“Rapiña, un golpe letal”: Una obra de teatro sobre la crudeza de la trata y la resiliencia capaz de matar al horror
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- 25 de septiembre de 2024
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El proyecto se enmarca en la Semana Internacional Contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas y retrata la lucha de dos mujeres por sobrevivir.
“La decisión de incorporar a la trata de personas como eje de la obra nos interpela como grupo y por eso decidimos asumir esta gran responsabilidad. El material, abordado poéticamente y con un propósito meramente teatral, se entrega a zonas de incomodidad y ternura que se inscriben principalmente en un vínculo de hermandad capaz de atacar el horror”, sentencia el equipo de trabajo de “Rapiña, un golpe letal”, una obra que se propone utilizar la ficción como forma de visibilizar las historias entrelazadas de dos mujeres en cautiverio que se apoyan la una en la otra para sobrevivir a la trata con fines de explotación sexual.
La obra cuenta con la participación del director moronense Albino de la Puente y las actrices Alejandra Di Ricci, oriunda de San Antonio de Padua y María Eugenia Agesta de Bahía Blanca. “Rapiña, un golpe letal” se puede ver durante los últimos días de septiembre y en octubre en el Teatro Brilla Cordelia (Juan Domingo Perón 1926, Congreso, CABA).
La propuesta teatral llega justo a tiempo a la Semana Internacional Contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, una problemática mundial que no solo vulnera los derechos fundamentales, sino que perpetúa la violencia, la perversión y la pobreza, a través de un delito completamente deshumanizante.
“Victoria y Camila viven juntas en una pieza sin puerta. Camila quiere recordar todo, Victoria ya no. Escriben en el aire, piden deseos, auxilio, cremas, todo entre el polvo y la rapiña familiar. ¿Qué es el amor? Un golpe letal”, reza la sinopsis de la obra que se animó a abordar con altura el relato y la experiencia de miles de mujeres, niños/as y adolescentes alrededor del mundo.
El grupo de trabajo de “Rapiña, un golpe letal” cuenta en esta nota los orígenes del proyecto, la responsabilidad de la temática y su nexo con las actrices que ponen el cuerpo por las que ya no están.
¿Por qué decidieron crear “Rapiña, un golpe letal”? ¿Cómo fue la elección de ese nombre tan preciso?
Comenzamos el proceso sin saber exactamente de qué íbamos a hablar. Con la única premisa de convocarnos a un trabajo de actuación y dramaturgia conjuntas.
Somos dos amigas que nos conocimos allá por 2013 en un Entrenamiento para actores que dictaba Rita Cortese y equipo, en el espacio Pata de Ganso. Luego se sumaron al proceso Albino de la Puente en el rol de la Dirección y Julián Ekar, en la Asistencia y el Diseño de luces.
Cuando comenzamos a pensar Rapiña en 2018 teníamos una primera idea plasmada en un texto con una sola voz de una mujer boxeadora que estaba en la cárcel por haber matado a su abusador. De ahí comenzamos a tirar hasta que apareció el universo de las dos mujeres encerradas.
El nombre “Rapiña” surgió a mitad de camino, cuando descubrimos cuál era el tema que iba a mover nuestro trabajo, y por una cuestión de registro, luego agregamos, “un golpe letal”.
¿Cómo fue la construcción de la historia sobre dos mujeres víctimas de trata? ¿Pudieron hablar con organizaciones, familiares de víctimas? ¿Se nutrieron de investigaciones y/o archivos?
El tema llegó como una pulsión, una necesidad que estaba alojada en alguna capa de nosotras, aunque no lo tuviéramos tan claro, a priori. Comenzamos la escritura desde el cuerpo, no desde el papel.
Por un lado, el descubrimiento de la temática nos instaló en un espacio de pregunta e investigación acerca de situaciones de cautiverio, explotación sexual y trata, mediadas por archivos, notas, entrevistas, referencias visuales y sonoras, y por otro, de indagación en un universo escénico y poético que nos permitiera encontrar una voz desde dónde contar una historia, que no es la historia de nadie, pero es la historia de muchas, y que nos conmueve hasta la médula.
¿Cómo surgieron los personajes y sus historias personales, como mujeres? ¿Cómo las fueron moldeando con el paso del tiempo?
Los personajes se nutrieron de nosotras y nosotras de ellos. Nos vamos moldeando en el hacer. Cada ensayo, cada función es un descubrir constante.
La historia está atravesada por un vínculo de hermandad que les permite a los personajes apoyarse en la historia de vida en común, a pesar del contexto. Aparecen flashes de la infancia, los recuerdos, los deseos cumplidos y no cumplidos; aparece la permanencia del amor, un lugar a donde fugarse cuando no es posible huir. Ese lazo atávico también nos une a nosotras, como mujeres y actrices, por la vida transitada juntas durante todo el proceso de construcción de la obra y, además, por toda la coyuntura actual, que nos interpela y nos empuja a todo el equipo a hacer “Rapiña”.
Estamos en la Semana Internacional Contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, ¿cómo toman la responsabilidad de contar la historia de miles de mujeres alrededor del mundo?
La trata de mujeres, niñxs y adolescentes con fines de explotación sexual es uno de los delitos más aberrantes que podemos imaginar, que violenta los derechos humanos, la dignidad, la integridad y la libertad de las personas a un punto irreparable. Asumimos una responsabilidad sí, porque nos sentimos interpelados y carentes de respuestas. Y pudimos asumir el riesgo de adentrarnos en este mundo teniendo en claro que estamos haciendo ficción, y que es una manera de visibilizar, pero no es un relato lineal, ni una crónica y que el material, finalmente, tiene un objetivo estético, aunque nos comprometa socialmente.
“Rapiña, un golpe letal” puede verse todos los domingos de septiembre y los domingos 6, 13 y 27 de octubre a las 18 en el Teatro Brilla Cordelia, ubicado en Juan Domingo Perón 1926, Congreso, CABA. Las entradas, con un valor de $10.000, se consiguen a través de Alternativa Teatral. La obra es apta para mayores de 16 años y tiene una duración estimada de 50 minutos.
Ficha técnica:
● Idea Original | Actuaciones | Dramaturgia: Alejandra Di Ricci y María Eugenia Agesta
● Colaboración dramatúrgica: Pilar Ruiz
● Diseño gráfico e Iluminación | Asistencia: Julián Ekar
● Dirección y Puesta en Escena: Albino de la Puente