«El Dios de Milei es el Mercado y la No Política»

El sociólogo, investigador de sociedad, cultura y religiones, Fortunato Mallimaci, dialogó con Caballero de día acerca del giro religioso del presidente, su alianza con sectores evangélicos y los riesgos de reemplazar el debate democrático por un discurso de salvación individual y castigo divino.

Mallimaci analizó la participación de Javier Milei en un acto evangélico en Chaco como parte de una estrategia política que apela a lo religioso para suplir el vacío de una gestión sin respuestas concretas. “El dios de Milei no es el de la compasión ni la justicia, es el mercado, el mérito individual y la crueldad como forma de orden”, aseguró.

A juicio del sociólogo, el discurso presidencial está plagado de simbolismo mesiánico y nociones propias de la teología neoliberal: un líder predestinado, una misión sagrada y un enemigo absoluto —el Estado, los pobres organizados o quienes reclaman justicia social—. “A mayor fracaso económico, mayor teatralización espiritual”, resumió.

Mallimaci también remarcó la paradoja de que un presidente que se dice liberal utilice recursos religiosos de forma pública e invasiva. “La democracia se construye desde el desacuerdo, no desde el fanatismo”, advirtió, y concluyó: “Cuando se habla de cielos e infiernos en política, es porque ya empezó la persecución”.