El veranito libertario

En su editorial en Bonavitta en 350, Felicitas Bonavitta analizó el panorama político tras las elecciones y el impulso del gobierno de Javier Milei para avanzar con sus reformas estructurales. “Aprovechando el viento de cola, están apurando a los gobernadores”, advirtió, y señaló la complicidad de los sectores dialoguistas que actúan como “colaboracionistas de este programa de saqueo”.

Desde el inicio, Bonavitta apuntó a la velocidad con la que el oficialismo intenta capitalizar su momento: “No quieren perder tiempo. Esta elección de aprovechar la fuerza y las oportunidades que están dando los libertos tiene que ser aprendida por otros espacios”, señaló. En ese sentido, contrastó la actitud del gobierno con la de sectores que, cuando tienen el poder, “prefieren que los puteen los votantes antes que los cuestione el establishment”.

Más adelante, la periodista analizó el contexto económico y la estrategia del Ejecutivo: “La economía es una bomba de tiempo. Las inversiones no llegan y no van a llegar. El empleo se destruye como consecuencia directa del programa de gobierno de Javier Milei”, sostuvo. Y añadió: “La idea es no darle tiempo a pensar a nadie”.

En el mismo tono, cuestionó la ofensiva oficial sobre los derechos laborales: “La reforma laboral que empujan es presentada como necesaria para la generación de empleo, aunque en verdad solo busca hacer todavía un poco más miserable la vida de los laburantes”. Para Bonavitta, la figura del “pueblo manso” resume el objetivo del gobierno: “Pretenden que la normalidad sea esta: un 90% de los argentinos reventados de laburar, sin tiempo para pensar ni organizarse”.

Con igual contundencia, la conductora se refirió al rol del sindicalismo: “La CGT renueva autoridades en unos días, pero muchos se preguntan si estará a la altura. Daer es noticia porque opinó de Cristina bailando en el balcón. Si el peronismo y el sindicalismo no transforman el eje de discusión y los intereses que representan, hay Milei para rato. Y si no es Milei, será otro muñeco del poder”.

Finalmente, Bonavitta cerró con una advertencia sobre los meses que vienen: “La Corte muestra para quién juega, y Milei ya dejó ver cómo imagina su verano: avanzar mientras la gente piensa en otra cosa. No será un verano tranquilo”.