«Es muy jodido tanto para la política como para mi familia que detengan a gente inocente»

En una entrevista con Felicitas Bonavitta, Marcos —hijo de la militante detenida Eva Mieri— relató el duro momento que atraviesa su familia desde la detención de su madre, a quien pudo visitar recientemente. “No se lo deseo ni al peor de los suyos y es lo que nos hace distintos”, afirmó, al describir la angustia de ver tras las rejas a una persona inocente. Marcos consideró que lo ocurrido forma parte de una práctica de persecución política: “Es un capítulo muy jodido, tanto para mi familia como para la política en sí, saber que están deteniendo a gente inocente, a gente que realmente se involucra”.

El joven denunció que estos episodios son parte de un “ensayo” represivo, que busca medir la respuesta social frente a cada atropello. “Cada vez un poquito más arriba, un poquito más arriba, vemos qué reacción hay, qué está pasando”, advirtió. En ese sentido, recordó también el caso de Alexia, otra militante recientemente liberada, y advirtió que nadie está a salvo: “Nadie está exento de que esto le suceda, que un día le golpeen la puerta y le hagan un megaoperativo”. Para Marcos, estos hechos configuran “persecución política lisa y llanamente”.

Consultado por la situación judicial de su madre, explicó que esperan avanzar directamente hacia su excarcelación, como ocurrió en el caso de Alexia, sin tobillera ni condiciones restrictivas. “Todo el escarnio que buscan hacer”, dijo, debe ser desarmado. Además, agradeció el acompañamiento que recibió en las últimas horas: “Hay una comitiva de diputados, senadores, legisladores provinciales, representantes políticos, de derechos humanos, feminismo, religiosos que van a ir a la puerta de Ezeiza para visibilizar la situación de Mieri”.

Finalmente, al ser consultado por Yair Cybel sobre quién es su madre, Marcos trazó un perfil lleno de compromiso y humanidad: “Mi vieja tiene tantos adjetivos como realidades. Está involucrada en tantas cosas que la gente la quiere por eso: por estar con los perros, con el feminismo, con el ambientalismo popular”. La entrevista dejó en claro que detrás de cada detención arbitraria hay una vida, una militancia y una red de afectos que se ven violentamente interrumpidas por un Estado que avanza contra quienes se organizan y luchan.