
”Georgalos amenazó con denunciarnos penalmente a los trabajadores despedidos”
- Caballero de Día
- 15 de julio de 2025
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El trabajador despedido de Georgalos, Miguel Maciel, dialogó con «Caballero de día» acerca del conflicto laboral en la planta de General Rodríguez, tras el fracaso de la conciliación obligatoria y las amenazas de la empresa.
“El Ministerio de Trabajo liberó a las partes el 8 de julio, previo al feriado, mostrando una postura muy tibia”, expresó Maciel, uno de los cinco operarios cesanteados en el sector de envoltorio de chocolates.
Además, denunció que los despidos se dieron sin notificación formal y en represalia por rechazar condiciones de flexibilización laboral impuestas unilateralmente por la empresa. “Georgalos no sólo violó la conciliación sino que busca cercenar el derecho a huelga. Ahora amenaza con denunciarnos penalmente, sin haber podido probar ninguna acusación”, afirmó.
El conflicto comenzó el 29 de mayo, cuando trabajadores realizaron una medida de fuerza ante cambios de condiciones laborales no consensuados. La empresa —que elabora productos para marcas como Shot, Milka y Cadbury— adujo «sabotaje» y «violencia» como argumentos para los despidos, pero nunca presentó pruebas ante las autoridades.
Maciel aseguró que detrás de las represalias hay una intención de ajustar costos laborales para preservar rentabilidad. “Georgalos exporta a Uruguay, Chile y EE.UU., cobra en dólares, pero nos quiere ajustar a nosotros”, dijo. Actualmente, la planta cuenta con más de 500 empleados, y según el trabajador, en el área de chocolate despidieron sólo a cinco, tres de ellos con roles gremiales.
En paralelo, recibieron apoyo de organizaciones gremiales, sociales y diputados de distintos bloques. Participaron de una audiencia pública en el Congreso y fueron invitados a marchar junto a trabajadores de Garrahan. «Estamos armando un fondo de lucha. Nos comunicamos con el ministro Correa y esperamos una reunión. No queremos judicializar esto, pero el Ministerio puede anular los despidos por discriminación sindical», subrayó.
El conflicto se inscribe en un contexto de creciente conflictividad laboral en el sector industrial, agravada por el aumento de importaciones y la falta de respuestas institucionales. Maciel concluyó: “Somos cinco familias que queremos trabajar. Esto es un ataque a todo el movimiento obrero. No es momento para tibios”. La planta de Georgalos, histórica en el rubro alimenticio, se convierte ahora en otro epicentro de una disputa por condiciones dignas de trabajo en la Argentina actual.