La revolución de la culpa

En su columna en Un Buen Comienzo, Daniel Rosso habló de una “revolución de la culpa” como rasgo central del discurso del gobierno de Javier Milei. El oficialismo, explicó, se sostiene sobre la creación permanente de culpables: desde opositores políticos hasta la sociedad en su conjunto. Esa lógica de responsabilizar siempre a otros deriva en una Argentina casi distópica, donde la ciudadanía debe confesar sus faltas cotidianas ante “el dios Milei”.

Rosso graficó esa estrategia con la portada de Clarín, que mostró una piedra lanzada contra la caravana presidencial. “Hemos llegado a una zona crítica de la democracia en donde el principal discurso es una piedra viajando en el aire. Los argumentos se han mineralizado”, advirtió. El hecho puede leerse como el reflejo de un clima social caldeado por el maltrato del gobierno o como una puesta en escena que busca victimizar al presidente y ubicar al peronismo como responsable de todo.

Para el analista, el problema es más profundo: quienes culpan a todos suelen ser, en realidad, los principales responsables de los conflictos. Así, cuando Milei señala a cada sector social como culpable, lo que aparece en el fondo es la descripción de su propia gestión. De allí la conclusión de Rosso: es urgente sacar la culpa y las piedras de la discusión pública y volver a debatir en serio el rumbo del país.