte de los estipendios castrenses;
- consecuentemente, mejoró los haberes previsionales;
- presentó al Poder Ejecutivo una nueva Directiva de Política de Defensa Nacional, que fue adoptada por el gobierno.
El 30 de julio de 2022, al despedirse de las Fuerzas Armadas para disputar la gobernación de Santa Fe, fue aplaudido de pie por generales, almirantes y brigadieres, hecho sin precedentes en la democracia post-dictatorial.
El revoltijo
Dannan-Gorostiaga organizó o fue parte en actos de protesta contra el confinamiento por la pandemia, premonitorios del acuerdo electoral de este mes, ya que participaron tanto Milei cuanto Bullrich. El punto de acuerdo era y es el antikirchnerismo.
Todos han compartido actos públicos con un discurso extremo. Varios se declaran masones, como el abogado defensor de Fernando Sabag Montiel, Gustavo Marano. En esos actos, en los que se lanzó la agrupación Nuevo Centro Derecha, también participaron agentes de seguridad privada de una red de Gimnasios Unidos, con remeras negras y el cráneo rapado, como el ex concejal por el partido de José Luis Espert, Hernán Carroll.
La elección argentina ha tomado una infrecuente dimensión internacional. Aparte de las pullas a Milei en programas humorísticos de Estados Unidos, España y Holanda, sus propuestas han abierto un debate entre economistas. Un centenar de ellos alertó en una declaración publicada en el diario inglés The Guardian que las “soluciones aparentemente simples” de Milei “es probable que causen más devastación”, ya que “una reducción importante del gasto público aumentaría los ya elevados niveles de pobreza y desigualdad, y podría dar lugar a un aumento significativo de las tensiones sociales y los conflictos”. También publicaciones insospechadas de progresismo, como The Wall Street Journal en Nueva York y The Economist en Gran Bretaña, presentaron al candidato como un peligro para la democracia. Quien salió en su defensa fue Joseph Humire, uno de los contactos del ex fiscal general Natalio A. Nisman cuando acusaba a CFK de encubrimiento del atentado de 1992.
Norteamericano, hijo de bolivianos, se especializó en defensa y seguridad e integra la coordinadora internacional de think-tanks neoliberales Fundación Atlas. Es un veterano de la Infantería de Marina, que participó en misiones de combate en Irak y Liberia y en el Operativo de entrenamiento Unitas 45-04, en América latina y el Caribe. “La combinación de experiencia militar y educación en libertad de mercados ha hecho de él una estrella ascendente en la comunidad de relaciones exteriores y seguridad nacional”, dice Humire de sí mismo, “ofreciendo una perspectiva única en asuntos de seguridad global”. Según esta estrella de la ultraderecha global, The Economist pinta a Milei como un peligro para la democracia pero “nada hay más alejado de la verdad. Las propuestas de Milei, no sólo salvarían a la economía que se desmorona, sino también a la democracia”. Para Humire, los verdaderos tsunamis que azotaron a la Argentina fueron Perón y Evita en la década de 1940 y Néstor y Cristina Kirchner este siglo.
Hay gente que la tiene clara y nunca se confunde.