«Argentina le está dejando toda su doctrina militar a la estrategia de EEUU»

En Un Buen Comienzo, Gabriel Fucks —exembajador en Ecuador y diputado del Parlasur— analizó el nuevo escenario regional en materia de derechos humanos y defensa. En ese sentido, advirtió que lo que antes parecía un germen “se convirtió en un escenario de desarrollo muy claro”, especialmente por el retroceso del Instituto de Políticas Públicas de Derechos Humanos del Mercosur, que según señaló, “ha sido minimizado” por el abandono del Estado argentino.

Más adelante, Fucks repasó el impacto regional de la nueva doctrina militar presentada por Estados Unidos y remarcó que el documento “delimita con claridad las líneas entre amigos y enemigos”, apuntando a quienes colaboren con China. También destacó que esa doctrina “deja abierta la posibilidad de intervenciones militares en la región”, al tiempo que alimenta a las ultraderechas europeas reivindicando ideas como “la teoría del gran reemplazo”. Para el dirigente, se trata de un cambio profundo que ya se refleja en el Caribe y en la tensión sobre Venezuela.

Con el mismo ímpetu, cuestionó el alineamiento del gobierno argentino con la estrategia estadounidense y sostuvo que “la Argentina tiene un alineamiento totalmente acrítico”. En ese marco, relativizó el debate sobre la compra de aviones F-16 al afirmar que su uso sería funcional a una estructura subordinada: “Lo que la Argentina está haciendo es dejando todas sus doctrinas militares subsumidas a esta estrategia de Estados Unidos”, con implicancias que alcanzan a Malvinas, la Antártida y los indicadores básicos de soberanía.

Finalmente, Fucks advirtió sobre el riesgo de que el país sea arrastrado a operaciones militares impulsadas desde Washington, recordando que EE.UU. ya pidió la participación —aunque sea nominal— de la Argentina en el Caribe. Si bien celebró que la Armada decidiera no permanecer en la zona, alertó que en un escenario de escalada “la Argentina puede ser llamada a cumplir un rol complementario, un país de Judas”, mientras Brasil marca una posición firme contra cualquier intento de intervención en Venezuela.